El brote descontrolado de coronavirus el Hospital de Igualada, que obligó a confinar a 70.000 habitantes de la zona, tuvo uno de sus orígenes en una comida de 80 personas en la que había “muchos asistentes” sanitarios. Así lo ha detallado el secretario general de Salud Pública, Joan Guix, que ha explicado que la investigación epidemiológica ha logrado esclarecer que el virus entró al centro sanitario al menos por dos vías: ese evento y un contagio en la familia de una trabajadora.
Esto provocó que el coronavirus entrara al Hospital de Igualada a través de más de un “vector de transmisión”, ha añadido la consellera de Salud, Alba Vergés. “Esto ha complicado poder gestionar el hospital estos días”, ha añadido, en referencia a que el brote ha provocado que hasta la fecha haya 91 profesionales infectados y otros casi 200 confinados por haber sido contactos de positivos. Lo que se desconoce es cómo se contagió la familia en cuestión y el que llevó al virus a la comida.
En una comparecencia pública, y tras las llamadas del Hospital de Igualada a que le enviasen más personal, Vergés ha anunciado refuerzos desde el Hospital de Bellvitge, en l’Hospitalet de Llobregat, que es el centro terciario de referencia para esta zona. La consellera ha indicado que se modularán los recursos en fucnión de las necesidades del centro, pero pese a las preguntas no ha especificado cuántos profesionales se han movilizado estos días o se van a movilizar.
Hasta ahora este centro sanitario de Igualada ha llegado a trabajar con un 35% de la plantilla fuera de servicio y sin más refuerzos que una quincena de médicos y enfermeros voluntarios. Este era el panorama que detallaba el director asistencial del hospital, Joan Miquel Carbonell, en una entrevista en eldiario.es en la que argumentaba ahora era la falta de personal y no de material lo que les “destrozaba”.