La Caixa celebra 10 años del plan de enfermedades avanzadas tras atender a 175.489 pacientes

El Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas, impulsado por la Fundación Bancaria La Caixa, ha celebrado su décimo aniversario tras acompañar a 175.489 pacientes hasta el final de su vida y a 239.829 familiares de enfermos en todo el estado.

Este lunes, el subdirector de La Caixa, Marc Simón, el director científico del programa, Xavier Gómez-Batiste, el director del Área Sanitaria del Grup Mutuam, Josep Ballester, profesionales médicos del programa y pacientes han conmemorado en el recinto de CaixaForum el aniversario de la iniciativa.

El plan proporciona a las personas enfermas y a sus familiares una “atención cálida y personalizada” que complementa con la tarea que las unidades de cuidados paliativos hacen en hospitales y domicilios, y que está presente en 128 hospitales y 133 equipos de apoyo domiciliario.

Según Gómez-Batiste, el programa nació para “identificar aspectos prevalentes y relevantes entre los pacientes y organizar un sistema que responda a sus necesidades”, frente la muerte anual de más de 410.600 personas, de las cuales aproximadamente 300.000 mueren de enfermedades crónicas evolutivas.

Simón ha celebrado el aniversario de la iniciativa, y ha explicado que “cualquier programa de alcance social necesita una valoración a largo plazo para ver su alcance y los avances que se han conseguido materializar”.

MODELO DE ATENCIÓN PSICOSOCIAL

Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por enfermedades avanzadas y sus familias, el programa complementa la atención médica con un modelo de atención psicosocial impulsado por 42 equipos multidisciplinares de entidades sociales y sanitarias y más de 1.000 voluntarios que acompañan a los profesionales.

Este modelo, que ha acompañado a 36.000 personas y a 48.700 familiares este año en Catalunya, está integrado por cuatro ramas de atención: la emocional, la social, la espiritual y la física; además de un último aspecto que enfocada al entorno del paciente, la aflicción de los familiares y la sensibilización de la sociedad.

COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA

El programa está presente en 33 hospitales en Catalunya como la Vall d'Hebron, Bellvitge, Sant Joan de Déu y Sant Pau entre otros, una colaboración que Ballester ha definido como “el ejemplo fehaciente de lo que tiene que ser la relación entre lo público y lo privado”.

Además, el programa ha impulsado otras iniciativas como el EspaiCaixa, pensado para qué las personas ingresadas y sus familias puedan relajarse y tener intimidad en un entorno acogedor con actividades de relajación, creatividad o meditación entre otras.

El proyecto Final de Vida y Soledad, para aliviar el sufrimiento provocado por la soledad en personas con enfermedades avanzadas, y la Escuela de Cuidadores, para formar e informar a cuidadores y voluntarios, son otras de las iniciativas impulsadas.

SATISFACCIÓN DE LOS PACIENTES

Según la psicóloga Imma Lillo, “el diagnóstico de una enfermedad genera un alto impacto emocional en el paciente”, que tratan con un abordaje afectivo y un acompañamiento de la comunicación con los amigos y familiares.

“La situación no se supera, pero sí que aprendes a vivir con ella y trabajas con los profesionales para mejorar”, ha explicado una de las personas atendidas por el programa que perdió a sus dos progenitores a los 21 años.

Los impulsores explican que “las personas enfermas mejoran en un 90% en el ámbito anímico y psicológico, el mismo porcentaje de pacientes también asegura que han resuelto temas pendientes con sus seres queridos y el 92% está muy satisfecho con la atención recibida”.