La vuelta del bipartidismo hace que PP y PSOE logren en Canarias más de 300.000 votos cada uno por primera vez en 15 años
Las elecciones generales celebradas este domingo confirmaron el regreso del bipartidismo en toda España y en Canarias también. El PSOE y el PP obtuvieron en las Islas seis escaños cada uno (de 15 en total) y sumaron 339.300 y 309.509 votos, respectivamente, la primera vez en 15 años que ambas formaciones superan la barrera de las 300.000 papeletas por separado. Las cifras revelan que de todos los partidos que se presentaron a los comicios en el Archipiélago, solo socialistas y populares mejoraron en comparación con la última llamada a las urnas.
La polarización ha allanado el camino para que las dos fuerzas políticas hegemónicas de este país vuelvan a ocupar gran parte del hemiciclo del Congreso de los Diputados. Y Canarias es un ejemplo paradigmático de ello. El PSOE ha logrado su mejor resultado en esta comunidad desde 2008, cuando obtuvo 395.182 votos y siete diputados; mientras que el PP no sumaba tanto desde 2016, fecha en la que consiguió el apoyo de 333.445 electorales y ganó seis escaños.
Pero la mejor prueba de que el bipartidismo está de vuelta en el Archipiélago puede encontrarse en los datos calle a calle. En todas y cada una de las 25 localidades canarias con más de 15.000 habitantes, PSOE y PP mejoraron los resultados cosechados en noviembre de 2019. Los dos partidos ganaron votos en Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna, Telde, Santa Lucía de Tirajana, Arona, Arrecife, La Orotava, San Bartolomé de Tirajana… Y el resto de los municipios más poblados de las Islas.
La dominación de ambos ha hecho que Coalición Canaria, por ejemplo, la tercera agrupación con más papeletas obtenidas este domingo (114.718 electores), cayera en porcentaje de voto en las cuatro ciudades de la comunidad con más de 100.000 habitantes y solo alcanzara mejores resultados en tres de las siete capitales insulares (Puerto del Rosario, Valverde y Santa Cruz de La Palma). O que Sumar, el cuarto partido más votado en las Islas (107.322), sufriera importantes pérdidas de votos en prácticamente todo el Archipiélago.
Al PP, además, le vino de perlas que Vox no presentara candidatura en la provincia de Santa Cruz de Tenerife después de que varios miembros de la formación de extrema derecha dimitieran en bloque por discrepancias con la elección del cabeza de lista. Los populares aprovecharon la no presencia de los de Abascal y consiguieron grandes aumentos de representación en municipios como Adeje (incremento del 21,6%), Arona (20,3%), Candelaria (20%), Granadilla de Abona (18,9%), Icod de los Vinos (17,3%) y Tacoronte (15,3%).
Las cifras demuestran que 64 de cada 100 canarios votaron al Partido Popular o al PSOE en un ejercicio que, por un lado, refleja la vuelta del bipartidismo y la consecuente caída de las formaciones emergentes que revolucionaron la política española hace poco menos de una década, como Podemos, que ahora bajo las siglas de Sumar cosechó su peor resultado en Canarias desde el nacimiento del partido, allá por 2014. Y también del hundimiento del nacionalismo canario, que solo tendrá un representante en la Cámara Baja durante la próxima legislatura, Cristina Valido (CC), la primera vez en todo lo que llevamos de siglo que algo así ocurre.
De hecho, poco antes de la celebración de las elecciones, la secretaria general de Podemos y ministra en funciones de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, aseguró en un acto electoral en Las Palmas de Gran Canaria que el objetivo del poder “mediático” y “económico” es restaurar el bipartidismo en España. “Lo que nos jugamos es que esa España [con relación a la del 15M] siga existiendo y se abra paso para las transformaciones políticas y sociales que aún le quedan a este país”, dijo Belarra.
Expertos en actualidad política también han opinado recientemente sobre este asunto, en especial tras la desaparición confirmada de Ciudadanos (no presentó candidatura a estos comicios), la integración de Unidas Podemos en el proyecto Sumar de Yolanda Díaz y el desinfle de Vox en estas elecciones generales. “Los ciudadanos están cansados de unos proyectos que nacieron con muchísimas grandes esperanzas y que se han revelado como un bluff”, apuntó el experto en liderazgo político Euprepio Padula al medio digital Euronews.
“Con la pandemia, incluso con la guerra de Ucrania, se ha intentado también desde Europa (…) dar una salida menos radical que afecte menos a los ciudadanos y a la clase media, como ocurrió en 2008. Eso también ha permitido un escenario diferente para que los partidos tradicionales puedan consolidarse”, recalcó el director de Opinión Pública de Ipsos, José Pablo Ferrándiz, al mismo periódico.
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