Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

CV Opinión cintillo

A quien lea

Furor anticatalán

0

“Que la pau siga amb tots vosaltres,

germans en l’egoisme i l’estultícia.

Que us siga favorable i acollent

el parany que durant segles hem bastit

sota la pell indestructible de cada innocència“.

Marc Granell. València. ‘Fira desolada’, 1991

Vivimos desde 2010 en riesgo de marginación de Catalunya por la sentencia del Tribunal Constitucional que cepilló la reforma del Estatut de Catalunya sancionada por el rey. Fue aprobada en 2006 por el Parlament catalán, por el Congreso de los Diputados y en el Senado. Los responsables del aumento del 20 hasta asomarse al 50% en el respaldo de las tesis independentistas entre los electores catalanes son Aznar, Mariano Rajoy y el nacionalismo español que, con su intransigencia y la actitud beligerante contra el proyecto catalán, todavía lejos de las aventuras independentistas. Fueron Espriu (“La pell de brau”, 1959) y Vicens Vives (Notícia de Catalunya, 1960) quienes diseñaron la relación con el Estado español en términos de respeto y colaboración en la gobernabilidad del conjunto sin renunciar a la consecución democrática de mayores cotas de autogobierno. Tanto Suárez como Felipe González y Aznar -cuando hablaba catalán- contaron con el respaldo de la Generalitat de Catalunya que comandaba Jordi Pujol, hasta que en 2011 escenificó programáticamente “ el trencament de ponts” entre Catalunya y el resto de España. El pacto del Majestic se fue por el aire. La realidad española queda mutilada sin Catalunya. Cada día hay más catalanes conscientes de la necesidad de cambiar el paso y reponer vías de entendimiento. El acuerdo de Presupuestos-2023 entre Aragonés (ERC) e Illa (PSOE), así lo indica. Catalunya sin el andamiaje español es un verso suelto en la UE. Catalunya sin el País Valenciano no se explica y la Comunidad Valenciana sin Catalunya se queda sin referencias ni capacidad de reivindicación. La historia lo atestigua.

Contra lo catalán

Uno de cada cuatro españoles siente animadversión hacia los catalanes. En Aragón, las dos Castillas, Extremadura, Madrid y Andalucía es donde se recela más de lo que proviene de Catalunya y se considera poco gratos los vientos del nordeste de la Península. El veto a los productos catalanes fue patético. Menos del 50% de los valencianos votan pensando en asuntos propios de la Comunidad Valenciana y el 53% se inclinan por las siglas de un partido, sin importarles sus delitos y contradicciones. Los asturianos son los más satisfechos de lo suyo y los canarios se abstraen de casi todos los demás. En las próximas elecciones autonómicas y municipales el anticatalanismo será la idea fuerza sobre la que girará el debate que resucita el alicantinismo del que hace gala el presidente de la Diputación, Carlos Mazón. El candidato autonómico del Partido Popular, designado por el murciano Teodoro García Egea, es un zaplanista para recuperar la Generalitat que combate con la visión provinciana y cantonal que le caracteriza. Los problemas más preocupantes que acechan a la política valenciana son la incompetencia y la ignorancia, además de la omnipresente corrupción.

Objetivo: recuperar a toda costa el poder para el Partido Popular.

Procedimiento: alinearse con las patronales y con los grupos de presión económico- financiera que lo sustentan.

Cuaderno de bitácora

Primera fase: mandar en los ayuntamientos de las tres capitales de provincia y de las poblaciones más relevantes e influyentes: Gandia, Elx, Benidorm, Elda, Torrent, Alcoi, Ontinyent, Sagunt, Denia, la conurbación Alzira- Carcaixent-Algemesí, el eje azulejero Villarreal-Onda, Villena, Sueca, Segorbe, Cullera, Morella, Xàtiva o el tándem Requena-Utiel.

Segunda secuencia: entre el PP y partidos afines (Vox y los restos de Ciudadanos) conseguir mayoría suficiente en las Corts para detentar la presidencia y conformar el Consell con perfil consevador.

Errores: pactar entre los poderes políticos y económicos la renuncia a liderar la política empresarial y el modelo competitivo para que las empresas sean rentables y de perfil moderno. Ignorar los avances de progreso que permitan acrecentar la productividad, multiplicar la riqueza, proporcionar trabajo y mejorar la calidad del empleo estable en el País Valenciano: más industria y tecnificación agroalimentaria (vino, hortofruticultura, desarrollo rural, riegos y nuevos cultivos) además del turismo.

