Desde el privilegio: Nacho Hernando

Los académicos de la lengua sentencian que el uso de refranes denota una falta de dominio del castellano, pero a mí me parece que, si no existieran, habría que inventarlos. No todos hemos podido estudiar en la Universidad de York como Nacho Hernando.

Mi abuelo siempre dice que “hay gente que no ha visto nunca el mundo por un agujero” y lleva razón. Esta expresión popular, que hace referencia al hecho de vivir ajeno a la realidad que a uno le rodea, es lo más bonito que se me ocurre cuando escucho la rueda de prensa de este martes del consejero de Fomento:

1. No hay que criminalizar a los pisos turísticos porque no son los que generan el problema de la vivienda.

2. Hay que ayudar a los propietarios con pisos turísticos ilegales a legalizarlos.

3. La solución al problema de la vivienda es “construir viviendas sin parar”.

En los próximos párrafos voy a intentar desmontar estas tres declaraciones falaces y de brocha gorda una a una:

En primer lugar, nadie ha criminalizado los pisos turísticos. Porque un inmueble, un objeto inanimado, no puede ser criminal. Y segundo, en este país nadie ha dicho que la explotación turística de la vivienda sea ilegal, simplemente que hay que cumplir la ley y aquellas viviendas que no la cumplan, no pueden seguir operando, lógicamente. Voy a recurrir nuevamente a un refrán: al pan, pan y al vino, vino o cómo diría el presidente M. Rajoy, “un vaso es un vaso y un plato es un plato”. Si un piso turístico no cumple los requisitos legales es un piso turístico ilegal.

Es cierto que los pisos turísticos no son el único factor que está haciendo subir los precios del alquiler, especialmente en Castilla-La Mancha, pero son sin duda uno de los que más impacto están teniendo a nivel general. En cada municipio de nuestra región los motivos para el alza del alquiler son diversos, aunque hay 3 zonas claramente afectadas por las consecuencias de estas viviendas: Primero, la zona que rodea Madrid está soportando el efecto de los pisos turísticos del centro de la capital. La gente que vivía en el centro se muda a fuera de la M-30, los de fuera de la M-30, van fuera de la M-40 y así sucesivamente desplazando residentes desde la vecina Madrid a comarcas como La Sagra en Toledo o El Corredor del Henares. Esto se ve en los datos de crecimiento poblacional (INE), crecimiento que además la Junta no está acompañando de una necesaria mejora de servicios públicos como el transporte o la atención primaria.

Segundo, otro municipio fuertemente afectado por estas viviendas es la ciudad de Toledo, en cuyo Casco Histórico estas viviendas suponen un 10% del total. Podéis consultarlo aquí.

Tercero, también lo es Cuenca, donde determinadas zonas también alcanzan un 10% de viviendas de uso turístico y quizás es lo que explica que habiendo perdido un 3% de población desde 2019 haya subido el precio del alquiler y de la venta de vivienda casi un 40%.

¿Qué podemos esperar del PSOE de Castilla-La Mancha si el responsable de la política de vivienda ignora los datos, o aún peor, los oculta?

En segundo lugar, por supuesto que hay que ayudar a la ciudadanía a cumplir la ley, pero con leyes claras y con un buen aparato administrativo, no premiando fiscalmente a los que la cumplen o rebajando los estándares, que parece que es lo que se desprendía de las palabras del consejero. Cumplir la ley democráticamente establecida es un deber de ciudadanía.

Vamos con el último argumento, el de construir sin parar. Me sorprende, sinceramente, porque siendo yo más joven que el señor Hernando recuerdo perfectamente que cuando en nuestra región se construía más vivienda (2004, 2005…), el precio no paraba de subir. Es cierto que muchos siguen teniendo la burbuja entre sus sueños húmedos. Pero es que, además, parece que el señor Hernando no se ha enterado de la emergencia climática y de la tremenda huella de ecológica que tiene la construcción (40% de las emisiones de CO2 mundiales, 30% del total de residuos en el mundo y responsable del 20% de la contaminación de las aguas).

Por eso, desde Movimiento Sumar tenemos una propuesta radicalmente distinta a la del PSOE-CLM: cumplir y hacer cumplir la constitución española, que en su artículo 47 dice que “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación…” y para ello tenemos soluciones de verdad.

El turismo es un motor de la economía española y nosotros queremos seguir potenciándolo, pero sin que recorte nuestros derechos. Por tanto, los turistas no pueden seguir haciendo uso de casas en las zonas tensionadas que necesitamos para vecinos y vecinas que trabajan allí. Las casas son para vivir, y no para hacer turismo. Allá donde no generen problemas, bienvenidas sean, pero donde retengan buena parte de la oferta inflando los precios, hay que tratar de reducirlas a la mínima expresión, porque las viviendas no son medios de producción, no son activos inmobiliarios en los que invertir, son nuestras casas y tenemos derecho a usarlas para vivir en ellas.

No creo que tener una posición económica acomodada inhabilite a alguien para opinar sobre el problema de la vivienda, pero uno debe ser consciente de sus privilegios, por ejemplo, estar emplomándose un sueldo anual de casi 80.000 euros como miembro del gobierno de la Junta desde los 24 años. Los privilegios que disfrutamos, deberíamos usarlos para ayudar a la gente, y no para humillarla con declaraciones insostenibles y con políticas ineficaces.