El alcalde de Ciudadanos de Loriguilla expulsa del gobierno a los ediles del PSPV entre acusaciones mutuas de deslealtad

Toni Cuquerella

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El alcalde de Loriguilla, Sergio Alfaro, de Ciudadanos, ha retirado las competencias a los dos ediles del PSPV, con quienes había firmado un pacto de gobierno al inicio de legislatura. El acuerdo de gobierno se ha roto a falta de un año para que termine el mandato entre acusaciones de deslealtad entre las dos formaciones, y ha provocado que Cs se quede en minoría en el pleno con sus cuatro concejales, frente a los tres del PP y los dos socialistas.

En un vídeo divulgado por redes sociales Alfaro ha señalado “las constantes deslealtades que venimos sufriendo por parte del concejal Carlos Rodado”, deslealtades que afirma “comenzaron al principio de la legislatura cuando el partido socialista nos exigió, después de tener el pacto de gobierno con las condiciones establecidas, un salario para el concejal Carlos Rodado”. Asegura que se rechazó el salario puesto que no estaba dentro del acuerdo programático.

Por otro lado acusan a los socialistas de crear un perfil falso en las redes sociales “para atacar y menospreciar al gobierno, concretamente al concejal Javier Cervera”. Añade también que Rodado le “faltó al respeto” la semana pasada como alcalde.

Aseguran que la decisión “ha sido muy meditada” y que tras esto “pretendemos centrarnos en lo que verdaderamente importa que es Loriguilla”.

Respuesta del PSPV

Desde las filas socialistas se ha emitido un comunicado en respuesta a la decisión del alcalde que califican de “unilateral”. Aseguran que han sido ellos los que han sufrido “falta de respeto” por lo que pidieron la convocatoria de una comisión de seguimiento del pacto “para resolver conflictos y mejorar la gestión municipal”. No obstante indican que el alcalde Sergio Alfaro “no aceptó dialogar con nosotros” mostrando una “evidente actitud despótica”.

Afirman que han sido los concejales socialistas los que han padecido “deslealtad institucional” por las “intromisiones en nuestras áreas de gobierno y una nula comunicación interna que nos informara de las actuaciones principales del ayuntamiento”. Concluyen que la decisión de Alfaro obedece a “cuestiones partidistas y cálculos electorales”.