“Era necesario hacer una visión de la historia desde el punto de vista de las mujeres”

‘Breve historia de las españolas. De las apicultoras prehistóricas al 8-M’ es el último trabajo de la escritora ciudadrealeña Ángela Vallvey, un repaso por la historia de España desde el punto de vista de las mujeres. “Esta es una historia sorprendente, íntima y desconocida de las mujeres españolas, llena de emoción, sugerentes matices y episodios olvidados, que se lee como una apasionante novela mientras nos ayuda a reflexionar sobre quiénes somos”, explica la escritora.

En este libro, publicado por Arzalia Ediciones, según Ángela se da cuenta del relevante papel, “hasta ahora despreciado”, de sacerdotisas y guerreras, reinas, niñas y amantes, científicas y humanistas, comediantas y revolucionarias, artistas primitivas y jóvenes millenials. “Es un asunto que me ha interesado siempre, no estoy subiéndome a la moda, creo en lo que hago y me parece que era necesario hacer una visión de la historia de España desde el punto de vista de las mujeres y también con una mirada crítica, analítica, y antropológica”.

La poeta y novelista ofrece en este trabajo una visión feminista de la historia con un punto de crítica. “El poder de la mujer siempre ha estado en entredicho porque es intimidante. Se ha intentado subyugar a las mujeres para tener bajo control ese poder que nace sobre todo de la capacidad de dar vida, de la maternidad, de su papel en la familia e incluso de su sexualidad. Ese es el origen, el miedo a la maternidad, el miedo a la vida, el miedo al poder de las mujeres”, explica la escritora.

Escribir este libro le ha llevado varios años de “investigación” que finalmente se ha plasmado en 600 páginas. “El problema de escribir sobre las mujeres es que nos encontramos con que las fuentes están secas. La historia es un relato que ha sido oneroso, marcado por la ausencia de la mujer a lo largo de los siglos y por el desprecio masculino a la hora de entender el papel de la mujer”, subraya.

A lo largo de su investigación, ha podido comprobar cómo en la Edad Antigua y Media ha sido más difícil encontrar documentación y en la Edad Moderna ha sido la época en la que “empieza a haber más fuentes”. “Conforme avanza el tiempo se ha visto cómo el papel de la mujer va siendo más difícil de ignorar”, señala la ciudadrealeña.

“Empieza a haber algo información conforme la historia va avanzando, a partir de la Edad Moderna en la que el humanismo es una vía de escape para la importancia de la mujer y para su papel en la historia. De hecho hay hombres ilustrados que permiten que sus hijas y mujeres estudien porque se dan cuenta que esa educación es importante para el progreso de los seres humanos, y a partir de ahí, cuando las mujeres se educan empiezan a contar su historia y cuando no han tenido acceso a la educación han sido arrinconadas y los historiadores las han omitido”. 

“Se conocen los nombres de los caballos de los héroes pero no se conocen los nombres de mujeres que han sido cruciales en la historia”. Sin embargo, ya en la Edad Contemporánea, explica Ángela, la mujer empieza a contar su propia historia y, por ello, existen más recursos e información. “Las mujeres han pasado a ser de objeto a sujeto. Ese es el gran salto, cuando ya las mujeres empezamos a contar nuestra historia”, afirma.

El papel de la mujer en la actualidad

Ángela Vallvey, ganadora del Premio Nadal en 2002 y finalista del Premio Planeta en 2008 asegura que aunque en Occidente se han sentado las bases de la igualdad jurídica, “que es lo principal”, en el día a día las cosas no son así. 

“El poder de la mujer sigue siendo muy inferior al del hombre, y las mujeres tienen una gran capacidad de transformación, de esperanza de muchas cosas que quedan por hacer en el mundo no solo en Occidente, por ejemplo en el mundo musulmán, si las mujeres no hacen esa transformación necesaria las cosas no pueden cambiar”.

Para ella, “queda mucho por hacer” en el camino hacia la igualdad y, al respecto, lamenta que “por primera vez” la sociedad está más “atrasada” que la ley. Tras repasar la historia de las españolas, la escritora sostiene que esa conquista jurídica “se ha hecho”, si bien destaca que “faltan flecos”. Por ello, celebra que se den pasos para que “la mujer pueda hablar desde dentro de la ley, no desde fuera como objeto, sino que sea sujeto”.