El ‘tapado’ de Lifeblood pierde en Andalucía por “oferta anormal”

Carlos Sosa / Carlos Sosa

Javier Artiles Camacho, el abogado que estaba en las entrañas del concurso eólico desde la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias y simultáneamente en una de las empresas concursantes, Lifeblood, no se ha conformado con el negocio de la hemodiálisis en las Islas. También ha saltado el charco y se ha presentado a algunas en la Península con un resultado hasta ahora negativo para sus intereses. En Córdoba la oferta de su empresa, Avericum, fue descartada por el Servicio Andaluz de Salud por “desproporcionada y anormal”, y en Zaragoza logró cargarse un concurso del que había sido previamente descartado con un recurso ganado en el Tribunal Administrativo de Contratos de Aragón.

Artiles ya no concurre a licitaciones públicas bajo el anagrama de Lifeblood, la empresa tras la que se ocultó en 2010 para ganar inicialmente de manos del PP el concurso de la hemodiálisis de los hospitales Doctor Negrín y José Molina Orosa. Ahora se presenta con Avericum, la mercantil con la que opera desde principios de siglo y con la que ya obtuvo un contrato con el Servicio Canario de Salud en 2004 para el área sur del Hospital Insular de Gran Canaria.

En estos momentos Avericum se perfila como la empresa mejor posicionada para ganar ese concurso, anulado tras detectarse un presunto caso de corrupción que quedó finalmente archivado en los juzgados y en el que Artiles aparecía como principal encartado al haber participado en tramitaciones en las que era juez y parte. Fuentes del Servicio Canario de la Salud han confirmado a Canarias Ahora que la oferta económica de Avericum coloca a esa empresa como la mejor puntada, a pesar de reconocer que se trata de “una oferta arriesgada que nos obligará a estar muy vigilantes”.

En los próximos días se adjudicará ese concurso, al que se rebajaron 19 millones de euros sobre la primera convocatoria adjudicada por el PP en 2010.

No han corrido con similar suerte las ofertas lanzadas por Avericum en otras autonomías. Para el concurso denominado “concierto de hemodiálisis en el Club de Diálisis de la PLS de Córdoba”, la mercantil canaria fue derrotada por su competidora Fresenuis Medical Care en una reñida puntuación que se dirimió en las valoraciones de “criterios no automáticos”, es decir, los ajenos a puntuaciones estrictas como las que se refieren a la oferta económica.

En la resolución del Servicio Andaluz de Salud sobre este concurso se desgranan los criterios donde Avericum presentaba propuestas volátiles, poco argumentadas, demasiado genéricas, escasas, meramente declarativas, faltas de concreción y hasta erróneas.

Avericum y Fresenius se acercaron bastante en la puntuación acerca de las características de las instalaciones, el equipamiento y las ampliaciones y mejoras del programa de tratamiento (45 y 43,75 puntos, respectivamente). Y hasta en los criterios económicos, la empresa del letrado Javier Artiles ganó a su competidora por 35 décimas (35 puntos frente a 34,65), al ofertar 7.107.067 euros frente a los 7.178.856 euros de Fresenius, pero su baja puntuación (5 frente a 20) en la evaluación de las características de las instalaciones, el equipamiento y el programa de tratamiento de los pacientes, le condujo a la derrota. El resultado final fue de 85 puntos para Avericum frente a 98,40 de Fresenius.

Pero lejos de las valoraciones puramente cuantitativas, la resolución del pasado 22 de enero del Servicio Andaluz de Salud del concurso para la hemodiálisis de Córdoba destaca por una frase verdaderamente reveladora: “Se resuelve adjudicar el procedimiento a la empresa que ha presentado la oferta que no ha sido declarada desproporcionada o anormal y que resulta económicamente más ventajosa”.

Cambio de calificación en Zaragoza

El otro concurso público peninsular al que ha concurrido la empresa de Javier Artiles es el de la hemodiálisis en los hospitales adscritos al Servicio Aragonés de Salud. La participación de Avericum en esa licitación pública puede calificarse de efímera porque ni siquiera se llegó a puntuar la oferta que presentó, ni la que en su competencia propuso el Hospital San Juan de Dios.

En una resolución de julio de 2013, la administración sanitaria aragonesa decidió excluir del concurso a Avericum por defectos no subsanados en su documentación, concretamente por “no aportar autorización administrativa exigida en el pliego de cláusulas administrativas entre los criterios de solvencia técnica”.

Sin embargo, en lugar de recurrir esta exclusión en su espíritu, Javier Artiles acudió al Tribunal Administrativo de Contratos de Aragón para pedir el cambio de calificación del concurso de la hemodiálisis, de manera que pasara de ser una concertación a ser una prestación de servicios, lo que evitaría la exigencia de autorización administrativa como requisito de solvencia técnica.

El tribunal le dio la razón y el concurso quedó anulado a la espera de que la administración sanitaria vuelva a publicar una nueva convocatoria con esa nueva calificación administrativa.

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