'Contramapas', un viaje por las ocho islas para llegar a sus raíces

El escritor japonés Haruki Murakami escribió en 2010 el libro De qué hablo cuando hablo de correr, que aparentemente solo hablaba de transitar un camino, correr un sendero, hacer un deporte, en el caso del casi Nobel de Literatura, de practicar atletismo. Pero de lo que realmente habla el japonés en este libro de memorias es de todo lo que sucede desde el momento en que se inicia un periplo partiendo de un punto del mapa y hasta llegar al siguiente. Todo el mientras tanto. 

De eso va Contramapas, un proyecto de innovación social impulsado por la Asociación Cultural y Medioambiental Atlas, fundada en 2015 en Las Palmas de Gran Canaria, que surge desde un firme compromiso con la promoción cultural y medioambiental en las Islas Canarias y el anhelo de enriquecer la experiencia sociocultural del archipiélago.

Hasta el día 30 de mayo, día institucional de Canarias, este proyecto pretende realizar un total de aproximadamente 600 kilómetros a través del Sendero de Gran Recorrido de Canarias GR131, ruta homologada dentro de la Red Europea de Caminos. 

Senderismo, pero que trasciende al caminar y plantea un viaje desde la isla más oriental, La Graciosa y hasta el Faro de Orchilla, en El Hierro, por 24 etapas y 16 proyectos comunitarios de compromiso con la inclusión social y la cultura de raíces isleña.

Contramapas, caminando hacia la inclusión social, comenzó su segunda edición el pasado 1 de mayo en La Graciosa, tras completar los primeros 100 kilómetros del Sendero. Para salvar el mar y continuar el viaje en la isla de Lanzarote, el equipo cuenta con el Bocayna de Fred.Olsen Express, en cuyas travesías suenan chácaras, tambores, lapas y castañetas.

De Playa Blanca a Morro Jable, desde allí al Puerto de la Luz, el proyecto ha visitado en la isla un instituto de secundaria y han tenido un intercambio cultural con la Agrupación Folclórica de Carrizal. 

Ya en la mañana de este martes arrancaba el tramo grancanario del Sendero desde su primera baliza, situada en la playa de El Burrero, en Ingenio. Su segunda etapa en Gran Canaria, este miércoles desde el Pico de las Nieves hasta Artenara, y la tercera, antes de viajar con a Tenerife, cubrirá el jueves el recorrido Artenara-Agaete, lugar este último donde se celebrará un evento con música de Aníbal Llarena y Lajalada -proyecto de Belén Álvarez Doreste-.

Una de las partes más interesantes y rompedoras de este proyecto es la incidencia divulgativa y de intercambio de saberes que pretende tener con la población local de aquellos municipios y pueblos canarios por los que pase. 

Para Manuel Cabezudo, director del proyecto, es importante regalar a la población local todo el conocimiento y la riqueza que alberga el sendero GR131 y que sepan cuánto pueden hacer en su día a día por cuidar los caminos isleños. “Esos eventos comunitarios hacen uso del lenguaje de la música y danza de raíz para tener alcance en esos municipios gracias a nuestro equipo artístico compuesto por Aníbal Llarena y Hans Coello, que fusionan su propuesta artística con, por ejemplo, la propuesta artística de agrupaciones folclóricas y otros artistas que viven en esos municipios por donde pasa el sendero”.

Se trata de charlas divulgativas, eventos culturales, visitas a colegios, institutos, “y este año le hemos añadido una capa más al proyecto que es la inclusión social”, dice con cierto orgullo en la voz Cabezudo. “Porque a lo largo de estos años hemos visto cómo otras entidades de fuera de Canarias dinamizan el uso de los senderos, entidades referentes para nosotros, que es Transpirenaica Social Solidaria o Urmuga, que trabajan en el sendero que cruza los Pirineos desde el País Vasco hasta Catalunya y llevan más de 10 años desarrollando un proyecto muy bonito con jóvenes en situación de vulnerabilidad”.

Contramapas, caminando hacia la inclusión social es posible gracias al respaldo de la Consejería de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias del Gobierno de Canarias, así como de la Fundación “la Caixa”. También colaboran patrocinadores como el Cabildo de Lanzarote –además de que los siete Cabildos participan de una u otra manera-, Casa Áfric, Toyota Canarias, Runize, la Fundación Foresta y la Asociación Transpirenaica Social Solidaria, referente estatal en proyectos de inclusión social en el medio natural.

Desde la organización tienen claro que el alma del proyecto se alimenta de la idea de que no se trata solo de senderismo, solo de música, danza, o solo de proyectos comunitarios, no solo habla de andar. “El sendero en sí mismo, como recurso, es transversal, total”, continúa explicando el direcrtor. “Y sería triste que a este sendero se le empiece a dar uso y se convierta en un recurso de economía extractiva. Así que lo que tenemos claro es que esto es un recurso para todos y todas, y hay mucho trabajo por hacer, y ahí tiene que haber mucha implicación a nivel institucional, a nivel ciudadano también, pero esto es un tesoro para Canarias”.