El Gobierno de PP y Ens Uneix en la Diputació de València tiene cada vez cerca la necesidad de prorrogar los presupuestos para el año 2026 al no encontrar suficiente apoyo en ningún partido de la oposición. La clave reside fundamentalmente en Vox, el partido que apoyó los presupuestos de 2024 (los de 2025 tuvieron también apoyo del PSPV y la abstención de Compromís, condicionados por la catástrofe de la dana), ya que en esta ocasión el partido de extrema derecha ha dado una vuelta de tuerca más y ha pedido la supresión de las partidas de Memoria Democrática e Igualdad.
Esta situación vuelve a poner frente a frente a los dos partidos que necesita el PP para apoyar sus cuentas anuales, Vox y Ens Uneix, un partido de extrema derecha y otro de perfil progresista, y no es la primera vez. Y es que es precisamente la diputada del partido comarcalista y vicepresidenta de la corporación provincial, Natàlia Enguix, la que gestiona estas dos áreas que quiere socavar la ultraderecha, formación que puso también como condición para apoyar al PP que Vox no estuviera en el ejecutivo provincial.
Este conflicto se arrastra durante todo el mandato. Para la aprobación de las cuentas de 2024 ya hubo roces entre las dos formaciones porque Enguix aludió entre las funciones de su área la lucha contra la violencia machista, expresiones que la extrema derecha recriminó que no se contemplaban en lo pactado. Para el ejercicio siguiente la catástrofe de la dana impuso la concordia para aprobar unas cuentas que tenían que ser expansivas por necesidad para la reconstrucción, pero esta tregua se sabía que iba a ser temporal, y Ens Uneix, al inicio del curso político ya empezaba a invitar a PSPV y Compromís a que apoyaran los presupuestos de 2026 para no depender de Vox, una oferta que los partidos de izquierda nunca han visto con buenos ojos.
La propuesta fue reiterada esta semana por Natàlia Enguix, con las cuentas ya redactadas y ante la inminencia de su votación. La respuesta de las dos formaciones ha sido la misma negativa, especialmente reprochando que se esté proponiendo con poco tiempo de antelación para estudiar los presupuestos, pero especialmente, señalaban que querían el beneplácito de la izquierda para “blanquear” el apoyo también de la ultraderecha. Pero este apoyo de Vox parece que no es tal, lo que obligaría a repetir los presupuestos del ejercicio actual.
Ens Uneix lamenta fundamentalmente que ninguna de las formaciones de izquierdas, ni PSPV ni Compromís, se abstenga para poder aprobar los presupuestos que no quiere Vox, ya que esto sería posible con margen si fueran los socialistas quienes se abstuvieran, y con el decisivo voto de calidad del presidente si se abstuviera Compromís.