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Los pensionistas cántabros tras la histórica manifestación: “No pararemos hasta que el Gobierno entre en razón”

Movilización de los pensionistas en Santander. | ANDRÉS HERMOSA

Rubén Alonso

Los pensionistas cántabros lo tienen claro. Después de la histórica manifestación del pasado sábado en Santander que congregó a 25.000 personas, según los sindicatos CCOO y UGT, su lucha “y la de todos”, tal y como hacen hincapié, no acaba aquí. “No pararemos hasta que el Gobierno entre en razón”, asegura Miguel Ángel García Barquín, “estoy dispuesta a moverme todo lo que pueda para que no se rían de nosotras”, exclama María García, “esto no va a parar y, mientras pueda, voy a estar allí”, sostiene José Manuel Pellón.

Se trata de tres pensionistas que estuvieron en la movilización exigiendo unas pensiones públicas dignas al Ejecutivo que encabeza Mariano Rajoy (PP) y que relatan a este medio su experiencia y sus impresiones de lo que fue para ellos esta jornada. “Me gustó mucho”, resalta García, “pensaba que iba a haber menos gente”, reconoce “sorprendida”. Una sensación que también comparte Pellón, quien añade que “la ocasión lo merecía” y que “les llenó de orgullo” a todos los presentes. 

No obstante, también surgen voces críticas entre ellos. García Barquín señala que la participación “fue aceptable”, pero que “debió ser mayor”. “Tiene que haber más movilización”, subraya, “parece ser que hay gente que piensa que este problema no va del todo con ellos”, lamenta.

Además, reprocha que hubiera “pocas consignas” y que algunos asistentes “rechazasen llevar banderas que le dan colorido a la manifestación”. Todo ello, según este pensionista, hace que la imagen de la misma fuese “tenue”, y la compara con una en Bilbao en la que estuvo hace dos semanas la cual, según señala, fue “un clamor”. “Parece que el sábado nos llevaban sumisos, parece que la gente aún tiene miedo a estas alturas, es increíble”, lamenta. 

Por otro lado, los tres pensionistas coinciden en la importancia de que los jóvenes se sumen “a sus reivindicaciones en las calles”. “Había gente joven”, destaca positivamente García, pero critica que aunque “haya luchadores”, hay otros “que no se mueven para nada”. “Este problema les va a tocar a ellos”, apunta esta extrabajadora de Sniace que ha estado “luchando” toda su vida, “desde los 16 años”, por sus derechos. 

“Todo lo que hemos ganado peleando lo hemos perdido”, explica recriminando al Gobierno que “quiera apartar a los mayores”. García exige una pensión “al nivel de sus 45 años trabajados” con la que tiene que “ayudar a su hijo”, como ocurre en muchas familias. Teme que no le dé “ni para pagarse una residencia” en el futuro. 

Por su parte, Pellón pone en valor que los jóvenes asistieran a la movilización porque “empiezan a sentir el miedo por la gravedad de la situación”. “Son ellos los que tienen que luchar”, asegura García Barquín, puesto que ahora mismo “no saben si cobrarán algún día la jubilación”. “Nosotros ya lo hicimos y conseguimos mucho, pero algunos no lo entienden”, afirma, de forma que “viene una sociedad pasiva con un porvenir muy negro”, según subraya este pensionista. 

Pensiones privadas

Por otro lado, hacen hincapié en que en el Gobierno de Rajoy “hace falta voluntad política” para cumplir con lo que piden, puesto que el dinero “lo destinan a los planes de pensiones privados”. “Hay dinero para todo -autovías y la banca, por ejemplo-, menos para los que hemos sacado este país adelante”, recalca indignado Pellón. “Nos intentan vender la moto”, se queja García Barquín. “La quiebra de la Seguridad Social ha sido provocada y ahora nos meten por los ojos los planes privados”, sostiene. 

Este último reconoce que, aunque tiene “una pensión digna”, cada vez le queda “un poco más lejos la cesta de la compra”. Por todo ello, sentencia que la movilización “no va a dar marcha atrás”, una vez que los pensionistas, “el sector más importante de este país, nos hemos decidido a dar el paso”. “Pararnos sería hundirnos”, concluye. 

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