La Sierra de la Culebra, el fuego que nos cambió todo, pero que no cambió nada
Hoy, tarde del 15 de junio se cumple un año de uno de los acontecimientos que más duramente han marcado la provincia de Zamora en las últimas décadas. El primer incendio de la Sierra de la Culebra, que abrió las puertas a un verano trágico para nuestra provincia que se saldó con más de 60.000 hectáreas quemadas y se llevó la vida de cuatro personas.
Un verano en el que se vieron las costuras de la gestión forestal de la Junta de Castilla y León, desbordada con una negligente planificación antiincendios que se mostró incluso incapaz de alimentar en condiciones a sus bomberos forestales.
Para nuestras comarcas, todo ha cambiado, ya que las consecuencias de los incendios nos perseguirán décadas. Miles de hectáreas de bosques calcinados que minan las expectativas de futuro tanto de los territorios afectados como de toda la provincia. Una destrucción que ya ha obligado a cambiar el modo de vida muchos de nuestros habitantes.
Sin embargo, todo este impacto negativo sobre la provincia, ¿Se ha traducido en un cambio de las administraciones sobre Zamora? Es evidente que no.
La Junta de Castilla y León, que es quien tiene la competencia y la responsabilidad en gestión forestal, ha destinado más tiempo y recursos a tapar lo ocurrido y a realizar propuestas humillantes como el famoso “concierto solidario” que a compensar a todas las personas afectadas. Ha dedicado mucho más esfuerzo a asegurarse el control político municipal de las comarcas que a realizar cambios sustanciales en los recursos y en las condiciones en las que trabajan sus bomberos forestales.
Se ha esforzado mucho más en buscar conspiranoicamente culpables fuera, que en asumir las responsabilidades por su propia gestión. En definitiva, la Junta de Castilla y León ha invertido más en marketing político que en indemnizar a las personas afectadas aplicando sus máximas de “aquí no ha pasado nada”, y “la culpa es de otro”.
Un panorama desesperante al que se une la inacción del Gobierno, que bien por iniciativa propia o bien presionando a la Junta, podría haber aprobado un plan de revitalización para las comarcas arrasadas por los incendios.
¿Por qué no se ha realizado un plan de revitalización imprescindible para restaurar todo lo perdido? ¿Cómo puede ser que ni la Junta de Castilla y León, ni el Gobierno, ni ninguna otra administración se hayan dado la vuelta para apoyar a la provincia? ¿Cómo puede ser tan evidente que una vez se fueron los medios de comunicación, sus promesas y prioridades se olvidaran?
Así estamos un año después, cuando después de tanto sufrimiento, cuando todo debería haber cambiado, somos conscientes de que nada lo ha hecho. Un año después, no hay un plan para recuperar lo perdido, la Junta de Castilla y León no ha asumido responsabilidades, ni mejorado significativamente las condiciones de los bomberos forestales ni del dispositivo antiincendios, y el Gobierno, ante semejante atropello sigue mirando para otro lado.
Un año después, pese a no ha cambiado nada, desde la Coordinadora Rural Zamora seguiremos peleando por cambiar todo.
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