Seta del Año en Canarias: ‘Laetiporus sulphureus’

La micóloga Rose Marie Dähncke propuso hace algunos años el Día de la Seta Canaria, el último fin de semana de noviembre, que posteriormente pasó a la Seta del Año, para dar a conocer en cada ocasión alguna seta del casi centenar de especies comestibles que se encuentran en las islas.

Este año de 2025 la seta elegida es la seta de pollo o pollo de la madera, Laetiporus sulphureus.

Es el primer hongo comestible que aparece en los montes de las islas a partir de la segunda mitad del mes de agosto sobre troncos y tocones de planifolios. No necesita lluvias para crecer ya que obtiene la humedad del árbol que parasita, y el alisio también favorece su eclosión. En septiembre y octubre es más común, sobre todo en eucaliptos. Es anual, con aspecto de repisa o lengua que nace con forma redondeada y va creciendo como un abanico, alcanzando hasta 25 o 30 cm de ancho. De color naranja a amarillento, tiene un espesor de 1 a 2 cm. Sin pie, se fija directamente a la corteza del árbol hospedante y los carpóforos suelen estar imbricados. La carne es blanquecina cuando es joven, blanda, de olor levemente ácido y sabor a carne de pollo. Al ir madurando, se vuelve coriácea con un fuerte olor azufrado. Los aficionados lo comen cuando es joven, frecuentemente empanando los trozos del hongo, por su sabor a pechuga de pollo. No se debe consumir acompañado de bebidas alcohólicas porque resulta muy indigesto, al igual que comer ejemplares maduros. En Canarias está citado para las islas centrales y occidentales. Su distribución mundial es muy amplia, encontrándose en todos los continentes.