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Impulsa Innovación / Cristina Ojeda Urbano

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¿Cómo llevan el proceso de aprobación del aula de emprendimiento?

D.P. Bueno, en un inicio la idea del aula de emprendimiento es buscar un paralelismo con un proyecto que hemos desarrollado, ha iniciado José Ramón, si quieres dar el nombre

J.D. El nombre oficial ahora mismo es “vitigranca”

D.P. La idea es vincular este proyecto con el aula de emprendimiento porque la finalidad de ese proyecto y el aula de emprendimiento es que los estudiantes una vez hayan terminado el ciclo, tengan esa salida profesional que la formación dentro de este ciclo superior no quede en prepararlo y que ya ellos busquen su historias en el mundo laboral sino vincularlo de manera que ellos tengan una salida profesional ya sea asociado de forma autónoma o de la manera que consideren en lugares de trabajo que ya tendremos un poco vinculados a nivel de convenio con el centro. 

¿Cómo llevan el avance o proceso de crearla?

J.D. Ahora mismo, como Daniel te comentó, el ciclo se implantó este año por primera vez y empezamos de cero, no había nada, lo único que había era una infraestructura, solo el edificio. Se dan las circunstancias de que aquí, las administraciones locales, en concreto la insular que es el Cabildo de Gran Canaria, pues está intentando potenciar todas las cuestiones relacionadas con los vinos, de hecho, estamos utilizando su infraestructura mediante un convenio. Entonces, viendo un poco las posibilidades de mercado, el que también se está envejeciendo mucho la población que se dedicaba, en este caso, a la viña, y que no hay regeneración profesional pues lo que se nos ocurrió fue plantear un proyecto al alumnado que le permite de alguna forma, no solamente aprender sino también poner en práctica lo que está aprendiendo y que nos posicione profesionalmente en el sector. Ahora mismo lo que tenemos es que nos hemos dado a conocer por lo menos, en las bodegas más cercanas y en los propietarios de fincas de buenas por maneras más locales a la zona donde estamos. 

La intención es seguir dándole proyección, lo que pretendemos establecer es colaboraciones o asociaciones con otras entidades de manera que una vez que pongamos físicamente en funcionamiento el aula de emprendimiento pues ya contemos con esas entidades para no solamente formar al alumnado que participa dentro de los ciclos sino también paralelamente formar a otras personas, que de alguna forma dentro de ese tejido que queremos constituir pues puedan dar o prestar servicios porque lo que queremos de alguna forma, es orientar al alumnado a que preste servicios, no que sean terratenientes ni mucho menos. Que presten servicios a personas que tienen esos terrenos, bodegas o lo que quiera que vaya saliendo, eso es lo que se busca. 

¿Ven posible la creación de startup en los alumnos?

J.D. Una de las cosas que estamos considerando, pero vamos como una de las partes más importantes es que nosotros lo que llamamos de alguna manera es la personalización del trabajo, por decirlo de alguna manera. En el mundo del vino lo puedes hacer, entonces lo que pretendemos es que, no sabemos si de forma individual o colectiva, porque hay algunos que tienen pensado constituir alguna sociedad creativa no se si de forma jurídica o física, es echar un cabo en unos primeros años, después de que terminemos el ciclo, para que de alguna forma puedan sacar eso gérmenes nuevos, en este caso, nuevos sistemas de producción, de elaboración, que son novedosos y sabemos que se están implantando en otros lugares y que también da pie a que ellos puedan crear cosas nuevas, que es lo que estamos fomentando con ellos. 

¿Ven posible incluir en ese mundo las startups?

D.P. Sí, de hecho, una de las cosas que se está potenciando es el uso de aplicaciones y sistemas que tradicionalmente a nivel vitivinícola no se estaba utilizando, desde el uso de cartografías, el uso del estudio de la climatología para elegir variedades de uva a la hora de plantar, son cosas que se están potenciando aquí.

J.D.  Si, estamos intentando implementar sistemas de información geográfica en el manejo de los cultivos, por ejemplo.

¿Ven importante que se creen este tipo de aulas y ayudas por parte del Gobierno?

D.P. Súper importante, de hecho, consideramos que ahora mismo esto es una herramienta muy potente que por lo pronto nos permite la Consejería, tanto para dar visibilidad a lo que estamos haciendo cómo para que los estudiantes tengan esas herramientas para poder posteriormente empezar a ejercer ese trabajo que te decía. La cuestión aquí no termina en una vez hayan terminado su formación, salgan y empiecen a buscarse la vida, no, no. Salgan ya con un camino trazado donde ya puedan empezar a ejercer sus funciones como técnicos que son.

¿Es viable y exitosa la creación de startups por parte de los alumnos?

