La prolongación de la estación cálida incrementa el número de casos de alergia por picadura de himenópteros
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
La prolongación de la estación cálida incrementa el número de casos de alergia por picadura de himenópteros, según aseguran los expertos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Por ello, alertan del peligro de estos insectos durante los meses de septiembre y octubre.
En este sentido, desde esta sociedad científica aseguran que los alérgicos al veneno de las avispas y las abejas son ya un tres por ciento del total de la población, de los cuales entre 15 y 20 personas podrían morir al año. Por ello, les recomiendan la inmunoterapia, que “es eficaz en el 97 por ciento de los casos”.
Sin embargo, consideran que estos insectos son diferentes a los de los últimos años. Como ejemplo, indican que la avispa papelera o Polistes está desplazando a la avispa común en España debido a que “es más resistente a la contaminación”.
Además, los expertos de la SEAIC señalan que se pueden realizar acciones para evitar que se aumente la incidencia de esta patología. En referencia a ello, manifiestan que el uso de abejorros para la polinización de plantas de invernadero “contribuye a este incremento”.
Por todo ello, la coordinadora del Comité de Alergia a Himenópteros de la sociedad, la doctora Arantza Vega, aconseja a los afectados “no bajar la guardia” porque las avispas y abejas van a seguir activos y agresivos, y porque se va a seguir haciendo vida al aire libre.
En cuanto a las reacciones que producen las picaduras en los alérgicos, éstas responden a picor, enrojecimiento y edema circunscrito en la zona donde pica el artrópodo. Sin embargo, en personas más susceptibles puede producirse una hinchazón intensa y de larga duración.
LAS REACCIONES GRAVES ACARREAN EN OCASIONES DIFICULTAD PARA RESPIRAR
No obstante, si se producen reacciones sistémicas o generalizadas, “que se manifiestan por picor y erupción a distancia de la picadura o por toda la piel y, en ocasiones, dificultad para respirar y alteración del nivel de conciencia”, éstas deben ser consideradas de importancia médica, aduce Vega.
Al hilo de ello, la experta señala que, en general, las personas que sufren una reacción alérgica grave “no son enviadas a un especialista en alergia y, por tanto, no reciben un correcto diagnóstico y tratamiento para su enfermedad”. Esta situación “supone un riesgo para su vida”.
Por otra parte, y con la pretensión de reducir el número de picaduras en los alérgicos, la SEAIC recomienda evitar realizar acciones que puedan hacer que el mosquito se sienta amenazado. En este sentido, no es aconsejable acercarse a sus nidos ni realizar aspavientos en su presencia.
Además, no es la mejor idea “comer al aire libre, manipular contenedores de basuras, realizar actividades de jardinería, llevar sandalias o ir perfumados”, subrayan. Añadido a ello, es acertado conducir con las ventanillas cerradas y confirmar que no hay insectos en el vehículo antes de iniciar la conducción.
Por último, los expertos afirman que en caso de picadura se recomienda no permanecer en la zona, ya que las feromonas de alarma liberadas durante el ataque podrían atraer a otras e inducir nuevas picaduras; y usar la medicación indicados. “En caso de síntomas importantes acuda rápido al médico o servicio de urgencias más cercano”, concluyen.