La empresa madrileña Piedra Energía 3, SL. ha planteado al Gobierno de Castilla-La Mancha la construcción de una planta para producir hidrógeno verde en Valdepeñas.
Su administrador único es otra empresa, Avalon Renovables, SL. especializada en el desarrollo, construcción y operación de proyectos a gran escala de energías renovables y soluciones de hidrógeno verde.
Acaba de iniciarse el periodo de información pública por el que solicitan autorización ambiental integrada, presentando su estudio de impacto ambiental del proyecto, durante los próximos 30 días.
El proyecto 'Valdepeñas H2' se ha enmarcado dentro de la estrategia de la Unión Europea y España para la descarbonización de la economía y la consecución de la neutralidad climática para 2050. El hidrógeno renovable, o hidrógeno verde, es identificado como un vector energético clave para aquellas áreas donde la electrificación no es la solución más eficiente, como el transporte pesado o ciertos procesos industriales.
La producción de hidrógeno verde se realiza a partir de electricidad renovable y agua mediante un proceso de electrólisis. Este proceso es fundamentalmente libre de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), a diferencia del hidrógeno gris, que actualmente representa el 99% del hidrógeno consumido en España y se produce a partir de gas natural.
España ha desplegado su propia 'Hoja de Ruta del Hidrógeno' con el objetivo de alcanzar 4 GW de potencia instalada de electrolizadores para 2030.
Este proyecto se ubicaría en el término municipal de Valdepeñas, al norte del núcleo urbano y al sur de Manzanares. La planta tendría una capacidad de 290,4 MWn (megavatios nominales) y hasta 377,27 MW en los momentos 'pico' de producción.
Ocuparía un total de 844,85 hectáreas, con una potencia de 250 MW y utilizará el proceso de electrólisis con tecnología alcalina. La energía se evacuará mediante una línea subterránea hasta la subestación de la planta de hidrógeno.
El agua necesaria se obtendrá de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) municipal de Valdepeñas, ubicada a 11,7 km al sur de la planta. Se suministrará a través de una canalización subterránea. El vertido de las aguas utilizadas se canalizará de vuelta a la toma de aguas residuales de dicha EDAR para su tratamiento.
La planta incluye una zona de almacenamiento de hidrógeno capaz de albergar 42,15 toneladas de H2 en 44 tanques de 200 m³ cada uno.
Una planta solar propia para el autoconsumo
La instalación llevaría asociada además una planta solar fotovoltacia de 377, 27 mw. La razón es que para ser considerada planta productora de hidrógeno 'verde', la energía que utilice debe provenir, al 100%, de fuentes renovables. Lo hará mediante electrólisis que se alimentará de una fuente de autoconsumo, en este caso de su propio huerto solar.
Piedra Energía 3 SL. propone en realidad tres ubicaciones distintas, según las posibilidades, que incluyen hacerlo íntegramente en la ciudad valdepeñera - es la que menos impacto tendría, según justifican- o bien en una zona entre Daimiel, Manzanares y Valdepeñas. La tercera opción sería instalarla entre Membrilla y Valdepeñas.
En todo caso se ubicaría en zona agrícola, sobre la masa de agua subterránea Mancha Occidental I, cuyo estado cuantitativo y químico se considera en mal estado debido a la sobreexplotación y la contaminación por nitratos. Y ya se sabe que parte de las placas fotovoltaicas estarían situadas en zona inundable, lo que requerirá de una declaración responsable del promotor al respecto. El riesgo de sismos en la zona es bajo, por otra parte.
Entre las ventajas que argumenta la empresa están el impacto positivo significativo en la lucha contra el cambio climático y la descarbonización, con una producción anual de hidrógeno verde (33.639 toneladas) que evitaría la emisión de aproximadamente 299.378 toneladas de CO2 equivalente por año en comparación con el uso de gas natural.
Además, se espera un impacto positivo en el empleo local, con picos de hasta 125 trabajadores durante la construcción de la hidrogenadora y un personal fijo de entre 25 y 30 personas durante la explotación.
También se recogen impactos negativos severos relacionados con el paisaje y con la afección al monte bajo, herbáceos o cultivos leñosos durante el proceso de desbroce. Aseguran que los niveles de ruido esperados en las fachadas de los edificios sensibles más cercanos (viviendas de uso agrario) serían “compatibles con los límites legales”, aunque se requeríría de “precauciones” en fase de construcción.
Se prevé realizar un estudio de avifauna anual durante toda la vida útil de la planta, con al menos 16 visitas anuales de seguimiento. Se implementará un vallado cinegético permeable con pasos de fauna cada 100 metros y placas anticolisión para aves. Se instalarán cajas refugio para quirópteros y aves (30 de cada), bebederos y refugios para herpetofauna (10 refugios de piedra y 4 charcas temporales).
La pérdida de vegetación de de paisaje se quiere compensar con la restauración, en concreto con especies autóctonas y prevé que “los vertidos accidentales de aceites” puedan gestionarse con materiales absorbentes y se notificarán a la autoridad competente.
De forma reciente, el Pleno Municipal de Valdepeñas aprobó paralizar las licencias a las plantas de biometano hasta modificar su Plan de Ordenación Municipal para buscar garantías a la hora la posible llegada de este tipo de proyectos a una ciudad que se caracteriza por la producción de vino y, de paso, evitar la proliferación de macrogranjas, aunque no se detalló el posicionamiento sobre las plantas de producción de hidrógeno.