Keruin P. Martínez, candidato de IU-Podemos en Santander: “Gema Igual representa a las élites que gobiernan la ciudad desde el incendio de 1941”
Keruin P. Martínez (República Dominicana, 1989) es licenciado en Historia por la Universidad de Cantabria, camarero, fotógrafo y cofundador y coeditor de Revista Amberes. Por ser, es también uno de los principales actores políticos en Santander a la izquierda del PSOE: como coordinador de Izquierda Unida en la capital ha adquirido la responsabilidad añadida de asumir el reto de encabezar la candidatura municipal de IU-Podemos y, según preconizan las encuestas, tiene muchas opciones para ocupar el escaño que deja Miguel Saro en el salón de plenos.
El candidato lleva semanas de encuentros, citas y entrevistas y el cansancio es evidente, pero su mensaje es claro, sencillo y sin titubeos: “Tenemos que atrevernos a dar el paso para dar un vuelco a esta ciudad”. Y su aspiración no es menos clara: gobernar, tocar poder para cambiar las cosas. Pero para ello, primero tiene que ser decisivo en la formación del próximo equipo de gobierno municipal.
Hace un tiempo ya, en una entrevista previa, hablaba de las buenas vibraciones que sentía ante las próximas elecciones. Me gustaría saber si ese optimismo se conserva.
Lo sigo conservando, pero con más fundamento. Está el trabajo de año y medio y, si conseguimos movilizar a toda la gente que cree que puede haber un cambio en Santander, podemos conseguirlo. Ya hubo tres concejales de izquierdas en 2015 y todo depende en la capacidad de movilizar a esa base y a otros sectores que están hartos de los partidos mayoritarios.
¿Hay base para construir una alternativa a la derecha hegemónica?
Frente a los que dicen que aquí no hay cambio posible, puedo decir que hay base para construir una alternativa. La cuestión es qué ofrecemos, qué proponemos y cuánto escuchamos, muy importante.
Hace unos meses hubo una posibilidad de configurar una mayoría alternativa en el Ayuntamiento de Santander, vía moción de censura. ¿Está de acuerdo? ¿Fue realmente posible?
Era una oportunidad que no podíamos dejar pasar. De hecho, Miguel Saro [único concejal de Unidas por Santander esta legislatura] lo propuso. Nosotros desde fuera dijimos que no podíamos perder esa oportunidad. Ahora estaríamos en una situación muy distinta. ¿Qué pasó? El PSOE falló, en la línea de no hacer oposición toda la legislatura, estando absolutamente desaparecido y descapitalizado personalmente, Javier Ceruti [miembro del equipo de gobierno como concejal de Ciudadanos], que era la llave para formar esa alternativa, parecía que estaba dispuesto y creo que el PRC estaba en disposición de dar el paso. Quien no lo dio, y eso tiene que quedar muy claro, fue el PSOE, que hizo dejación de funciones: ser líderes de la oposición.
En un ejercicio de pragmatismo, y partiendo del hecho de que obtengan representación, ¿qué condiciones pondrían para armar una alternativa a los gobiernos conservadores?
Nosotros queremos gobernar y todos los acuerdos los haremos en base a programas.
¿Hay alguna línea roja, alguna condición sine qua non?
La única línea roja que tenemos es la extrema derecha con la que ni queremos ni debemos mezclarnos. La extrema derecha definida, y la extrema derecha indefinida, está gobernando. Que unos sean más lenguaraces no obsta para que compartan una misma línea política, que es favorecer a unos pocos en detrimento de lo que es bueno para la mayoría. Pero la extrema derecha no me interesa nada, me interesa más Gema Igual y César Díaz [alcaldesa y concejal de Fomento del PP], que tiene tres concejalías vitales: movilidad, vivienda y obras públicas.
¿A quiénes representan ambos?
Gema Igual y César Díaz representan a las élites que gobiernan la ciudad desde el incendio de 1941, que supuso una reorganización de la propiedad y la expulsión de las clases populares del centro de la ciudad. La élite que generó es la que pone, quita y decide. Y ellos están perfectamente interrelacionados. Y van a hacer todo lo posible para que no entremos en el Ayuntamiento.
