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Castilla y León espera empezar a vacunar el 27 a 63.000 personas del grupo 1 que recibirán dos dosis en 21 días

Imagen facilitada por la farmacéutica Pfizer que muestra viales de la vacuna para la covid-19 en un laboratorio. EFE/EPA/PFIZER HANDOUT

Europa Press

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La Junta de Castilla y León espera poder empezar a vacunar el domingo 27 de diciembre a un total de 63.000 personas del grupo 1 del programa de vacunación --las personas institucionalizadas que viven en residencias o centros sociosanitarios, hayan pasado o no el coronavirus ya que su sistema inmune tiene menos capacidad de generar anticuerpos, y los trabajadores-- que recibirán las dos dosis de la vacuna Pfizer que se remienda dispensar en un intervalo de 21 días.

En concreto y según ha explicado la consejera de Sanidad, está previsto que Castilla y León reciba en el primer mes de la campaña de vacunación un total de 126.000 dosis de la vacuna Pfizer que permitirá inmunizar por lo tanto a 63.000 personas que tendrán que firmar un consentimiento previo, trámite que se pedirá en todos los casos.

Las vacunas serán administradas por 133 profesionales del sistema público de salud en equipos de entre dos y cuatro profesionales en función del lugar de destino y estarán debidamente custodiadas, tanto en términos de seguridad como de vigilancia de la cadena de frío, en nueve puntos de recepción que se ubicarán en los nueve servicios territoriales de Castilla y León que disponen, a su vez, de nueve ultracongeladores, además de los equipos de protección precisos como guantes, protección ocular y batas adecuados.

Se han adquirido también “cantidad suficiente” de materiales para preparar y distribuir las vacunas, jeringas, agujas y suero fisiológico para la reconstitución de la vacuna “en cantidades más que suficientes” para la primera fase. A modo de ejemplo, ha informado de que se dispone ya 3.400.000 jeringas de carga, 351.000 agujas de carga, más de 3,36 millones de agujas de inyección y 60.000 unidades de suero salino de 10 ml para reconstituir las vacunas, materiales que han supuesto una inversión de 257.540 euros.

A esto ha añadido la necesidad de garantizar la trazabilidad en la administración de las dosis por lo que, en principio, se descarta que las vacunas sean administradas por personal de fuera del sistema público. El transporte de las dosis se realizará mediante neveras por los equipos de vacunación COVID “garantizando así que no se rompe la cadena de frío y las vacunas puedan perder efectividad”.

Casado ha informado asimismo de que la Consejería de Sanidad ha adquirido “suficiente” cantidad de hielo seco ante la posibilidad de que hubiera algún problema que impida mantener las condiciones de temperatura extrema que requiere la vacuna alemana.

La vacunación contra el coronavirus, para la que aún no se dispone de fechas ya que se desconoce cuándo llegarán más dosis, continuará para el personal sanitario de primera línea, es decir, todo el personal de atención primaria, los profesionales de las unidades de críticos, urgencias, medina interna, neumología y servicios de prevención de riesgos laborales o admisión de los hospitales y el personal de emergencias sanitarias, a los que seguirá el resto de personal de los hospitales, personal sanitario de centros privados y resto de personal socio sanitario y grandes dependientes.

En siguientes fases se vacunará a otros grupos poblacionales de modo que en la segunda fase se contempla la vacunación de personas no institucionalizadas mayores de 70 años, de personas mayores de 50 años con factores de riesgo, menores de 50 años con factores de riesgo, personal docente de primera línea, embarazadas y personal de instituciones penitenciarias. Para la fase III se ha indicado la vacunación del resto del personal esencial y docente, de personas de entre 40 y 59 años y del resto de población adulta.

El objetivo, ha precisado Casado, es llegar a verano con tasas importantes de vacunación --entre el 70 y el 75 por ciento-- y con al menos tres fases cubiertas por lo que ha llamado a no relajar en ningún momento las medidas de prevención.

Casado ha aclarado que la campaña de vacunación será “proactiva” a través de esos equipos COVID que establecerán las rutas de vacunación los siete días de la semana salvo festivos como el día 1 de enero, por lo que se descarta, al menos hasta el final el tradicional sistema de cita previa.

En concreto, en los centros socio sanitarios, para grandes dependientes en sus domicilios así como para los profesionales de Atención Primaria, de Especializada y de Emergencias Sanitarias, la vacunación se realizará previa firma de un consentimiento informado y una posterior citación.

Para los centros socio sanitarios y grandes dependientes, los equipos de vacunación COVID, en función del número de personas que desee vacunarse, establecerán rutas diarias los siete días de la semana que tendrán tres fases: una primera que permite vacunar a todos los solicitantes en una primera fase; una segunda a los veintiún días, que administrará una segunda dosis a los que ya recibieron una previa y la inicial a quienes en la vez anterior no se encontraban en el centro por diversos motivos; y, una tercera visita, que permite administrar una segunda dosis a las personas que recibieron su primera dosis en la segunda visita.

Por último, para los centros de Atención Primaria, hospitales y Emergencias Sanitarias, la vacunación se realizará mediante los servicios de prevención de riesgos laborales del centro hospitalario de referencia, mediante citación previa y con la firma del consentimiento informado.

La consejera ha comparado esta campaña de vacunación contra el coronavirus con un “hito histórico” como fue en su día la inmunización contra la viruela y ha reivindicado el trabajo “multidisciplinar” de todo el Gobierno en el “inicio del fin de la pandemia”. “Estamos todos juntos”, ha indicado para defender que las vacunas son seguras frente a un virus que hace lo que los ciudadanos le dejan hacer.

No obstante, todas las reacciones adversas se registrarán, comunicarán y seguirán, “para lo que habrá seguimiento muy estrecho de las mismas”. Casado ha explicado que se han descrito “posibles efectos adversos sin gravedad”, como enrojecimiento, hinchazón local, dolor leve, fiebre o dolor de cabeza o muscular y para poder tratar éstos, los equipos de vacunación COVID, como los servicios de prevención de riesgos laborales estarán equipados a tal fin.

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