Enfermeras y fisioterapeutas exigen medidas para acabar con la presión asistencial de la atención primaria

Enfermeros y enfermeras de atención primaria del Servicio Canario de Salud se concentraron este jueves ante las puertas de dos centros de salud enLas Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife convocados por el Sindicato de Enfermería (SATSE)

Agencias

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El Sindicato de Enfermería (SATSE) ha denunciado en las concentraciones organizadas este jueves en centros de salud de toda España “el grave deterioro, abandono y precariedad que sufre la atención primaria”, y ha exigido medidas que mejoren la atención y cuidados que se presta a los pacientes, sumándose también profesionales de Canarias. En concreto, en las islas las concentraciones han tenido lugar en Tenerife y Gran Canaria para exigir a la Consejería de Sanidad del Gobierno regional que no la abandone “a su suerte” y mejore la atención sanitaria y cuidados que recibe el conjunto de la ciudadanía.

Según ha informado la organización sindical, los profesionales canarios han mostrado su profundo malestar porque “después de dos años de lucha contra la pandemia y haber escuchado muchos compromisos por parte de los responsables públicos y políticos, la situación que sufren a diario es de una crónica escasez de medios y recursos mientras la sobrecarga y tensión asistencial es cada vez mayor”.

Bajo proclamas como “La Sanidad no es un gasto, sino una inversión en salud”, “Sanidad pública, sí o sí” o “Exigimos respeto y dignidad laboral y profesional”, enfermeros y fisioterapeutas han exigido soluciones a las administraciones y partidos políticos a los que, a su juicio, importa “muy poco” la atención y cuidados que se presta en los centros de salud.

En declaraciones a los medios de comunicación durante una concentración a las puertas de un centro de salud, la secretaria provincial de SATSE en Las Palmas, Mónica Cabrera, ha denunciado la falta de profesionales, el agotamiento de las listas y la falta de “previsión histórica”, una situación en la que, a su juicio, tienen que intervenir las universidades para aumentar su número de plazas en las carreras de enfermería y fisioterapia.

Cada año, ha detallado, se jubilan unas 700 enfermeras mientras que se gradúan en torno a unas 500 de las facultades.

“No se ha hecho nada. Entendemos que el numero de alumnos en las escuelas tiene que aumentar progresivamente porque nos quedamos sin profesionales. Debemos tomar medidas para recuperar aquellos profesionales que se han ido y mejorar las condiciones, que tengan una estabilidad, que la temporalidad deje de ser tan alta”, ha esgrimido la representante sindical.

Cabrera también ha relatado la situación de personal de enfermería que llevan entre ocho y diez años “dentro del sistema” y a los que todavía se les sigue renovando por años, una situación que, en cualquier caso, ha dicho, es más positiva que en otras comunidades autónomas donde se hacen contrataciones por meses e incluso días.

La sindicalista ha llamado a reforzar las condiciones laborales y profesionales y los recursos de la Sanidad canaria, con especial hincapié en la atención primaria, “el servicio de entrada al sistema”, y que según ha apuntado “está viviendo un momento de una presión asistencial sin precedentes”.

5,5 enfermeros por cada 1.000 habitantes

Así, ha pedido al Congreso de los Diputados que desbloquee la Ley de Seguridad del Paciente, donde se fijan esas ratios, para poder trabajar “con todas las garantías” y atender a los pacientes “con la máxima seguridad y calidad”.

Respecto a estas ratios, en atención primaria la media española, ha aseverado, está por debajo de los estándares europeos, con 5,5 enfermeros por cada 1.000 habitantes frente a otros países del entorno que cuentan con entre 7 u 8 profesionales por cada 1.000 ciudadanos.

“Trabajar con ese nivel de presión es inasumible. Necesitamos que se nos dé nuestro lugar y dignificar la profesión. Exigimos que se eliminen los subgrupos porque somos especialistas de grado”, ha expresado Cabrera, quien ha rechazado la calificación profesional que les encasilla como empleados públicos de tipo “A2” porque, a su parecer, esto “limita y pone piedras en el camino” en su desarrollo profesional y la posibilidad de llegar “a los órganos donde se toman las decisiones”.

Con una atención primaria fuerte, ha añadido, se evitaría “en un altísimo porcentaje” que muchas personas llegasen con patologías crónicas al hospital.

Desde la pandemia, y en especial con la sexta ola, la sindicalista ha resaltado que ha empeorado la presión asistencial de una manera “sin precedentes” que “pone de manifiesto las carencias que ya existían”.

“Nadie se puede imaginar lo complicado que es para una enfermera que su hijo se ponga enfermo”, ha dicho en relación a la dificultad de llevar a cabo una buena conciliación laboral, algo que ha relacionado con la insuficiencia de las plantillas. “Por primera vez este año se ha escuchado de que si alguien se cae, por enfermedad o por cuidar a un familiar, se cae el sistema”, ha lamentado la enfermera.

Cabrera ha apostado por dignificar la profesión y ha asegurado que “no van a parar” hasta contar con los medios que les corresponde “y los que la sociedad se merece”.

Respecto Las movilizaciones futuras, ha dicho que dependerá de la respuesta de los gobiernos y ha vuelto a pedir estabilidad, reconocimiento, soluciones “y no promesas vacías”.

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