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Opinión - El pueblo es quien más ordena todavía. Por Rosa María Artal

Tras las huellas de Robin Hood en el Bosque de Sherwood

Viejos robles en Sherwood, el bosque que sirve de escenario a las aventuras de Robin Hood.

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Las Islas Británicas son pródigas en leyendas e historias que han logrado sobreasar los límites de sus costas y convertirse en verdaderos mitos de la cultura popular. En otros viajes por tierras inglesas hemos hablado de lugares vinculados al Rey Arturo. Hoy nos vamos a detener junto a un pequeño bosque situado a medio camino de Londres y la frontera escocesa para descubrir los orígenes de otros de esos personajes míticos de la historia popular inglesa. El bosque de Sherwood de hoy no es lo que era en los tiempos en los que Ricardo Corazón de León se encontraba cautivo en tierras de Austria. Apenas quedan 324 hectáreas de lo que un día fue una verdadera selva que cubría buena parte del centro de Inglaterra entre las ciudades de York y Nottingham. Un bosque que se extendía por varios condados y era uno de los cotos de caza real más importantes del país. Un lugar que se hizo famoso mundialmente gracias a un nombre que no se sabe correspondió a alguien de verdad.

Robin Hood encarnó durante siglos el arquetipo de héroe popular. El ladrón que robaba a los ricos para dar de comer a los pobres; el defensor de los ultrajados sajones subyugados por la élite normanda; el proscrito que caza en los cotos reservados a la nobleza; el romántico amante de la pobre Marian, obligada a casarse contra su voluntad; el leal seguidor de Ricardo ante la codicia de su hermano Juan; el confiscador de impuestos que cobra de manera cruel e injusta el malvado sheriff de Nottingham. Según parece, el origen del mito está bastante lejos de aquí y alude a un famoso ladrón italiano llamado  Ghino di Tacco que vivió en el siglo XIII en la Toscana. También se habla, como germen del personaje, de hasta tres forajidos ingleses que vivieron algunos cientos de años más tarde de lo que la tradición dice.

Esos historiadores aluden a varios documentos en los que se habla de cazadores furtivos con el apellido Hood. En 1226 un acta judicial de Yorkshire habla de un fugitivo llamado Robert Hod. En 1262 otro documento hallado en Berkshire habla de un ladrón conocido como William Robehod. Y en 1354 aparece otra acta en la que aparece un tal Robin Hood que espera sentencia por robos y asaltos en los bosques de Rockingham. Hood significa truhán; así que no es raro que muchos Hoods merodearan por los bosques de Inglaterra en aquellos tiempos brutales. La cultura oral fundó el mito que se acrecentó gracias a la literatura, el teatro y, en el siglo XX, el cine. Y la idea de héroe fraguó. Según dicen, las correrías de Robin se centraron en las frondas de Barnsdale, bastante más al sur. Pero la tradición y la literatura otorgaron a Sherwood el estatus de escenario de las aventuras del mítico arquero y su banda de desposeídos justicieros.

El Bosque de Sherwood hoy es apenas una pequeña mancha verde oscura rodeada de prados y pequeños pueblos. Como decíamos antes, apenas supera las 324 hectáreas, aunque en los últimos tiempos las autoridades locales han comprado varias propiedades aledañas para hacer crecer la superficie arbolada. En el Centro de Interpretación (Forest Corner, sn - Edwinstowe-; Tel: (+44) 1623 677 321) vamos a comprender el espacio natural y también el contexto en el que se desarrolla el mito de Robin Hood: la conquista normanda de Inglaterra (1066) impuso una severa reforma de las leyes forestales y lugares como Sherwood (en aquellos tiempos Shirewood o bosque del condado) se convirtieron en cotos de caza reservados a la nobleza. Talar madera o la caza mayor –los ciervos y árboles del Rey- en sus límites era considerado un delito capital. Un extremo que dificultó aún más la miserable vida de los campesinos y pastores del país –en su inmensa mayoría de origen britano y sajón-. De esa oposición a la apropiación privada del bosque por parte de los privilegiados nace el mito del proscrito rebelde que desafía al poder establecido.

