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La CUP tumba los primeros presupuestos de Ada Colau

La CUP Barcelona en comparecencia

Yeray S. Iborra

Después de días de tira y afloja, la CUP de Barcelona ha votado 'no' a la modificación de crédito planteada por el gobierno municipal, que debían ser los primeros presupuestos de Ada Colau. El alejamiento político por el juicio del concejal 'cupaire' Josep Garganté (y la defensa sin matices de la Guardia Urbana por parte de BComú), así como la distancia mostrada por el gobierno en la respuesta a las diez alegaciones de la CUP a los presupuestos han pesado demasiado. “No ha habido ninguna propuesta de reunión de BComú, como sí han hecho con los otros grupos”, ha lamentado la concejala de la CUP, Maria Rovira, en rueda de prensa.

Maria Rovira ha explicado que el lunes comenzaron las llamadas para reunirse con BComú y que el gobierno municipal pidió a los anticapitalistas que priorizaran cinco de las diez alegaciones propuestas. La CUP accedió pero obtuvo una respuesta negativa por parte de BComú: “Ayer [jueves] recibimos las respuestas: no aceptaban ni una cuarta parte de lo que proponíamos”, ha dicho la concejal. Rovira ha destacado que Colau ha rechazado asegurar una renta mínima universal para mujeres, suprimir la unidad de antidisturbios de la Guardia Urbana o hacer avanzar el Carnet Ciudad para los sin papeles. “Nos encontrarán de cara si perpetúan el modelo que nos ha llevado hasta aquí”, dijo Rovira.

La respuesta de la CUP deja un escenario incierto. El Gobierno de Colau necesitaba como mínimo la abstención de los 'cupaires' para llevar adelante la modificación presupuestaria. BComú ya tenía el apoyo de ERC y PSC, pero entre los tres suman 20 concejales, a uno de la mayoría necesaria para aprobar las cuentas. Con el 'no' de la CUP, Barcelona se quedará sin presupuestos como mínimo hasta verano.

Aunque Maria Rovira no lo ha descartado, parece poco probable un acuerdo de última hora entre BComú y la CUP, por lo que la única alternativa que le queda al gobierno de Colau es buscar a contrarreloj una abstención de Ciutadans, ya que el pleno que debe debatir la modificación de crédito está convocado para el próximo lunes. Por parte de los naranjas, el concejal Francisco Sierra ha considerado “muy remotas” las posibilidades de acuerdo con BComú. En todo caso, dentro de dos meses el gobierno de BComú puede volver a plantear al resto de grupos una modificación presupuestaria de las últimas cuentas de Xavier Trias.

A lo largo de estos días la CUP había expresado la voluntad de llegar a consenso con el gobierno municipal, pero la mesa política de los anticapitalistas celebrada el jueves por la noche, que reúne a representantes de las 13 asambleas de barrios, fue clara: ninguno miembro votó a favor de sacar adelante los presupuestos. La CUP deja la puerta abierta a alcanzar una “nueva modificación” y no sienten que su decisión deje la ciudad sin presupuestos: “No teníamos presupuestos, de hecho, se trata de una modificación”, ha dicho Rovira.

El Gobierno mantiene el Pleno del lunes

Pese al no de la CUP, el Gobierno ha confirmado el Pleno extraordinario del lunes para debatir la modificación presupuestaria. El primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello, ha explicado que mantenían conversaciones con la CUP por la modificación presupuestaria “desde el mes de enero” y que el 'no' de los anticapitalistas le deja “perplejo y triste”. Pisarello ha confiado en que la CUP “recapacite”.

Pisarello ha recordado a la CUP que los presupuestos “tienen un tiempo” y que muchas de las preocupaciones de la CUP en materia económica y social “se retrasarán si no se aprueban con esta modificación”. “Como gobierno, mantendremos la negociación con todos los grupos”, ha insistido Pisarello, que aún ve margen para el acuerdo tanto con la CUP como con Ciutadans.

“Estamos de acuerdo con su diagnóstico, y una buena parte de sus medidas se han incorporado. La CUP de Barcelona deberá explicarle a los vecinos y vecinas de Nou Barris o de la Zona Franca por qué no llegará el metro, o por qué no crecerán las políticas en vivienda”, ha espetado Pisarello a los anticapitalistas.

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