El himno canario ya tiene quien lo regule
Con las vistas puestas en la celebración del Día de Canaria y sabiendo que es el último que pasará como presidente del Gobierno autónomo, Paulino Rivero ha ordenado la redacción de un proyecto de Decreto para la modificación por la vía de urgencia de la norma que regula el uso del himno de Canarias. Rivero también urge a sacar adelante el cambio lo antes posible apelando a su “simplicidad”.
Por ello, en un tiempo récord, se ha elaborado una memoria económica, se ha dado conocimiento a todos los departamentos que pueden tener relación con el asunto por si creen conveniente hacer valer alguna alegación y el Consejo Consultivo, llevado por las mismas prisas, ha emitido su informe vinculante y en este caso favorable.
El resultado de tanto agobio es un artículo único en el que se refleja que nuestro himno puede variar según el acto en el que sea interpretado, utilizando alguna de las versiones que existen. Así la frase “en todo caso” se sustituye por “preferentemente”.
De esta manera el presidente podrá cumplir su objetivo de que en esta edición del Día de Canarias no sea obligatorio escuchar la versión de orquesta y coro que Rivero considera demasiado rígida y a su juicio complica la celebración de esta jornada. Por ello, se opta por la interpretación más sencilla.
Lo cierto es que éste es el único símbolo institucional de Canarias que carecía de regulación, al contrario de lo que ocurre con la bandera y el escudo. En cualquier caso se cree que este vacío legal es “jurídicamente irrelevante” y se debe más a un despiste que a alguna oculta intención aviesa. Pero nada nuevo bajo el sol. Hasta el año 1997 tampoco el himno o el escudo nacional de España tenían un reflejo concreto en la Constitución. En el ámbito de las autonomías parece que no existe un modelo común sino que cada una ha hecho lo que ha podido con su himno, su escudo y su bandera.