Una zona natural en Cantabria convertida en vertedero químico desde hace 70 años: “Afecta a la población y al medio ambiente”

Una zona natural en Cantabria lleva 70 años siendo un vertedero químico sin que, por el momento, nadie le ponga remedio. Se trata de la comúnmente conocida como Isla Monti, frente al puerto de la localidad de Requejada, por donde discurre la ría de San Martín de la Arena, en la desembocadura del Saja, entre los municipios de Suances, Polanco y Miengo.

Y es que Isla Monti, perteneciente a Hinojedo (Suances), fue comprada a mediados del siglo pasado por la empresa Solvay, industria ubicada a pocos kilómetros (en Torrelavega), para utilizarla como vertedero químico. Desde entonces, y hasta que a principios de este siglo se comenzaron a lanzar mar adentro a través de un emisario submarino, los residuos se fueron acumulando en esta zona que aún hoy sigue sin depurar.

Como consecuencia de ello, Ecologistas en Acción ha denunciado recientemente ante el Defensor del Pueblo esta “peligrosa acumulación” de desechos químicos y la “nula respuesta” por parte de las administraciones competentes a sus demandas de “urgente limpieza y regeneración ambiental”. “Es evidente que esta situación afecta a la población del entorno y al medio ambiente”, asegura Ramón Sainz en declaraciones a elDiario.es.

El portavoz de este colectivo recuerda que muy cerca se encuentran varias playas con un uso masivo durante la época estival: “El sector turístico, del que vive la sociedad de estos municipios, también se puede ver afectado”, remarca. Y es que, según detalla, numerosos estudios corroboran que las marismas de la ría de San Martín cuentan “con una problemática muy grave de contaminación de sedimentos”. “Los niveles de metales pesados son altísimos”, revelan.

En concreto, Ecologistas en Acción hace referencia al informe 'Kepler', encargado por la empresa Saitec, contratada por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico cuando Isla Monti se valoró como uno de los emplazamientos alternativos a la nueva depuradora de Vuelta Ostrera, la que sustituirá a la actual, con sentencia de derribo desde hace casi 20 años.

“Se refleja de forma objetiva la peligrosidad de las sustancias depositadas en el citado vertedero, constatando la necesidad de estudios específicos sobre la lixiviación de las sustancias almacenadas y la afección a la población del entorno y al medio natural”, expone el colectivo.

“Creemos que los productos químicos pasan a las aguas subterráneas y al entorno cuando llueve porque no hay ningún ningún mecanismo de retención de aguas pluviales contaminadas, eso va todo a la marisma”, subraya Sainz, quien además alerta de la posibilidad de que, si no se actúa, “pase algo más grave de lo que ya está pasando, que es la aportación de esos contaminantes al entorno”.

Y es que Ecologistas en Acción asegura haberse puesto en contacto con las autoridades competentes, mediante varios escritos de denuncia en julio de 2022, ante la Consejería de Desarrollo Rural, la Dirección General de Obras Hidráulicas y Puertos, la Confederación Hidrográfica y la Dirección General de las Costas y del Mar. 

“No entendemos por qué no se nos contesta, no se hace nada y se sigue manteniendo una situación muy peligrosa para la población del entorno, para el medio ambiente y para el sector turístico ”, lamenta el portavoz del colectivo, quien además pone el foco en que desconocen el procedimiento que se está llevando a cabo para declarar la ría de San Martín como Área Natural de Especial Interés (ANEI), tal y como anunció el consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco (PRC), en septiembre de 2020.

“Es evidente, como ha ocurrido históricamente, el abandono de esta importante zona natural, en la más importante cuenca hidrográfica de la región, siendo la única ría de Cantabria que no posee ninguna figura de protección”, sentencian desde Ecologistas en Acción.

Desde elDiario.es se ha trasladado esta situación y una batería de preguntas a las administraciones citadas, tanto a la Consejería de Obras Públicas como a la de Medio Ambiente, así como a la empresa responsable de los vertidos, sin obtener ninguna respuesta por su parte hasta este momento.