El “inexplicable” brote de coronavirus en una residencia de Tenerife frena la buena tendencia de Canarias

Residencia San Pancracio Vistabella.

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

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Canarias ha registrado desde que comenzó la pandemia 305 fallecidos con COVID-19. 31 de estas muertes se han producido en residencias de mayores y ninguna en centros de personas con discapacidad. Se trata de un 10% del total de muertes en las Islas por esta enfermedad, el porcentaje más bajo de todo el país, solo por detrás de Murcia (con 78 fallecidos en residencias), Cantabria (152) o Baleares (188) y lejos de otras como Madrid (6.038) o Catalunya (4.266). Sin embargo, pese a la tendencia más baja de todo el Estado, el Archipiélago se mantiene esta semana con la vista puesta en una residencia privada de Tenerife, donde se ha registrado un brote en el que en apenas unos días han fallecido tres personas y se han contagiado 26 residentes y 13 trabajadores. Un brote que preocupa y del que aún se investigan sus causas. 

La residencia privada San Pancracio, en Vistabella (Tenerife), tiene plazas para 28 usuarios y tuvo que ser intervenida el pasado fin de semana por la Consejería de Sanidad, que asumió su gestión al encontrarse todos los empleados en cuarentena. Desde entonces, el caso se encuentra en investigación, ya que es “inexplicable” que todos los trabajadores y residentes se hayan contagiado al mismo tiempo. El 10 de noviembre se producían dos nuevas hospitalizaciones relacionadas con este brote, mientras que la presidenta de la asociación el Defensor del Paciente, Carmen Flores, ha pedido a la Fiscalía que investigue también este caso.

La viceconsejera de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias, Gemma Martínez, lamenta lo ocurrido, pero añade que se ha actuado con rapidez por parte del Ejecutivo. Desde que se tuvo conocimiento del primer positivo se realizó el cribado a toda la residencia. Aún no se explica qué pudo ocurrir y también señala que se encuentra en investigación. La prioridad, afirma, es controlar la situación y seguir trabajando para proteger las residencias. El Gobierno ya había cribado todos los centros de mayores y apunta que dada la buena tendencia se estaba valorando rebajar un poco algunas de las estrictas medidas del protocolo y empezar a abrir algunos centros de día, pero la situación volverá a analizarse con los nuevos datos. 

7.042 usuarios en residencias públicas y privadas canarias

Canarias cuenta con 133 residencias y 7.042 usuarios, tanto en públicas como en privadas. Gemma Martínez explica que desde septiembre no se habían producido fallecimientos por COVID en estos espacios. Entre las dos olas de la enfermedad se han producido 31 muertes, la última el pasado martes. 31 residentes en todo el Archipiélago cuentan con diagnóstico positivo por COVID, 24 de ellos en la residencia de Vistabella. Según datos de la Consejería de Derechos Sociales del pasado 10 de noviembre, con sintomatología compatible a espera de resultado había 11 personas (10 en Gran Canaria y una en Tenerife). En residencias públicas hay 2.586 usuarios y se han registrado diez fallecimientos desde que comenzara la pandemia. En las privadas hay 4.456 residentes y han muerto 20 desde marzo. 

Gemma Martínez destaca que para contener el virus dos han sido las claves fundamentales. Por un lado, un seguimiento diario, “recibimos informes cada día de todas las residencias que compartimos (públicas y privadas), 133 de mayores y 95 de personas con discapacidad y desde el 10 de marzo les pedimos que nos comunicaran de manera puntual todas las incidencias relacionadas con la COVID-19”, asegura. Así mismo, otras de las claves que apunta es la orden publicada en mayo y modificada ligeramente en julio. “Es complejo para las familias y los residentes, han hecho un gran esfuerzo”. 

Duro régimen de visitas

En la orden se establecía que las visitas quedarían organizadas por cita previa, “por un tiempo limitado y un familiar por residente (a ser posible siempre la misma persona) y evitando el contacto físico”. Además, “se asegurará por la dirección del centro o establecimiento residencial una visita semanal de duración no superior a una hora, que podrán ser ampliables en número y tiempo según las características de cada centro y de la evolución de la situación epidemiológica”. La viceconsejera señala que las restricciones dependen de las características de cada residencia (si tienen espacios al aire libre, zonas comunes…) y cada centro puede modificar un poco las normas, siempre siendo más restrictivos y nunca menos. 

En la orden se recalca que “no se permitirá la visita a personas con sintomatología sospechosa de COVID 19” y que a la entrada se exigirá a las personas visitantes una declaración responsable. Así mismo, no se permite la entrada de menores de 14 años. Para todos aquellos establecimientos en los que no todas las personas usuarias realicen salidas, se procederá a la sectorización de los espacios y recorridos de desplazamientos mediante circuitos. Esta medida es una de las claves para frenar otros brotes que se han producido, como en el del centro sociosanitario de El Sabinal, en Gran Canaria. 

La viceconsejera también explica que se ha establecido un estricto protocolo de retorno para aquellas personas que decidieron pasar un tiempo con sus familiares y ahora quieren volver. “Con realización previa de PCR y en caso negativo se producirá el ingreso en el centro residencial en el plazo de 24 horas, permaneciendo en cuarentena 14 días desde el ingreso”, señala el escrito. 

Centros lúdicos de mayores, a la espera

En una reciente reunión entre miembros de la Consejería de Derechos Sociales y el el Consejo de Mayores se solicitó que se elaborase un protocolo de apertura de los centros de día con medidas de control y protección. Se trata de clubes sociales donde los mayores realizan actividades de envejecimiento activo y recreativas que ayudan a prevenir la soledad y fomentar su ocio. La consejera Noemí Santana anunció entonces que se está trabajando para agilizar la apertura de la red de 24 centros de día para mayores “con todas las garantías sanitarias”. De hecho, en Canarias unas 46.000 personas hacen uso de la red de centros, de los cuales siete son gestionados directamente por la Consejería. Gemma Martínez señala que ahora habrá que analizar de nuevo la situación, pero la idea era abrir uno en la capital tinerfeña y otro en Las Palmas de Gran Canaria. Ya en agosto se barajó abrirlos, pero al dispararse los contagios por COVID, especialmente en Gran Canaria, decidió posponerse y ahora, tras el brote de la residencia de Tenerife, vuelve a estudiarse la situación. 

Si tienes información sobre la situación en las residencias de ancianos durante la pandemia, escríbenos a pistas@eldiario.es

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