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Los embalses de cabecera del Tajo llegarán a su nivel más bajo después de verano

Embalse de cabecera del río Tajo

Francisca Bravo Miranda

La capacidad total de los embalses de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, es de 1.639 hectómetros cúbicos. Sin embargo, los números actuales están muy lejos de siquiera acercarse a estos niveles. De hecho, esta semana, ambos embalses han perdido más de 11 hectómetros cúbicos, quedándose a sólo un 17% de su capacidad total, almacenando sólo 442,93 hm3. Los embalses llevan una cadena de pérdidas que se ha acentuado durante el verano, algo que ni siquiera las tormentas de este verano han logrado suplir.

Los problemas seguirán agravándose y así lo señala la Plataforma en Defensa del Tajo, que ha calculado que los embalses sólo llegarán a almacenar alrededor de 300 hectómetros cúbicos. Esto significa que entrarán en el último nivel que señala la legislación del trasvase Tajo-Segura. La legislación del trasvase señala, de hecho, que cuando hay menos de 400 hectómetros cúbicos ya no cabe ningún tipo de desembalse.

¿Cómo ha llegado el colectivo a este cálculo? Miguel Ángel Sánchez explica que ha sido calculando las salidas del río del año pasado, y que la situación sólo se puede comparar a la que vivió el caudal hace diez años, y luego en los años 90’, cuando los embalses llegaron a estar debajo de los 240 hectómetros cúbicos, el límite de la legislación anterior. Al llegar a estos niveles, señala Sánchez, el caudal circulante por Aranjuez tuvo que reducirse a tres metros cúbicos por segundo para intentar salvar la situación.

En este sentido, el activista señala que se trata de un “ciclo de vaciado” de los embalses de Entrepeñas y Buendía, pero que en este caso la recuperación es cuestionable. Las aportaciones escasas que recibe la cabecera, que sólo llega a los cinco metros cúbicos por segundo en Trillo no son suficientes para recargar los pantanos, que sufren principalmente por el trasvase, pero también por las salidas para mantener un caudal del río Tajo que, por lo menos, se aproxime al caudal ecológico. Además, señala Sánchez, los embalses sufren filtraciones por el terreno, así como por la evaporación del agua.

Ante esto, la solución es dejar de someter al río Tajo al trasvase Tajo-Segura. “No hay agua, no se puede someter a la cabecera del Tajo a esto”, afirma Miguel Ángel Sánchez, quien afirma que la Confederación Hidrográfica del Tajo tuvo que incluso llegar a saltarse la ley ya que el caudal del Tajo está muy comprometido, y se tuvo que dejar salir más agua para el río desde los embalses para que llegara agua a zonas como Toledo o Talavera de la Reina.

Ante el anuncio que ha hecho el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura en el que advertían de que podrían llegar a necesitar el agua de los embalses, incluso a pesar de estar en una situación “no trasvasable”, Sánchez señala que existen antecedentes que podrían hacer que los trasvases se lleguen a cabo, a pesar de lo dramático de la realidad del río Tajo.

De este modo, Sánchez señala que incluso la sentencia del Tribunal Constitucional, que ha anulado diferentes disposiciones de la legislación del trasvase Tajo-Segura, podría llegar a establecer un vacío legal en esta situación. Además, el activista señala que el Ministerio de Agricultura valora que las líneas rojas están en los 303 hectómetros cúbicos, según el decreto 773/2014 que aprueba diversas normas reguladoras del trasvase por el acueducto Tajo-Segura.

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