La lucha contra el deterioro de la 'muralla china' que une dos pueblos de la España vaciada

Los municipios de Campillo de Ranas y El Cardoso de la Sierra, en la Sierra Norte de Guadalajara, suman unos 200 habitantes y se encuentran en una de las zonas de la denominada España Vaciada, ya que tienen un alto riesgo de despoblación. Los separa el río Jaramilla, que marca el límite de los términos municipales de ambas localidades. Históricamente, desde que existen como pueblos, hubo una vía de tierra entre ambos y rocas para el transporte a caballo, con mulas y cabras. Hoy sigue siendo un camino rural, pero tras sucesivas rehabilitaciones se conoce popularmente como la 'muralla china de Guadalajara', debido a sus curvas, su pendiente, su emblemático puente sobre el río y la orografía del terreno.

Es una vía de comunicación entre núcleos rurales, que da servicio también a explotaciones ganaderas y no reúne los estándares necesarios para considerarse carretera provincial, con una capa de rodadura de anchura variable de entre cuatro y cinco metros, y que presenta un grave estado de deterioro y deficiencias estructurales que lo convierten en peligroso para el tráfico rodado.

Pero también es de esas decenas de tesoros ocultos en los rincones de muchas provincias españolas. El antiguo tránsito de animales de carga se convirtió en un camino para vehículos a motor hace casi 30 años, para que El Cardoso y Campillo pudieran estar comunicados por carretera, entre ellos y también con el resto de la provincia y la comunidad autónoma. No tiene la calificación oficial de carretera porque no cumple los requisitos para ello debido a las enormes pendientes, pero los ayuntamientos de ambos pueblos siguen pidiéndolo.

Según cuenta el alcalde de El Cardoso de la Sierra, Rafael Heras, este camino tardó en construirse casi cinco años debido a su estructura, sus curvas y su habilitación. Lo puso en marcha la Consejería de Agricultura con fondos europeos. “Quedó razonablemente transitable, pavimentado, con las pendientes de hormigón. Ha servido y sirve para la comunicación entre los dos términos municipales y desde luego ha mejorado el transporte. Lo transitan vehículos y camiones medianos y no hay un tráfico excesivo”, detalla. De hecho, también lo recorren senderistas y amantes de las motos los fines de semana.

Fueron los operarios que han trabajado en las sucesivas obras de rehabilitación, junto con los visitantes que lo han fotografiado y estudiado, quienes comenzaron a llamarlo la 'muralla china de Guadalajara', lo que gustó en ambos pueblos, convirtiéndose en su denominación popular, aunque no oficial. “A la gente le ha caído gracioso, todo el mundo lo llama así”, dice el alcalde.

En la actualidad se va a acometer una nueva rehabilitación con ayuda de la Diputación provincial de Guadalajara. “Con el paso del tiempo, el camino se deteriora, ha habido avalanchas de piedra, de tierra, hay baches, y alguna vez se han hecho pequeñas obras. Los dos pueblos siempre hemos querido que alguna administración se hiciera cargo de su mantenimiento sucesivo, porque nosotros no tenemos medios personales ni maquinaria ni presupuesto y hay que repararlo casi todos los años. Pero no han querido hacerse cargo de manera permanente”.

La Diputación de Guadalajara acaba de aprobar 15.000 euros para mejorar las condiciones de seguridad para el tráfico de este camino rural. La finalidad del convenio entre la Diputación y el Ayuntamiento de El Cardoso de la Sierra es reforzar la comunicación para una mayor cohesión e integración entre los núcleos rurales afectados, ya que en la actualidad para llegar a El Cardoso hay que dar un rodeo entrando en la Comunidad de Madrid.

El convenio para mejorar este camino rural de titularidad municipal tendrá vigencia desde el momento de su firma hasta el 30 de noviembre de 2022, periodo en el que deberán ejecutarse las actuaciones a desarrollar.

“No hay ningún pueblo que no esté comunicado, desde que fue pueblo, con los de su alrededor. Existen caminos en todas partes, pero este es fundamental. Desde que se hizo, hemos pedido una y otra vez a todo el mundo, a la Diputación y a la Consejería de Fomento del Gobierno regional, que deben adecuarlo periódicamente para que cumpla con la normativa y sea carretera. O, por lo menos, si no se puede catalogar, que se hagan cargo del mantenimiento porque nosotros no podemos”, destaca Rafael Heras.

Y concluye que seguirán “machacando”. “Los políticos son políticos y les gusta invertir donde hay muchos votos. Pero cuando se hizo este camino, fue una inversión importante para todos nosotros. Todos somos españoles, y todos tenemos derechos. Al menos los básicos de la comunicación. Creo que ahora, aprovechando el tema de la despoblación, deberían hacernos caso”, apostilla.