Drago Canarias pide “blindar” la bioseguridad en puertos y aeropuertos ante las especies invasoras
El partido Drago Canarias ha hecho un llamamiento este sábado a “blindar” la bioseguridad en los puertos y aeropuertos canarios para evitar la entrada de especies invasoras, tras la detección de varios focos de filoxera en viñedos de Tenerife y producirse la primera captura de una culebra real de California en esta isla.
Dos situaciones que Drago Canarias no considera “episodios aislados” sino la evidencia de “un fallo persistente en nuestra primera línea de defensa”.
La portavoz nacional de Drago Canarias, Carmen Peña, esgrime en un comunicado que “cuando dos alertas de esta magnitud estallan casi a la vez el mensaje es claro: hay que reforzar la puerta de entrada a la mercancía con normativas más rigurosas y eficientes”.
Subraya que Canarias es “un punto caliente de biodiversidad reconocido internacionalmente” y que su condición de insularidad a la vez que hace “único” al archipiélago también lo convierte en “especialmente vulnerable a plagas, enfermedades y especies exóticas”.
Por eso, incide en la necesidad de reforzar los controles en la frontera y en los tránsitos interinsulares.
Recuerda que en las últimas décadas han llegado a los cultivos canarios plagas que no existían o que no tenían presencia relevante: la tuta del tomate, la polilla guatemalteca de la papa, la araña cristalina en el aguacate, moscas blancas que hoy afectan a solanáceas y platanera o el virus del enrollado de la vid.
Todas ellas han obligado a intensificar tratamientos y cuidados, encareciendo la producción y restando competitividad a los agricultores y agricultoras canarios frente a productos importados que, “paradójicamente, a menudo son el vehículo de entrada del problema”.
“Nuestra prioridad es proteger lo nuestro con el mismo rigor que se aplica en otros territorios insulares. La bioseguridad es la condición de posibilidad de nuestra agricultura, nuestra biodiversidad y nuestra economía rural”, sostiene Carmen Peña.
Como ejemplo de gestión, cita al caso de Galápagos, que opera desde hace años con un sistema integral de bioseguridad que “no deja eslabones sueltos”: declaración obligatoria, inspección real de equipajes y carga en origen y en destino, cuarentena cuando procede, desinsectación reglada de aeronaves y barcos, inspección de cascos para evitar organismos adheridos y equipos de respuesta rápida.
“Es un modelo pensado para islas con alto valor ecológico y mucho tráfico que ha demostrado reducir las entradas de riesgo sin frenar la actividad económica”, enfatiza la portavoz de Drago.
Asimismo, alude a que en Azores y Madeira ejercen el régimen fitosanitario especial que también tiene reconocida Canarias en la UE, pero que no se aplica en la práctica por “falta de voluntad política”.
Drago Canarias urge al ejecutivo regional a “dar un viraje inmediato” en materia de bioseguridad e implementar “reglas claras, equiparar normativas y realizar controles reales allí donde se produzca la entrada y el movimiento entre islas”.
A corto plazo, reclama una cadena de bioseguridad “efectiva desde origen hasta destino, también entre islas, con declaración obligatoria, inspección efectiva de equipajes y carga y con capacidad de rechazo de lo que no cumpla”.
En definitiva, “un cordón sanitario interinsular que impida saltos de especies, con protocolos homogéneos y respuesta rápida”.
También propone reducir la dependencia de importaciones de riesgo mediante viveros y plantones locales certificados y manejo preventivo, lo que a su vez redundaría en la soberanía alimentaria; así como un plan de concienciación a la ciudadanía canaria y a quienes visitan el archipiélago sobre interceptaciones y actuaciones.
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