El Ayuntamiento desaloja a 30 adultos y 4 menores del asentamiento de Barcelona que el martes sufrió un incendio

ACN

Barcelona —

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La Guàrdia Urbana de Barcelona ha desplegado este miércoles un dispositivo para desalojar el asentamiento del barrio de Sant Martí en el que este martes hubo un incendio. En total, se ha expulsado a 30 adultos y cuatro menores. La acción también ha contado con la presencia de Mossos, Bomberos, del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales (CUESB) y personal de los servicios de limpieza municipales.

El asentamiento estaba formado por tres núcleos de barracas, uno de los cuales fue el que sufrió el incendio. Ese fue desalojado el mismo martes y el resto son los que ha intervenido este miércoles por el Ayuntamiento. El dispositivo se ha llevado a cabo a raíz de un informe de los Bomberos que destaca un riesgo “muy grave” para las personas que habitaban las barracas y que era necesario actuar “con carácter de urgencia”, según han apuntado fuentes municipales.

Miebros del Sindicato de Vivienda se han personado para mediar entre los habitantes y el Ayuntamiento, pero no han podido evitar el desalojo. Por su parte, el teniente de seguridad del consistorio, Albert Batlle, ha explicado que antes del incendio ya estaba en marcha el procedimiento para despejar la zona, pero que el incidente “precipitó” la actuación municipal.

El Ayuntamiento temía que hubiera más incendios, debido a las “conexiones irregulares” a la red eléctrica y por la proximidad a las vías del tren, según ha dicho el teniente. Asimismo, ha apuntado que las barracas eran construcciones “precarias”, hechas de materiales combustibles como madera, plástico o textil. Además, se acumulaba chatarra y aparatos eléctricos, así como bombonas de gas y aparatos de cocina.

De los 34 desalojados, 28 han solicitado apoyo al CUESB. La mayoría ya eran usuarios de Servicios Sociales, tal como ha explicado la comisionada de Acción Social, Sònia Fuertes. Una vez expulsados del asentamiento, el Ayuntamiento estudiará la situación de cada uno y les ofrecerá, de entrada, una noche en el CUESB. En el caso de los núcleos familiares, se estudiará la derivación a un Alojamiento Temporal de Urgencia (ATU) u otras soluciones residenciales.

Montse Hernández, de 24 años, es una de las personas que vivía en el asentamiento. Estaba allí desde hacía cinco meses junto a su pareja y, según ha explicado a la ACN, no ha recibido ningún aviso previo del desalojo. Cuenta que a primera hora de la mañana, la Guàrdia Urbana les ha avisado de que tenían diez minutos para recoger sus cosas e irse.

Considera que la oferta del Ayuntamiento de pasar una noche en el CUESB es “insuficiente” y ha remarcado que no les han dejado llevarse todas sus cosas. “¿Qué se supone que debo hacer con mi perro?”, se pregunta.

Montse vive en la calle desde los 18 años y asegura que estar en un asentamiento de barracas es mejor que pasar la noche al raso. “Aquí, al menos, teníamos un techo bajo el que resguardarnos”. La joven añade que sufre una enfermedad que le impide trabajar y que está tramitando la discapacidad porque, por ahora, sólo recibe una prestación de 90 euros al mes. Su pareja, que no tiene permiso de residencia, trabaja recogiendo chatarra.