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El alcalde de Caldes de Malavella (Girona) se encara con un hacha a unos okupas

El alcalde, con el hacha en la mano, en un momento del vídeo

ACN

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Polémica por un vídeo donde el alcalde de Caldes de Malavella (Girona) y presidente del Consejo Comarcal de La Selva, Salvador Balliu, se encara a unos okupas y les amenaza con un hacha. Las imágenes en redes muestran cómo Balliu discute con los jóvenes y, blandiendo el hacha, les dice “os quiero fuera” y “a mí me han pagado para que os eche”. Ocurrió el lunes de Pascua. El alcalde de Caldes, de Junts, explica que en realidad el agredido fue él, porque cuando acudió a su propiedad le salieron dos jóvenes con palos y un perro. Admite que se puso nervioso por una situación que no desea “a nadie” y que se defendió con lo primero que encontró. También dice que el vídeo tan sólo enseña una parte de lo que pasó pero pide disculpas por si alguien se ha visto ofendido.

El vídeo que fue publicado por la Cadena Ser y se ha hecho viral en redes sociales está grabado con móvil y dura unos 45 segundos. Se ve al alcalde de Caldes y presidente del Consejo Comarcal con un hacha en la mano mientras discute con los okupas. Uno de los jóvenes que aparecen en el vídeo –dos chicos y una chica– tiene un palo en la mano. Balliu les dice que los quiere “fuera” y uno de ellos le responde: “Vale, me marcharemos, pero ¿de qué vas?”, en referencia al hacha.

La chica, que está sentada en el suelo, le pregunta a Salvador Balliu si es el alcalde. “No, a mí me han pagado para que te eche”, le contesta él. “Os quiero fuera, a las dos”, reitera el alcalde de Caldes con actitud amenazadora, en referencia al plazo que les da para que se vayan. “Vale, pero espera tío, que no hemos encontrado nada, que es Semana Santa”, le dice uno de los okupas.

El vídeo ya ha provocado reacciones de la oposición de Caldes. Los tres grupos que la forman (SomCaldes, ERC y En Comú Podem) dicen que la actitud de Balliu es “inadmisible”. “Nadie puede tomarse la justicia por su mano, y menos un cargo público como el señor Balliu”, dice la oposición. Los tres grupos estudiarán ahora qué hacer, pero ya avanzan que no ven “justificación posible” y creen que el alcalde debería dimitir “de inmediato”.

Por su parte, Salvador Balliu dice que no desea “a nadie” la situación que vivió, que pasó muchos nervios y que el agredido fue él. El alcalde y presidente del Consell explica que esta finca, situada en la urbanización Can Solà Gros, es suya y que la tiene en venta.

Dice que en Semana Santa, cuando él estaba de vacaciones, la Policía Local le llamó para contarle que le habían entrado unos okupas. Los agentes hablaron con los jóvenes, y ellos se comprometieron a marchar el Viernes Santo. El sábado, cuando Balliu llegó de vacaciones, la policía fue a comprobar si los jóvenes ya estaban fuera. “Aún estaban en la casa, pero les dijeron que se marchaban en ese momento”, ha dicho el alcalde.

De hecho, el domingo Balliu fue hasta la finca y no encontró a nadie. Puso unas bridas en las vallas y en las puertas -“era lo único que tenía”, ha dicho- y el Lunes de Pascua fue a un bazar chino a comprar cerraduras, para reponer los que los okupas habían roto.

“A empujones y golpes”

“Cuando entré en mi casa, de dentro de la finca salió un perro grande, una chica y dos jóvenes que llevaban palos grandes; me empezaron a amenazar ya increpar, y me echaron a empujones y golpes”, ha explicado. El alcalde de Caldes, Salvador Balliu, dice que, en ese momento, sufrió por su “integridad” y que fue “una situación muy mala” que no desea a nadie.

Fue entonces cuando decidió defenderse, y cogió lo que tenía más a mano –el hacha– entre las herramientas que llevaba en la furgoneta (con las que quería reparar las cerraduras). Es ese el momento que muestra el vídeo, en el que Balliu subraya que también se ve cómo los jóvenes llevan palos en sus manos.

El alcalde dice que, pese a sus cargos políticos, actuó “en nombre propio” y a título particular. “Estaba en mi casa y me encontré con unas personas que salían de dentro y me amenazaban con palos”, reitera. El alcalde también dice que el vídeo debe contextualizarse, porque sólo muestra una parte de lo que pasó. “Me sabe mal que se haya difundido y pido disculpas si alguien se ha sentido ofendido; pero lo cierto es que el agredido fui yo; estaba en mi casa y me echaron”, insiste. Explica también que los okupas al día siguiente abandonaron la finca.

Desvincularlo

El alcalde también ha admitido que dijo a los okupas que le habían pagado para que los echara porque ellos insistían en que era el alcalde y que no les podía hacer nada. “Quise desvincularlo, y en ese estado de nervios y de tensión, eso es lo que se me ocurrió”, ha dicho Salvador Balliu. “No fueron unos momentos fáciles en los que puedes pasar con claridad; había dos jóvenes que eran como dos veces yo y que me amenazaban con palos, la situación era ésta”, añadió.

Salvador Balliu cree que el vídeo lo han difundido los propios okupas. Cree que los grupos de la oposición deben escuchar su explicación, porque las imágenes sólo muestran una parte de lo que ocurrió. Para este lunes, el alcalde de Caldes ha convocado una junta de portavoces con la oposición para exponerles el asunto. Piden que le escuchen y que luego le hagan todas las preguntas que necesiten.

“Deseo que nadie se encuentre en esta situación, porque lo que pasé y los nervios no les deseo a nadie”, dice Balliu. “Al final, tuve que defenderme de alguna manera, que no fue más allá de lo que se ve en el vídeo”, añade el alcalde.

“En ningún caso mi reacción debe entenderse como una agresión ni como una amenaza hacia los okupas sino como respuesta de una persona que se siente indefensa en su propia casa ante una amenaza”, subraya Salvador Balliu. “Lamento profundamente la situación desagradable que se ha generado, la confusión y la polémica”, concluye.

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