Estas semanas está manteniendo entrevistas con colectivos vecinales y profesionales. ¿Qué mensajes le están llegando?
Me hablan de decadencia. Que pasen por Vista Alegre o por El Cabildo, o San Román, un pueblo que presta servicios básicos a la ciudad como el cementerio y la depuradora y no tiene una acera o una línea de autobuses. ¿Qué dice la gente? Dice que hay un abandono.
¿Qué política fiscal defiende para el Ayuntamiento de Santander?
Ahí me agarro a la Constitución. Los impuestos han de ser progresivos y la ciudadanía ha de entender que los servicios públicos no son gratuitos, sino que se sufragan con impuestos y, si queremos tener buenos servicios públicos, hay que disponer de fondos, pero que han de recaudarse de forma progresiva.
¿Cómo pediría el voto a un santanderino?
Le diría que se atreva a mirarse al espejo y rompa la mitología de que aquí no se puede hacer nada.
¿No le preocupa defraudar posiblemente las expectativas que genere?
No me da miedo el fracaso, me da mucho miedo defraudar. Pero cumpliremos con nuestro compromiso político, que dependerá de la fuerza que nos den los ciudadanos en las urnas. Mi llamamiento es: Rompamos ese corsé mental que tenemos de que aquí no se puede hacer nada.
No me da miedo el fracaso, me da mucho miedo defraudar. Mi llamamiento es: Rompamos ese corsé mental que tenemos de que aquí no se puede hacer nada
El Santander 'oculto', no palpable, el de la política social, ¿cómo se encuentra?
No es la parte oculta, es la parte ocultada. Nuestros objetivos son a corto y medio plazo. Hay muchos problemas que se deben ir solucionando ya y hay otros que son más de fondo. Cuando hablamos de transformar la ciudad para hacerla más vivible, más amable, estamos hablando de medio plazo. No se puede hacer en cuatro años, pero hay muchas políticas que se pueden hacer desde mañana mismo con criterios de igualdad de trato.
¿Puede ponerme un ejemplo de qué podría hacer mañana mismo?
¿En qué sentido?
Un barrio, por ejemplo.
Hacer una política adecuada de gestión de los centros cívicos de los barrios, contando con personal estable de administración y programación. Los centros deben ser dinamizadores socioculturales de cada barrio. Y para eso deben contar con personal estable que haga programación con criterios como el multigeneracional. No queremos actividades solo para mujeres, jóvenes... sino también actividades conjuntas. Es un ejemplo básico.
¿Cómo le pediría el voto a un joven?
A una persona de entre 18 y 25 años que quiera oportunidades le diría que se pueden hacer muchas cosas y que no está condenado a alimentar la burbuja del turismo, sino que con la política adecuada puede aspirar a quedarse en su ciudad si así lo quiere.
¿El turismo lo ocupa todo?
Santander ha hecho una apuesta de desarrollo basada en el turismo, que lo devora todo. Es un sector importantísimo pero no podemos generar dependencia con esa actividad. Tenemos que tejer alianzas con otras administraciones, como la autonómica, y con las instituciones en la ciudad. Un ejemplo de lo que genera el turismo sin regulación es el problema de la vivienda, que afecta principalmente a los jóvenes. Hay poca vivienda en alquiler, hay mucha economía sumergida en los alquileres vacacionales y eso deja un mercado de vivienda en el que la oferta no da respuesta a la demanda.
Me imagino que propongan medidas de regulación...
La más ambiciosa es que haya en el Ayuntamiento una oficina que vigile las ofertas de alojamiento turístico. A partir de ahí, elaborar un catálogo regulado.
Y a una mujer parada, de más de 50 años, ¿qué le diría?
Le diría que hay muchos medios para ayudarla a no quedarse fuera del mercado laboral, que es el principal problema que puede tener.
¿Y a un pequeño comerciante de la ciudad?
Una de las maneras de fijar población es poner las condiciones para proteger y promover la actividad del pequeño comercio local y a los emprendedores y a los autónomos. Lo haríamos con ayudas fiscales y revisando la calificación de Santander como Zona de Gran Afluencia Turística con la que las grandes superficies generan una competencia desleal a la que los pequeños comerciantes no pueden hacer frente. Además de revisar el IAE para que no pague lo mismo una franquicia que un pequeño comercio.
