El exdirector del Servei Meterològic de Catalunya (SMC) Oriol Puig ha admitido al juez que envió un correo electrónico a una empresa ante un concurso para instalar estaciones meteorológicas que finalmente ganó, junto a otra firma, aunque lo ha enmarcado como una práctica habitual y ha negado que buscara fomentar un cártel.
Así lo ha señalado Puig en su declaración como investigado este jueves ante el juzgado de instrucción 29 de Barcelona, que lo investiga como “facilitador” de un cártel empresarial en el que dos firmas acordaron repartirse distintas licitaciones públicas de instalación y mantenimiento de estaciones meteorológicas durante nueve años en Catalunya.
Puig, hermano del que fuera exconseller catalán de Obras Públicas y peso pesado de Convergència, Felip Puig, estaba prevista para este miércoles, está investigado junto a otras dos personas, los responsables de las empresas MCV y Adasa, que presuntamente se pusieron de acuerdo para repartirse de forma irregular los contratos públicos.
Las pesquisas han terminado en un juzgado después de sendas investigaciones de la Autoritat Catalana de la Competència (ACC) y la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC) realizaran sus propias pesquisas sobre las irregularidades. Fue Antifraude quien envió los expedientes a la Fiscalía Anticorrupción tras apreciar indicios de delito.
Según han informado fuentes jurídicas, en su declaración este jueves ante el juez Santiago García, Puig ha admitido que envió un correo con datos que luego formarían parte del concurso antes de que se publicara, pero ha negado que facilitara el conjunto del pliego de condiciones.
También una de las empresarias investigadas ha enmarcado su comportamiento en un sector, el de las estaciones meteorológicas, muy pequeño y con pocas empresas, negando así que participara en un cártel.
En una exhaustiva investigación, la ACC concluyó que Puig “jugó un papel de impulsor y facilitador” del cártel entre las dos empresas. Según la ACC, Puig participó de forma “directa” en el establecimiento de las prácticas anticompetitivas desde el año 2011 hasta 2018, cuando fue relevado al frente del Servicio Meteorológico de Catalunya. Los tribunales anularon la sanción administrativa impuesta a Puig por cuestiones formales, sin cuestionar el fondo de las pesquisas.
Tras analizar decenas de correos electrónicos entre los implicados y todos los concursos, Competència concluyó que Puig “promovió la colaboración” entre las dos empresas. La primera firma, según la ACC, recibió “indicaciones” de Puig para que “compartiera” el negocio de las estaciones, al tiempo que el entonces director “suministraba información privilegiada” de las licitaciones del servicio meteorológico catalán a los directivos investigados antes de que fueran publicadas oficialmente.
La causa penal queda ahora a la espera de si alguna de las partes quiere proponer la declaración de testigos, tras lo cual la Fiscalía y la Generalitat manifestarán al juez si creen que hays suficientes indicios para llevar el caso a juicio o debe archivarse.