 Originariamente, Sherwood era un bosque atlántico templado con abundancia de robles, olmos y hayas; pero hoy, la mayor parte de la floresta está formada por pinares de repoblación. Lamentablemente, Inglaterra es uno de los lugares más castigados por la pérdida de masa forestal de Europa. Aún así, en el interior de Sherwood quedan algunas porciones de flora nativa con algunos ejemplares dignos de mención como el conocido como ‘The legendary Major Oak’, un soberbio roble de más de 1.000 años de edad que ya estaba por aquí en aquel lejano siglo XII –es uno de los árboles más famosos y queridos del país-. En el lugar hay un buen puñado de grandes abuelos con muchos cientos de años a cuestas. También varios senderos y bastantes referencias al vecino más famoso del lugar. A veces en forma de carteles o otras con estatuas de escasa fortuna en la que se pueden ver algunos de los episodios más famosos de la historia del ladrón Hood. Aprovecha la ocasión para visitar el pequeño pueblecito de Edwinstowe y si tienes interés, a pocos kilómetros de aquí (y muy cerca de otra de las manchas principales de bosque -Sherwood Pines-) puedes hacer un alto en la Abadía de Rufford (Rufford Abbey Country Park; Tel: (+44) 1623 821 338), una casona solariega del siglo XVII que tiene adosados los restos de una abadía cisterciense del siglo XII –cuando se desarrollan los hechos-.

UNA VISITA A NOTTINGHAM.- Una ruta por los lugares icónicos de la leyenda de Robin Hood no puede dejar atrás la ciudad de Nottingham, sede del poder nobiliario y la opresión encarnados en la figura del temible Sheriff. El nombre del antagonista de nuestro héroe no se menciona en la historia, pero si atendemos al periodo histórico al que alude la trama (la ausencia del Rey Ricardo I durante las Cruzadas –del 1090 al 1094-) el dudoso honor de ser uno de los personajes más odiados de la Historia recaería en la figura del noble normando William de Wendenal. Nottingham es una ciudad que se ha desbordado en un sinfín de suburbios y barrios que casi esconden su pequeño pero bonito casco histórico dónde hay varias cosas muy interesantes de ver.

Si seguimos con nuestra historia, la primera visita debería ser el Castillo de Nottingham (Lenton Rdoad, sn; Tel: (+44) 1158 761 400), una magnífica fortaleza construida a inicios del siglo XII por orden del mismísimo Guillermo el Conquistador para asentar en la zona el poder de la nobleza normanda y controlar cualquier atisbo de rebelión sajona (lo que entronca directamente con la leyenda de Hood). Aunque el edificio fue convertido en una residencia palaciega en el siglo XVII, aún conserva algunos rastros de su pasado medieval y en su interior podemos ver varias exposiciones (una de ellas sobre Hood). A los pies del castillo puedes ver un sistema de cuevas que servían como vías de escape de la fortaleza y el Museum of Nottingham Life (Brewhouse Yard; Tel: (+44) 1158 761 400), antiguas casas del siglo XV reconvertidas en un interesante museo arqueológico e histórico. Ahí mismo tienes otra joya: el Ye Olde Trip to Jerusalem (Brewhouse Yard, 1), que tiene el honor de ser el pub más antiguo del país (casi mil años abierto).

Nottingham tiene fama de díscola. La llaman la Ciudad Rebelde, por los numerosos levantamientos y motines que se han gestado en sus calles; aquí se inició, por ejemplo, la Guerra Civil entre monárquicos y parlamentarios en el siglo XVII. No es de extrañar que la figura de Robin (que tiene una estatua en los bonitos jardines de la fortaleza) haya cuajado tan bien en la zona. El Shire Hall (High Pavement; Tel: (+44) 1159 520 555), oficina y corte del Sheriff desde el siglo VII –obviamente el edificio es bastante posterior a la Edad Media-, alberga un truculento Museo de la Justicia que pone el acento en las diversas maneras de castigo y tortura. Otro atractivo de este museo es adentrarse en las entrañas de la ciudad y visitar alguna de las casi 600 cuevas que horadan su subsuelo. Algunas de estas cuevas sirvieron como refugios antiaéreos durante la Segunda Guerra Mundial y han sido habilitadas como tales, un ejemplo que pone de manifiesto el uso continuado de estas cuevas a lo largo de la historia.

Un paseo por la ciudad te pone delante varias postales interesantes. Saint Mary (High Pavement; Tel: (+44) 115 9582 105), por ejemplo, es una preciosa iglesia gótica del siglo XIV que bien merece una visita (las vidrieras son preciosas y el espacio interior, pese a ser sencillo es muy bonito) y un paseo hasta Old Market Square, dónde se encuentra el magnífico Ayuntamiento, te va a sorprender.

Fotos bajo Licencia CC: Char; Jirka Matousek; Arcadiuš; steve p2008; speedygroundhog; alan feebery

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