¿Y cómo acabaría con el 'espectáculo' de los bajos comerciales cerrados?
Por dos vías: facilitando el Ayuntamiento más agilidad a la hora de conceder licencias; y reuniendo a los propietarios para ofrecer incentivos y, si no los cogen, sanciones. Santander es de todos y debemos de ser capaces de poner al servicio de nuestra ciudadanía todos nuestros recursos.
Santander es de todos y debemos de ser capaces de poner al servicio de nuestra ciudadanía todos nuestros recursos
¿Con el coche qué se hace?
Esta es la cuestión peliaguda de la Zona de Bajas Emisiones, de la que nadie quiere hablar porque estamos en elecciones, lo que demuestra falta de valentía política. Pero la ciudadanía tiene que tener claro que se va a implantar y va a ser bueno que se implante. Esto implica una renuncia y hay que dar alternativas. Es importante ponernos a trabajar cuanto antes y no ponernos a improvisar a última hora.
¿Qué se requiere?
Una adecuada reorganización del transporte público, conectado con una red de aparcamientos disuasorios y articular sistemas de transporte alternativo. Por ejemplo, la bicicleta hay que dejar de verla solo como modo de ocio. Hay que ir a una red de carriles bici que vayan por la calzada, no por la acera, porque tenemos que dar seguridad a los ciclistas y, sobre todo, a los peatones. También hay que trabajar con el taxi como transporte público incorporado al sistema articulado en torno a la Zona de Bajas Emisiones.
¿Y qué pasará con la memoria histórica?
Hay que aplicar la Ley. Lleva 16 años pendiente. Con el callejero va siendo hora. La historia se aprende en la universidad, la escuela, los museos y en el espacio público debemos contar con ejemplos edificantes y además debemos feminizarlo. Hay que ampliar también el espectro de la memoria histórica. Santander tiene una larguísima tradición de lucha popular que nos han hurtado. No se podría entender Santander sin lo que nos han hurtado de los años 30.
Es inevitable hablar del proyecto de unificación de las estaciones y la gran cubierta de hormigón sobre las vías.
No tenemos exactamente definida cuál es la mejor solución, pero la 'losa' no lo es. Es una oportunidad que no podemos perder para dar vida y espacio al macrobarrio de Castilla-Hermida. No podemos cometer un error, que sería garrafal, de perder esa oportunidad: 'losa no' y seguir dialogando para un concurso de ideas. Hoy por hoy, para nosotros, la mejor opción sería ubicar la estación en Candina, con una serie de parques que conecten hasta La Remonta.
Hablando de La Remonta, ¿qué opina del anuncio para construir vivienda residencial en parte de la finca?
No soy partidario de construir vivienda porque es una oportunidad que tenemos todos los santanderinos de contar con un gran pulmón verde, con un parque para uso y disfrute de todos y también para dar vida a la ciudad. No podemos apostar por un crecimiento de la ciudad basado en el ladrillazo, más aún cuando en la ciudad hay muchos solares vacíos donde se podría construir vivienda. Esto nos permitiría coser la ciudad. Santander necesita ser cosida urbanísticamente.
¿Son partidarios de soterrar el tráfico en la calle Marqués de la Hermida?
Ya hablamos hace tiempo de esa posibilidad. Ahora bien, Santander tiene otras muchas prioridades antes que una macroobra como esa y lo mismo digo del cubrimiento de la Plaza Porticada. Hay que actuar en Vista Alegre, hay que rehabilitar viviendas, hay que hacer saneamiento... Hay muchísimo que hacer antes de meternos en macroobras. Hay políticos que todavía están instalados en los 80 y los 90 cuando estamos ya en el siglo XXI.
¿Cómo teje la confluencia IU-Podemos?
Con mucha responsabilidad. Lo que hago y digo lo hago como representante de dos organizaciones políticas, muy feliz y contento con todo lo que nos está aportando Charo Quintana [número 2 de su candidatura], que tiene una dilatada experiencia. Estamos poniendo toda la carne en el asador para propiciar el cambio en Santander. Si todo va como parece indicar, seremos decisivos.
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