El Nazareno del imaginero B.M. de Silva
Con cofradía desde 1708, la imagen de Jesús Nazareno de la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios forma parte destacada de la liturgia procesional de la Semana Santa de Los Llanos de Aridane.
El retablo barroco donde recibe culto se halla en la nave de la Epístola del templo parroquial y fue construido entre 1708 y 1718 por encargo del alférez Juan Gutiérrez de Salazar y su esposa Catalina Martín Corral, enterrados en esta capilla, según consta en su epitafio situado al lado de esta muestra arquitectura lignaria.
El Nazareno forma parte de la producción del pintor, retablista e imaginero palmero Bernardo Manuel de Silva (Santa Cruz de La Palma, 1655-1721). Según el profesor de la Universidad de La Laguna Dr. Jesús Pérez Morera, Silva trató el tema de la pasión de Cristo excepcionalmente y «únicamente conocemos de su mano el paso del Nazareno de Los Remedios».
Llegadas las fechas de Semana Santa, el titular del retablo hace el recorrido procesional el miércoles de pasión, en el que tiene lugar la tradicional ceremonia del encuentro, e igualmente participa en la procesión Magna del Viernes Santo. En ambos casos, acompañado de su cofradía de «capuchinos», hoy formada por varones y mujeres.
En el programa de mano de 1928, el 4 de abril a las cinco de la tarde estaba previsto: «Oficio de Tinieblas, sermón y procesión del paso de Jesús Nazareno, cantándose el Stabat Mater durante el acto del encuentro». La vivienda en la que tenía lugar esta clásica representación de la Semana Santa palmera perteneció a los donantes, según consta en el testamento otorgado en 1754 por Catalina Martín: «yo he hecho la procesión del miércoles Santo sacando su santa imagen en procesión a la calle y ejecutando el paso frente a las casas de nuestra habitación». El inmueble, en el margen izquierdo del recorrido procesional, sufrió un incendio y hoy lo ocupa otro de mediados del siglo XX.
Hasta el año 1967 la ceremonia se celebraba en la mediación de la calle Real, justo delante del inmueble que fuera la residencia de los fundadores y donantes del Nazareno. En la Semana Santa de 1968, por razones de mayor amplitud, el “encuentro” del Miércoles Santo se representa en el entorno de la plaza de España y Acera Ancha.
Según consta en el testamento referido, en el momento de la donación, el Nazareno aridanense pertenecía a un grupo procesional junto a Simón de Cirene o El Cirineo, un judío y la Dolorosa. Lamentablemente, las tres últimas imágenes desaparecieron, desconociéndose su paradero.
En el legado también se establece que la familia dejaba una mesa con pies torneados «para que descanse el Señor sobre ella» durante los recorridos procesionales. Catalina Martín determina que la Cofradía del Señor Jesús Nazareno, fundada en 1708 con licencia del obispo Juan Ruiz Simón, sería la encargada del culto a la imagen utilizando las rentas que produjeran las tierras de Machín, adquiridas durante su matrimonio «y están en Triana».
Las andas de plata sobre las que hace el recorrido procesional el Nazareno fueron donadas en el siglo XVIII por el capitán de milicias y mayordomo de la cofradía Antonio Lorenzo Felipe, «quien se esmeró en el culto de esta Santa Imagen, cubriendo de plata al martillo la base en que sale el día de la Exaltación», según refiere el profesor Jesús Pérez Morera en su obra Silva (1994).
Tal y como consta en la anterior cita, el Nazareno, además salir el Miércoles Santo, en los siglos XVIII y XIX también lo hacía en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz cada 14 de septiembre (desde hace muchísimos años, en la parroquia de Los Remedios sólo se conmemora el ritual litúrgico de esta festividad).
Pérez Morera describe la imagen aridanense en estos términos: «responde a la tipología de la escuela barroca andaluza del siglo anterior [XVII]. Como pieza procesional, se han intensificado en ella los efectos realistas y expresivos mediante la utilización de peluca postiza y vestidos de telas naturales. El patetismo se consigue con los recursos habituales de la imaginería barroca: entrecejo marcado y boca entreabierta, relejando la tensión de los vasos sanguíneos y tendones. Como escultura de vestir, sólo tiene bien acabadas las partes visibles».
El paso de los años dejó su huella en la imagen y en 2013 fue intervenida por el restaurador Jorge Afonso.
La túnica de terciopelo de color rojo oscuro y bordada con hilos de oro se debe al taller de las religiosas del monasterio cisterciense de la Santísima Trinidad de Breña Alta. Con su nueva túnica procesionó por primera vez en la Semana Santa de 1953. En el Museo de Arte Sacro parroquial (1978) se conserva otra magnifica túnica barroca del siglo XVIII, de destacado valor patrimonial.
En 2024, un año más la antigua cofradía aridanense volverá a cargar a hombros la imagen barroca del Señor Jesús Nazareno, con su rostro de un asombroso y sobrecogedor realismo, por la vía del recorrido procesional de la Semana Santa de Los Llanos de Aridane.
María Victoria Hernández, cronista oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)
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