El incendio forestal de Peñalba de la Sierra (Guadalajara), ubicado en Pico de Lobo, montaña que forma parte del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, sigue activo desde que se detectase el pasado domingo 21 de septiembre. En los trabajos de extinción han participado de momento más de cien medios entre aéreos y terrestres, así como casi quinientas personas entre bomberos forestales y agentes medioambientales.
Sin embargo, el delegado provincial de Desarrollo Sostenible en Guadalajara, Rubén García, ha informado que el incendio está muy próximo a su estabilización, después de haber calcinado más de 700 hectáreas. Lo ha hecho en una rueda de prensa junto a Miguel Aguilar, jefe del Servicio de Incendios de la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible.
Aguilar ha explicado que cada vez están más cerca de una estabilización porque en el día de ayer 24 de septiembre “solo se incrementaron de 30 a 40 hectáreas”. Su intención es mantener que la superficie afectada se incremente muy poco “en 10 o 15 hectáreas”, por lo que se considera que cuando no haya un incremento de superficie “implica que los frentes están parados y estabilizados”. Señala que son “muy cautos, por lo que desde la declaración de estabilizado nos gusta que pasen 24 horas hasta declararlo controlado. Una vez controlado la opinión pública se tranquiliza bastante”.
Miguel Aguilar ha expuesto que en la actualidad hay una “movilización de medios aéreos brutal”, ya que están actuando 18 helicópteros que supone “algo inusual”, además de tres hidroaviones de Castilla-La Mancha y “otros dos o tres que van a venir de Torrejón”.
Evolución del incendio forestal
Se trata de un incendio forestal de alta montaña, en una zona “muy escarpada, sin caminos y con severas limitaciones para el acceso de vehículos pesados”, ha destacado García, por lo que han priorizado medios aéreos para combatir las llamas.
La madrugada del domingo 21 de septiembre hubo tormentas en la zona y ha sido el delegado provincial el que ha confirmado que “el origen del incendio fue un rayo”. Tras realizar varios avisos de llamadas particulares a las ocho y cuarto de la mañana se confirmaba el incendio, movilizándose “de inmediato el retén y el vehículo autobomba de Cogolludo”, pero la topografía impedía el ataque terrestre. Entre las once y las doce de la mañana se activaron los helicópteros de Las Minas y Corduente con sus brigadas forestales respectivas. “La niebla inicial impidió descargar agua con seguridad, pero nos dejó insertar a las brigadas transportadas por helicóptero, que son las especializadas en este tipo de incendios a esta altura”. El incendio ganó intensidad y generó focos secundarios por la temperatura y las rachas de viento.
A última hora del día, por la falta de luz se retiraron los medios “y quedaron las patrullas de vigilancia, planificación y reconocimiento de puntos de acceso”. Ese primer día se quemaron en torno a 120 hectáreas, “básicamente matorral de alta montaña, abrezos y retamas”.
El día 22 la jornada inicial estuvo “marcada por la dificultad del acceso a alta montaña, con un despliegue contundente de 14 medios aéreos”, cuyo objetivo era contener el avance del fuego en las cotas altas. A las nueve de la mañana se declaraba la situación operativa de nivel 1 al cortarse la carretera GUD-187, pero “sin suponer riesgo para la población cercana”. Durante el día los medios aéreos realizaron descargas constantes sobre los frentes activos.
Al día siguiente, 23 de septiembre, García señala que “se avanzó muy poquito en el perímetro, pero a primera hora de la mañana se desplegaron 20 aeronaves”. Ese día contaron con la colaboración de aeronaves del Ministerio de Transición Ecológica, medios aéreos de la Comunidad de Madrid y de Castilla y León. Al final del día se habían calcinado 693 hectáreas.
El miércoles 24 alcanzaron el “mayor despliegue en la zona” con 52 medios trabajando de manera simultánea y 200 efectivos. La superficie estimada al cierre del día fueron 734 hectáreas calcinadas.
El Gobierno regional pide que se confíe en los profesionales
El delegado provincial, Rubén García, ha señalado que quiere ser muy claro a la preocupación parte de los sindicatos y trabajadores, después de que en los días anteriores se haya criticado la gestión a la hora de abordar el incendio forestal, o exigido la dimisión de la consejera de Desarrollo Sostenible. “No vamos a poner en riesgo a nadie, a ningún trabajador en riesgo en ningún momento. En la parte alta del incendio no hay caminos, ni zonas seguras ni vías de escape”, explica García. Añade que insertar retener a pie o autobombas en esas condiciones habría sido “temerario” y que la maniobra inicial “fue la correcta”. Rubén García asegura que “se siguieron los protocolos y el incendio se atacó con medios aéreos, que es lo que pedía ese momento”. Ha finalizado explicando que no se van a “saltar la prevención de riesgos, ni hemos expuesto a nadie a un riesgo innecesario”.
El alcalde de Peñalba de la Sierra, Rafael Heras, también se ha quejado de la “tardanza” en la intervención de los servicios de extinción en el fuego y la “impotencia” que sienten los escasos vecinos y ganaderos de zona, al no permitirles colaborar en la defensa del territorio. Sin embargo, Rubén García ha señalado que desde el Gobierno regional no van a permitir a los vecinos que actúen en el incendio: “Entendemos la preocupación y la voluntad de ayudar, pero es un riesgo inasumible”, y hace un llamamiento a la población para que confíen en los profesionales.