Cuatro municipios piden al Cabildo de Tenerife que se haga cargo y traslade el albergue para animales Valle Colino

Los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Tegueste y El Rosario instan al Cabildo de Tenerife a que asuma la gestión del albergue comarcal de animales Valle Colino y determine un nuevo emplazamiento para sus instalaciones.

Representantes técnicos y políticos de las cuatro corporaciones locales han mantenido una reunión esta semana para analizar la situación del albergue y han acordado urgir al Cabildo a convocar una reunión para consensuar una solución que permita ampliar y mejorar las instalaciones del centro en un nuevo emplazamiento.

En esa reunión analizaron los diferentes informes técnicos elaborados por el Ayuntamiento de La Laguna sobre la ubicación actual del albergue, las necesidades de ampliación que trasladan sus responsables y las posibilidades que existen de ampliación o traslado, según ha informado la corporación local lagunera.

La documentación aportada revela que la situación urbanística y la clasificación del suelo donde se encuentra el centro imposibilita su ampliación, añade el Ayuntamiento.

Para poder ampliar estas dependencias, lo cual conllevaría “ciertos riesgos” por el terreno en el que se asienta, se tendría que recurrir a una modificación del planeamiento, lo que podría conllevar hasta dos años de tramitación, explica La Laguna. Los asistentes a la reunión coincidieron en que se trata de una situación de emergencia que requiere de una solución inminente.

Todos los ayuntamientos implicados ya están contactando con sus distintas gerencias de urbanismo para detectar posibles parcelas que cumplan con los requisitos establecidos y, de esa manera, ponerlas a disposición del Cabildo de Tenerife para que sea la administración insular la que asuma la gestión del nuevo centro y decida su nueva ubicación.

Los informes del Ayuntamiento de La Laguna apuntan a deficiencias en la fachada y el interior de esta infraestructura, por lo que se considera necesario un traslado de la actividad del refugio a otro recinto adecuado, con el objetivo de evitar cualquier riesgo de la actividad, sus profesionales y los animales que alberga.