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Desbanka propone un frente ciudadano contra el poder financiero

João França

Barcelona —

La sala de actos del Centro Cívico Parc Sandaru quedó desbordada por la cantidad de gente que se acercó para conocer la iniciativa de Desbanka y escuchar los ponentes que la presentaban. Se trata de un frente ciudadano contra el poder financiero. En su manifiesto aseguran que “cualquier reivindicación de más justicia social o ambiental, democracia y paz tiene en el centro de su actividad la lucha contra el poder financiero”, y por eso quieren aglutinar las diferentes iniciativas que lo enfrentan.

“No queremos crear un colectivo nuevo para trabajar cosas que ya se están trabajando, sino que queremos ser un punto de encuentro”, explicaba ayer una de las promotoras de Desbanka. Es por ello que en su manifiesto se suman a las reivindicaciones y las luchas de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda o la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. “Queremos mostrar que todas estas luchas tienen el mismo objetivo”, añadía.

La presentación tenía un carácter didáctico, y los ponentes se dedicaron a explicar el porqué de la actual crisis financiera y las alternativas posibles. “El mundo financiero ya no puede conseguir beneficios como había hecho hasta ahora, pero tampoco se ha replanteado, porque las finanzas no pueden hacer más que engordar, y han visto que la educación o la sanidad públicas o los sistemas de pensiones mueven millones y millones de euros en Europa sin que saquen beneficio. Por eso ahora quieren deteriorarlas, para que la gente se pase a la educación, la sanidad o las pensiones privadas”, aseguraba un ponente.

Albert Recio, profesor de economía del trabajo en la UAB, denuncia el “peligro sistémico” provocado por la liberalización financiera de los años 70 y critica el poder de la banca. “Es en los países donde las finanzas tenían más poder donde ha habido una burbuja inmobiliaria más grande y donde la crisis está teniendo unas consecuencias más graves”, explica.

“En todas las crisis parece que los únicos culpables sean los políticos, pero sólo son los cómplices, el culpable de todo es el poder financiero”, decía uno de los ponentes. En cambio, Carlos Jiménez Villarejo, ex fiscal anticorrupción, aseguró que, desde el punto de vista jurídico no serían cómplices, sino “colaboradores necesarios”. El jurista se mostró especialmente preocupado por el fraude y puso como ejemplo la familia Botín, porque se conoce la existencia de cuentas en paraísos fiscales del núcleo familiar del propietario del banco Santander. Villarejo recordó que el Parlamento Europeo cifró el fraude fiscal en Europa entre 200 y 250 mil millones de euros.

Sin embargo, a Desbanka no le basta con exigir una banca pública, sino que la banca que reivindican también debe ser ética y con control social. En este sentido, Arcadi Oliveres cifró en 250 mil millones de euros el dinero público recibidos por la banca española, y criticó que ese dinero no sólo no hayan servido para dar créditos y reactivar la economía, sino que la banca española, es una gran inversora en la industria del armamento y, según aseguró, una gran evasora fiscal.

La última en intervenir fue Itziar González, quien aseguró que “la política es una dimensión de la sociedad necesaria y potencialmente transformadora”. Por ello considera que Desbanka, al aglutinar las iniciativas de rechazo y alternativa al poder financiero, “está formando el primer trozo de un futuro parlamento ciudadano, para convertirse en ciudadanía constituyente”. La arquitecta considera que “cada movimiento ha hecho algo muy razonable, que es centrarse en lo que sabe y conoce”, por lo que reclama que cada sector se convierta en protagonista en su ámbito para legislar, promover acciones de desobediencia y hacer partícipe a la ciudadanía. “Queremos recordar a los políticos que es eso de la política”, concluye.

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