El nuevo presidente de la Mesa del Ajo: “El sector está en crisis por falta de agua y herramientas o el exceso de burocracia”

José Carlos Patiño, presidente de la cooperativa de segundo grado Coopaman de Las Pedroñeras en Cuenca, acaba de ser nombrado presidente de la Mesa Nacional del Ajo, el organismo que defiende y promociona este producto del que Castilla-La Mancha es el principal productor en España.

Un sector que en “estos momentos está sufriendo una crisis, una transformación”, señala en la primera entrevista concedida a Agroalimentaria tras su nombramiento. Los principales problemas pasan por la reducción de las hectáreas destinadas al cultivo y los derivados de la limitación de los fitosanitarios autorizados para tratar las distintas plagas y enfermedades que pueden atacar al cultivo, según el análisis del propio Patiño.

Pero además participa de otros problemas que son comunes al sector agrario: falta de relevo generacional, exceso de burocracia, escasez de agua y falta de mano de obra. “Ahora mismo como todo el resto de agricultura está sufriendo una crisis, se están reduciendo hectáreas, igual que en el resto de la agricultura, tenemos exceso de burocracia y falta de herramientas”, analiza.

De hecho, el ajo lleva unos años arrastrando la disminución de las hectáreas dedicadas a su cultivo. “Poner una hectárea de ajo lleva mucha mano de obra, mucha inversión, para iniciarla te puedes ir a 12.000 euros por hectárea, llevamos unos años con falta de producción y no hay más ruina para la agricultura que no tener producción. La parte de Andalucía vuelve a tener este año más dotaciones de agua y eso está ayudando a recuperar algunas hectáreas, pero ni mucho menos llegar a como estábamos hace cuatro o cinco años, ahora mismo estamos en unas 23.000-24.000 hectáreas pero llegamos a tener unas 30.000”, señala.

A su juicio, en estos momentos lo más urgente son medios: “Lo primero es tener herramientas, no se trata de hablar mal de la Agenda 2030 ni del Pacto Verde, pero la reducción que llevamos en fitosanitarios nos está afectando mucho; hay algunas enfermedades, plagas, hongos que no podemos controlar, sobre todo unos hongos para los que no disponemos de productos para controlarlos y con ello tenemos una merma muy grande. Hay falta de rendimiento, simplemente en la propia semilla, en la nascencia hay parcelas que tiene una merma de un 30% de daño, al final esos son kilos de ajo”.

Este es el primer problema que como presidente de la Mesa Nacional del Ajo quiere atajar: disponer de más medios para luchar contra estas enfermedades que causan una caída de rendimientos y producción. Pero también hay otros que preocupan y mucho y para los que ve pocas soluciones: “Otras cosa es el agua. Ahora mismo con el agua hay problemones, también con el arrendamiento. Los ajeros nos dedicamos a arrendar tierras, no tenemos propias, con esto hay muchos problemas por las cesiones de derechos, la rotación de cultivos... Han entrado algunas normas nuevas en la PAC y ahora cumplimos con algunas cosas, pero hasta ahora no podíamos ni pedir las ayudas europeas, porque no estaba contemplado el monocultivo de ajo. Ahora podemos cumplir algo con los ecorregímenes”.

“Los arrendamientos son muy caros. Más que por la tierra, lo que estás comprando es agua. Al final son tierras que sí tienen derechos, pero muchos propietarios no quieren entrar en la cesión de derechos”, otra de las preocupaciones de este sector.

Además, la falta de mano de obra les bloquea como a otros sectores agrarios. “Falta mucha mano de obra, cada vez es menos profesional, hay mucha rotación, no hay profesionales y se encarece muchísimo”, asegura.

Falta mucha mano de obra, cada vez es menos profesional, hay mucha rotación, no hay profesionales y se encarece muchísimo

Todo ello está afectando también a la falta de relevo generacional: “Para la gente joven no es atractivo este sector porque hay problemas más de lo normal, hay una rentabilidad más bien baja, por eso un agricultor nuevo no se mete en el sector del ajo, por la inversión, la maquinaria, y la falta de rentabilidad que tiene con los que expones en el campo por hectárea, la mayoría no quiere entrar”, señala.  

Y si hablamos de ajo morado, la situación es aún peor. Patiño no se atreve a pensar en que este producto acabe desapareciendo. “No te digo desaparecer, pero va mermando cada vez más, se está luchando desde la Mesa del Ajo para que no ocurra, además tenemos una Indicación Geográfica Protegida, y se lucha mucho, pero el consumidor no tiene conciencia de lo que es el ajo morado y no lo valora”, señala.

Además, esta variedad, dice, no es atractiva para el agricultor debido a sus bajos rendimientos. “Va a producciones que a lo mejor estamos hablando de un 50 % menos de rendimiento que un ajo temprano, un ajo 'spring' y hay que buscar rentabilidad”. Por otro lado, el ajo morado, reconoce, “es el más atacado por enfermedades y merma mucho. Llevamos dos tres años con producción de 100.000 kilos de año por hectárea y así no salen las cuentas”, asegura.

¿Y la campaña actual?

La campaña se está iniciando en Castilla-La Mancha mientras que en zonas de Andalucía ya se ha empezado a cortar hace pocos días.

José Carlos Patiño augura que este año irá regular, según las zonas. “Cuanto más al norte, Valladolid o Soria se dará mejor; la zona de Andalucía este mes de mayo y abril sin temperaturas... Va a faltar algo de calibre; mientras en la zona de Castilla-La Mancha más o menos van a estar bien aunque alguna zona se ha visto afectada por el pedrisco que ha hecho daño sobre todo en Albacete. En general la calidad va a ser buena y este año los precios van a ser altos, incluso mejor que el año pasado”, augura.

Los ajos llevan dos campañas con precios al alza. “La pasada fue la mejor en mucho tiempo en cuanto a precios y esto se debe a que hay falta de ajo. Por eso está habiendo un incremento de importaciones de producto argentino, de Chile, e incluso algo de Egipto, para poder enlazar una campaña con otra aquí en Europa”, asegura.

Patiño tiene el listón al frente del organismo regulador bastante alto, ya que se hace cargode la Mesa Nacional del Ajo tras el paso del histórico Julio Bacete, también castellanomanchego, al que ha dado las gracias “por los años que ha estado al frente y por lo conseguido”.  

En estos primeros días ya se ha marcado algunas metas: “Solucionar alguno de todos los problemas, si hubiera voluntad darnos alguna herramienta más, el tema del agua es más complicado y el relevo también, pero intentar conseguir algunas herramientas para poder hacer lo que sabemos”, concluye.