La Fiscalía insiste en pedir cinco años de cárcel a cuatro ultras por una agresión a un independentista

La Fiscalía y el Ayuntamiento de Barcelona se han reafirmado este viernes en pedir cinco años de cárcel para cada uno de los cuatro ultras que participaron en la marcha neonazi tras la sentencia del procés y están acusados de haber propinado varios golpes y patadas a un independentistas. 

Ante el juzgado penal 17 de Barcelona ha quedado visto para sentencia este viernes el juicio contra cuatro jóvenes acusados de un delito de lesiones con la agravante, entre otras, de discriminación ideológica. Las acusaciones –el Ayuntamiento de la capital catalana ejerce la popular tras atender a la víctima en la oficina municipal contra la discriminación– se han reafirmado en su petición de penas.

Por su lado, las defensas han reclamado la absolución o, en su defecto, una condena atenuada por los varios años de tramitación de la causa. Y la defensa del joven que admitió haber propinado varias patadas a la víctima, ejercida por el letrado José Rey, ha añadido que el juez debería aplicar a su cliente la atenuante de confesión. En cambio para la fiscal y el abogado Xavier Muñoz, que representa al Ayuntamiento, no hay atenuante alguna a considerar.

Antes de los informes finales de las partes se ha procedido al visionado de varios de los vídeos de la causa sobre la agresión, entre ellos el que encabeza esta información. El ataque ocurrió en plena calle Balmes de Barcelona después de que la manifestación neonazi bajara desde la plaza Artós hacia el centro para intentar confrontar con los miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) que también se manifestaban en la noche del 17 de octubre del 2019.

También se han ratificado en sus informes las médicos que atendieron a la víctima, quienes han explicado que el chico presentaba múltiples contusiones y hematomas por todo el cuerpo tras la agresión, además de una rotura en la membrana del tímpano que no le comportó pérdida de audición. En el plano psicológico, el joven sufrió estrés postraumático agudo que no se postergó en el tiempo porque sanó de las heridas más rápidamente de lo previsto y tenía apoyo familiar y social. En conjunto, estuvo 50 días de baja, 30 de ellos impeditivos.

En su escrito de acusación, la Fiscalía relata que pasadas las 22:00h. de la noche, los cuatro acusados, armados con palos, tubos metálicos, piedras y banderas con mango de madera, “abatieron de forma rápida y conjunta” a un joven al que consideraron “enemigo” por vincularlo con la ideología independentista. 

Los cuatro acusados, más un menor que también participó en la agresión y ya ha sido condenado a 10 meses de libertad vigilada y servicios comunitarios, actuaron como “una auténtica masa de acoso”, resalta el Ministerio Público: los ultras hicieron perder el equilibrio a la víctima tras recibir un golpe de uno de los acusados con el tubo metálico que llevaba. Ya con la víctima en el suelo, continuaron agrediéndole “despiadadamente”, dice el escrito, con los objetos que llevaban y le propinaron patadas y puñetazos. Solo cesaron la agresión cuando otras personas acudieron en auxilio de la víctima.