Denuncian una agresión racista de la Guardia Civil
Wlademir y Jovanka son dos ciudadanos de nacionalidad polaca y serbia, respectivamente, residentes en Puerto Rico, en el municipio grancanario de Mogán, que denuncian haber sido víctimas de una agresión racista por parte de miembros de la Guardia Civil en el cuartel de Arguineguín.
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La pareja regresaba el pasado 11 de abril a su domicilio tras celebrar una fiesta en compañía de dos amigos. Sobre las 05:00 horas, el coche que conducía Jovanka chocó con dos vehículos estacionados cuando intentaba esquivar un gato que se cruzó en su camino.
Asustada, la ciudadana de origen serbio aparcó el vehículo en las inmediaciones de su residencia, apenas a 100 metros de donde se produjo la colisión. Fue en ese momento, según los denunciantes, cuando dos patrullas de la Guardia Civil que rondaban la zona se acercaron a su vehículo y, sin mediar palabra, la tiraron al suelo, maniatándola “con violencia”.
Jovanka asegura que los guardias se dirigieron a ella con una actitud muy agresiva. Excusa que no detuviera el coche cuando se apercibió de la presencia de la patrulla por “el estado de shock” en el que quedó tras su primer accidente desde que es conductora, y que paró de forma voluntaria cerca de su vivienda.
Según su versión, la denunciante instó a la agente a deponer su actitud, ante lo que ésta respondió lanzándole un escupitajo a la cara. Wlademir, “sorprendido” por la reacción y “preocupado” por el estado de su pareja, que recientemente se había sometido a un tratamiento hormonal, también recriminó a la guardia civil, aunque niega haberse encarado con ella, tal y como sostiene la agente de la Benemérita.
Vejaciones en los calabozos
Ya en el puesto de Arguineguín, las vejaciones y las agresiones continuaron en los calabozos, según los afectados. Jovanka denuncia que, atada de pies y manos, la empujaban hacia el suelo, que se orinó en dos ocasiones encima ante la negativa de los guardias a dejarle ir al lavabo y que, incluso, le llegaron a espetar ¿Por qué no te marchas a tu puto país? y Tengo ganas de romperte la boca cuando solicitaba acudir al médico.
En su declaración en los Juzgados de Primera Instancia de San Bartolomé de Tirajana aseguró haber tomado tan sólo “una cerveza”.
Jovanka presenta numerosas contusiones en brazos, espalda y piernas, cortes en los antebrazos y un cuadro de ansiedad por el que su médico de cabecera le ha recomendado que se someta a tratamiento psicológico
Por su parte, Wlademir denuncia que los agentes le negaron la asistencia médica durante varios minutos, a pesar de que estaba sufriendo un ataque de epilepsia, enfermedad que padece. Los guardias creyeron que el ciudadano polaco estaba simulando para poder así abandonar las dependencias policiales.
“Ni siquiera pude verles la cara, porque cada vez que intentaba levantar la cabeza, me tiraban contra el suelo”. También atado de pies y manos, los grilletes de plástico le provocaron heridas incisas en las muñecas.
Además, asegura que recibió golpes de diversa consideración en extremidades, espalda y en el rostro, que le suminstraron una manta mojada cuando pidió abrigo y que le trasladaron al puesto de Vecindario para separarle de su pareja.
Los denunciantes advirtieron tintes xenófobos en la actuación de los agentes de la Guardia Civil.
Cambio de turno
Jovanka y Wlademir permanecieron retenidos cerca de diez horas en las dependencias de la Guardia Civil, con traslados entre Arguineguín y Vecindario y visitas a centros de salud de por medio.
Los denunciantes recuerdan que, en la mañana del domingo, la actitud de los agentes que entraron con el cambio de turno fue radicalmente opuesta y les atendieron con amabilidad hasta que abandonaron el puesto y prestaron declaración.
Por su parte, la Guardia Civil ha declinado realizar manifestaciones sobre el incidente hasta que no se produzca la declaración de los agentes implicados en el juicio abierto.