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El fiscal denuncia a nueve profesores catalanes por humillar a hijos de guardias civiles

Estudiantes en las puertas de un centro escolar

Oriol Solé Altimira

“Los guardia civiles son unos animales, solo saben dar palos”; “parecen perros rabioso”; “¿estarás contento con lo que hizo ayer tu padre?”. Son solo tres de las expresiones que presuntamente habrían dirigido nueve profesores de un instituto de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) a hijos de guardias civiles el pasado dos de octubre y que han terminado con una denuncia de la Fiscalía contra todos ellos por un delito de incitación al odio. En concreto, el fiscal les acusa de lesionar la dignidad de las personas “por motivos de discriminación por nacionalidad”, en concurso con un delito contra la integridad moral.

A cinco de los docentes, además, les ha denunciado por un delito de injurias graves contra los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Fuentes fiscales han explicado que la denuncia “se tramitará” en el jugado de instrucción 3 de Martorell. Se trataría de la segunda causa judicial dirigida contra docentes por humillar a hijos de guardias civiles.

En el caso de los docentes del IES El Palau de Sant Andreu de la Barca, población con una casa cuartel de la Guardia Civil y decenas de hijos de agentes, las vejaciones se habrían producido el 2 de octubre, el día después del referéndum. La denuncia del fiscal destaca un reguero de humillaciones hacia hijos de los guardias por parte de docentes.

El comentario más grave lo habría dicho una profesora de naturales a un menor de 12 años: “Estarás contento con lo que hizo tu padre ayer?”, le espetó, según el fiscal, tras lo que el niño empezó a llorar “porque no entendía en comentario de la profesora, quedando también señalado ante todos los alumnos como hijo de Guardia Civil al que se le atribuía gratuitamente ser autor de un supuesto maltrato policial y por tanto expuesto al rechazo y hostilidad de sus compañeros de aula”.

“No me encuentro en disposición de dar clases normales por lo acontecido en el día de ayer, ya que la Policía y la Guardia Civil me han tratado a palos, porque son unos animales y unos bestias que solo saben dar palos”, habría dicho un profesor de matemáticas a su clase. Una de las alumnas, hija de guardia civil, respondió que su padre no era así y que no había pegado a nadie el 1-O, añade el fiscal.

En la siguiente clase, de catalán, lo mismo: una profesora habría asegurado que los agentes “son unos animales, solo saben dar palos”. La misma alumna rompió a llorar, señala el fiscal, y solicitó permiso para salir de clase. “A consecuencia de los comentarios y del debate provocado por ambos docentes la menor se sintió angustiada, señalada y humillada ante el resto de compañeros de aula y expuesta al rechazo de los mismos por ser hija de Guardia Civil”, expone la denuncia.

El fiscal contra los delitos de odio de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar, hace hincapié en que la actitud de los profesores se enmarca en “un contexto de profunda hostilidad” contra la Guardia Civil durante los pasados meses de septiembre y octubre. Y los docentes, según el fiscal, no sólo no apagaron el incendio, sino que echaron más leña al fuego.

Ante otro curso de 4º de la ESO, el profesor de matemáticas habría sostenido ante los alumnos que no quería dar clase por la “violencia desproporcionada” de la Guardia Civil. Una alumna sintió “desasosiego y angustia” y su madre tuvo que ir al centro para recogerla, junto a su hermano, de un curso menos. En su clase de naturales, una docente habría instado a los alumnos a protestar contra la actuación policial del 1-O de este modo: “El que esté a favor de la violencia policial que se quede en clase y el que no, que se baje al patio”.

En otra de las aulas, de 1º de la ESO, el fiscal asegura que una docente mostró una fotografía de cincuenta Guardias Civiles en una carga el 1-O, calificándolos ante los alumnos de “perros rabiosos”. Una alumna le replicó que los agentes “estaban haciendo su trabajo y que si no se hubiera resistido a entrar en el colegio no habría pasado nada”, ante lo que la profesor, según el fiscal, le instó a “abandonar la clase y dirigirse al lavabo a secarse las lágrimas”.

La misma profesora, una hora más tarde, preguntó a los alumnos “quiénes son hijos de guardias civiles”, todo ello, añade el fiscal, con el objetivo de “señalar” a los menores, “evidenciarlos ante el resto de compañeros y generarles sentimientos de culpa con la consiguiente humillación dado el ambiente hostil que se respiraba en todo el instituto al atribuir a los Guardia Civiles la condición de violentos”.

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