J.D. Si, ya solo con los propietarios que hemos ido colaborando a lo largo del curso, pues han surgido propuestas laborales, entonces lo que queremos de alguna manera es que este sector en concreto, tenga un poco más de rigor técnico, que abonen criterios, porque dependiendo de con quien estés o con quien des, las cuestiones se plantean de una manera u otra para la misma cosa y un poco que exista ese rigor que permita adecuarse sobre todo a las circunstancias que tenemos ahora mismo, no solo laborales, sino también ambientales. Esto marca mucho el sector primario, entonces lo que intentamos es que el alumnado tome conciencia de lo que tiene a su alrededor, que utilice tecnologías de aprovechamiento de su alrededor y que de alguna forma aúne criterios, que es lo más importante de todo a la hora de realizar determinadas actuaciones, sobre todo en el sector primario. Siempre que te equivocas en determinadas cosas puedes producir un problema incluso hasta ambiental, entonces buscamos eso y en este sentido entendemos que hay mercado y tenemos claro que el alumnado puede aprovechar ese mercado como prestación de servicios no necesariamente tienen que ser propietarios ni nada por el estilo. La demanda existe.

¿Cuándo creen que tendrán el aula de emprendimiento implantada?

D.P. De forma física e instaurada pues poco a poco, esperamos que a lo largo del curso este ya físicamente más montada. Por ahora, como decía, tanto que está vinculada al proyecto “vitigranca” ya este proyecto se está avanzando, se está trabajando en él a través de los convenios que se están desarrollando con las distintas parcelas de trabajo. Por lo cual, realmente vamos en un avance lento, pero bien en paralelo con el proyecto principal. 

Como decíamos antes, este es el primer año del ciclo aquí en la isla y el año que viene cuando nuestros estudiantes pasen a segundo y se incorporen nuevos estudiantes de primero, los de segundo a través del desarrollo del proyecto que tienen que hacer en el segundo curso de grado del ciclo superior, van a estar más vinculados aún a esa aula de emprendimiento.

J.D. Ellos tienen en segundo un módulo que es “proyecto de empresa”, entonces estamos orientando todo esto para que no sea una cuestión teórica sino práctica, entonces aprovechas ese módulo en concreto, para que ellos puedan, asesorados por el profesorado y por la propia administración, constituir el elemento que ellos decidan para realizar su actividad profesional. Físicamente ya tenemos un espacio donde queremos centralizar todas las cuestiones de emprendeduría y bueno ahora hay que ir poco a poco. No hay dinero cuando uno quiere ni el que quiere y menos ahora en las circunstancias como están, entonces vamos caminando como podemos y la intención es, sobre todo, todo esto está ligado a directrices europeas y lo que intentamos es que el alumnado en este proyecto se vea arropado en ese sentido. De manera que no sea una cuestión de venga he planteado un proyecto que a lo mejor no tiene cabida dentro de ningún tipo de línea o de desarrollo en cuestiones europeas. Esto está metido dentro de la ley de biodiversidad de 2007 y entra dentro de una figura en concreto que es la custodia del territorio. Entonces, por ahí, es por donde estamos arropando al alumnado para que tenga un lugar donde agarrarse y reforzar la propuesta.

¿Qué ayudas les haría falta?

J.D. Hemos ligado también, todo el proyecto a Empleaverde, una línea que la propia ONU ha avalado, entonces la idea es que cuando ya esté funcionando y el alumnado tenga esas pequeñas empresas o como lo quieran llamar, pues se puedan de alguna forma, agarrar a las ayudas que vienen directamente de Europa, a través de la Fundación de Biodiversidad, por ejemplo, y después algunas líneas que están saliendo directamente para cuestiones de custodia del territorio porque lo que se pretende básicamente es recuperar la actividad y potenciarla. Entonces, en ese sentido pues a ver si la nueva ley de Biodiversidad la publican ya porque es la que establecía las líneas de financiación y por otro lado, las administraciones locales por lo menos, que tengan esto en consideración y que apoyen no se si con dinero pero sí con determinadas gestiones que son importantes a la hora de tramitar, por ejemplo, permisos o determinadas cuestiones relacionadas con el funcionamiento de las parcelas que a veces se enquistan en ese proceso administrativo y es entonces cuando tu te empiezas a venir los problemas. 

D.P. Con el tema de la difusión que estamos haciendo, la semana que viene, el alumnado del ciclo van a dar difusión a lo que ellos están haciendo en el ciclo y lo que se pretende hacer  y vamos a ir a otros centro educativos para comentar de qué va el ciclo, que es lo que se está haciendo y explicar cuál es la proyección de todo esto de cara a que la gente, los chicos en los centro y los equipos educativos, tenga una idea de lo que se está haciendo y dar difusión en el proyecto de la bodega insular, en el instituto  de la Vega de San Mateo. 

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