¿Siglo XXI y aún tenemos que explicar las mujeres por qué somos jefas?

Al frente del Centro Territorial de Castilla-La Mancha hay una directora y dos jefas de informativos, no es porque las mujeres “estén de moda”, sino porque son grandes profesionales. Una opinión compartida, por cierto, por la gran mayoría de los trabajadores y trabajadoras de RTVE en Castilla La Mancha.

Estos días estas mujeres están soportando, por parte del sindicato CGT, acusaciones de manipulación informativa, persecución sindical y la puesta en duda de la profesionalidad de sus responsables. Todo ello a raíz de la sanción que ha recibido un trabajador de este centro afiliado a CGT y que intenta parapetar sus malas prácticas. La sanción viene impuesta desde el departamento de Recursos Humanos de RTVE y no desde la dirección de Castilla La Mancha, y ha sido impuesta tras investigaciones y comprobaciones realizadas desde el pasado mes de noviembre hasta hace unos días por parte de Recursos Humanos.

La sanción es por faltar a una compañera que es su Jefa de Informativos, a la que gritó y faltó al respeto con acusaciones y descalificaciones personales. Para defender lo indefendible, CGT ha hecho una campaña en redes sociales y medios de comunicación digitales poniendo en duda no sólo los Informativos de RTVE en Castilla La Mancha sino también el trabajo de todos los trabajadores y trabajadoras que asumen el día a día con el máximo rigor profesional e independencia.

Es inaceptable que se plantee la sospecha de manipulación de contenidos cuando esta dirección no ha sido acusada por parte de sindicato alguno, ni por delegados o delegadas de personal, ni por parte de ningún otro trabajador o trabajadora, de manipulación informativa. La campaña además tiene por objetivo cuestionar la profesionalidad de la directora del Centro Territorial insinuando que ésta recibe un trato de favor por sus relaciones personales.

Las profesionales de RTVE están/estamos hartas de que algunos piensen que los puestos de responsabilidad son un regalo de los hombres, y es preocupante la dificultad que tienen esos “algunos” para aceptar que mande una mujer… pues ¡váyanse acostumbrando!