La producción cultural canaria critica los casi 600.000 euros que cuesta traer el musical 'Evita'

Musical Evita

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

La programación del musical Evita en la capital grancanaria vuelve a poner de manifiesto el descontento de los productores isleños con la gestión del Auditorio Alfredo Kraus y el Teatro Benito Pérez Galdós. Para traer este espectáculo de Londres desembolsarán una cifra que oscila entre los 500.000 y 600.000 euros. Un gasto que, según numerosos profesionales de la cultura de la isla, muestra que “una vez más” se ha actuado en “detrimento de la industria local” y con el que se plasma el “fracaso” de estos centros para permitir un proyecto cultural solvente.

Los profesionales de la cultura, a pesar de que defienden que la población canaria tiene derecho a disfrutar de espectáculos de calidad, se quejan de que la Fundación Canaria Teatro-Auditorio de Las Palmas de Gran Canaria, que gestiona estos espacios, no presenta una programación continuada, gasta elevadas cantidades en traer una sola obra y obvia a las producciones canarias. Además, para tratar de suplir los costes de estas inversiones las entradas de los espectáculos como Evita se encarecen – en este caso las localidades van desde los 20 a los 80 euros- por lo que exponen que tan sólo podrán disfrutar de estas funciones los ciudadanos con una “economía saneada”.

El productor de Clapso, Israel Reyes, apunta que cuando no ha habido dinero “no se ha producido nada” pero que, en cuanto hay momentos de recuperación monetaria, “el modelo es el de mirar hacia otro lado y no hacia la industria local, que es la que puede generar puestos de trabajo en el sector”, puntualiza. En este punto coincide el director de Mestisay, Manolo González, que explica que cada vez que se proyecta una obra hay un riesgo que se debe asumir porque no se puede prever la asistencia de público con la que contará. Sin embargo, se cuestiona por qué estos centros arriesgan ese elevado coste en producciones extranjeras como Evita y no se lleva a cabo ni una parte de ese riesgo en obras locales.

González defiende que muchas funciones canarias son de calidad y cuelgan el cartel de lleno en otros espacios como el Teatro Cuyás o el Guiniguada. Por ello, considera que la gestión de esta Fundación, que está apoyada por patronos públicos, es “impresentable”. La productora de Camino Viejo, Natividad Santana, también señala que en estos espacios no se les ofrece facilidades a la industria local y que con estas inversiones en espectáculos de fuera la gerencia sólo pretende tener al final de año “unos buenos beneficios y decir que son unos grandes gestores”, asegura.

Según explican estos productores el costo para representar sus obras en estos edificios son “desorbitados” y se les hace inviable. “No se trata de que no compren nuestras producciones sino de que es imposible arriesgarnos a producir ahí”, matiza Israel Reyes. Todos ellos apuntan a que alquilar un productor de vídeo o un monitor de sonido puede llegar a costar el doble de dinero que en otros espacios y “no es porque las empresas pongan esos precios” indica Natividad Santana y añade que “es la gerencia la que impone esas cantidades”. La productora manifiesta que le parece “lamentable” que se gasten este dinero en Evita pero que no le sorprende, pues ya ha ocurrido con otros musicales como Electra y afirma que la industria canaria está acostumbrada a este tipo de acciones por parte de la gerencia. El actor Víctor Formoso, también asegura que está acostumbrado a este tipo de acciones y que el gasto le parece “una vergüenza”, pues “podrían revertirlo en los productores locales, que ayudarían a crear empleo”, indica.

Los profesionales manifiestan que la Fundación se excusa para poner estos precios en que el mantenimiento de esos edificios resulta muy costoso, pero consideran que igualmente “nunca cuadran las cuentas”. De hecho, Israel Reyes indica que ha llegado a formar parte de mesas de negociación en las que han estado presentes miembros de la SGAE y políticos que han tendido la mano a la gerencia, pero que hoy día siguen sin tener solucionado este problema y continúa siendo “inviable” producir en estos espacios.

Hay otros productores que aseguran que sí que han tenido facilidades a la hora de entrar en estos centros culturales como Ayozet López de la productora Acelera, que considera que su proyecto encaja en el Auditorio y que se ha encontrado unas condiciones favorables, “siempre hay un riesgo que asumir y depende de cada proyecto”, explica. Sin embargo, no es la opinión más extendedida, la mayoría de las fuentes consultadas reiteran que el Teatro Pérez Galdós y el Auditorio Alfredo Kraus son espacios “apagados” para la cultura canaria y que se debería hacer una revisión de su gestión puesto que el actual gerente, Luis Acosta, no ha permitido el acceso a los autores locales. Algunos profesionales que no han querido exponer su nombre señalan que hay producciones españolas muy importantes que se han encontrado con el mismo problema de financiación para actuar en estos espacios.

Por su parte, la subdirectora de programación de la Fundación, María Sánchez-Fernaud explica que han realizado estudios de comportamiento y están convencidos de que el musical va a tener aceptación en la ciudad. Considera que traer un espectáculo de este “calibre” es una “oportunidad única” para la capital grancanaria. El musical se escenificará del 3 al 17 de julio, por lo que considera que también podrá tener aceptación entre los turistas. Además, aclara que se proyectará en versión inglesa y con subtítulos en español.

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