A por el poder

Nada se mueve si no lo mueve algo. Tres frentes se perfilan en el panorama político español – Garamendi cogió su fusil– y valenciano – los empresarios se abalanzan sobre la política-. Trasfondo territorial: el ataque personal de la ministra Ione Belarra de U. Podemos al dueño de Mercadona, Juan Roig. Lo trató de “capitalista despiadado” remachado de ultraconservador y ultraneoliberal. El lance ha provocado estupor y la extrañeza de Ximo Puig de que sólo se critica a una empresa valenciana. La elección no es casual y nada tiene que ver con el origen valenciano de una empresa extendida por la geografía ibérica, plenamente implantada en Portugal y afianzada en Catalunya. La rebelión en CEOE de los grandes empresarios catalanes encuadrados en Foment que establecen– provocando al lobby patronal central– su cabeza de puente en la capital de España, en paralelo a la organización que pilota el empresario vasco recién reelegido Antonio Garamendi. Rebelión en la Comunidad Valenciana: la beligerancia política de la Asociación Valenciana de Empresarios con las declaraciones de su presidente Vicente Boluda, en un acto presentado por Juan Roig, con descalificaciones y suspicacias contra el alcalde de València, Joan Ribó, por su origen catalán. Por primera vez AVE entra, cuerpo a cuerpo en un acto público, a la confrontación política.

Garamendi-Sánchez Llibre

La batalla en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE)i, sigue con la toma de posiciones y trincheras en Madrid, capital de España, entre Diego de León,50 –sede de la patronal española– y a plataforma recién estrenada en la calle Cedaceros, 11, -junto a la Asociación de Periodistas Parlamentarios–, por la gran patronal catalana, Foment del Treball Nacional que preside Josep Sánchez Llibre. De poder a poder. Los empresarios catalanes quieren recuperar Madrid sin interferencias. Buen síntoma. La peculiaridad valenciana es la irrupción de Vicente Boluda Fos, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios en la arena política, apadrinado por Juan Roig, artífice de Mercadona. Un ataque frontal en tres andanadas al alcalde de València, Joan Ribó de Compromís. Acusó al primer edil de no favorecer las inversiones en València. Boluda criticó la posición garantista del Ayuntamiento ante la ampliación norte del Puerto de València, pendiente del informe de impacto ambiental. Por no presentar candidatura para que la Copa del América de Vela volviera a València en 2023, cuando esta propuesta recae tanto o más en la Generalitat y en la iniciativa privada– en Barcelona los empresarios catalanes han aportado 25 millones de euros–. Las precedentes ediciones en València fueron un desastre económico y de chanchullos. Esbozó su recelo xenófobo de que el lugar de nacimiento (Manresa, Calalunya) del primer edil de la ciudad, le lleva a favorecer los intereses comerciales del Puerto de Barcelona y a perjudicar el desarrollo de las instalaciones portuarias de València. Argumento difundido y reiterado en los mentideros de la comunidad portuaria para justificar la falta de negociación y diálogo que permita la solución consensuada entre las administraciones concernidas –Gobierno de España, Generalitat Valenciana y Ayuntamiento– en la finalización de la terminal de contenedores que se inició en 2007-2013. El frente privado, además de proteger sus intereses particulares, nada tiene que decidir cuando está en juego el ecosistema y el hinterland.

Madrid kilómetro cero

AVE, para su desembarco en el ámbito madrileño de los lobbies, optó por la fórmula mixta público-privada y barata con la marca Conexus compartida con la Generalitat Valenciana. El Consell que preside Ximo Puig ha cedido las oficinas del gobierno autonómico en la capital de España. Unos, los empresarios de postín preferían una fórmula de bajo costo y los otros–Presidencia– asegurarse el control de la colaboración que les evitara sobresaltos en una tarea reivindicativa que no dominan. ¿Dónde está la conselleria de Economía de Rafa Climent? Este sistema compartido se ha mostrado ineficaz para los intereses empresariales y contraproducente para la imagen del Consell. Compromete la concordia entre los partidos que conforman la coalición del Botànic. El pacto no escrito de ‘entente cordiale’ entre la Generalitat y la cúpula empresarial (AVE), al más alto nivel, ha expirado ante la proximidad de las elecciones. En las urnas de mayo se prevé una pugna sin cuartel entre los partidos que concurren. Los dirigentes empresariales (Vicente Boluda y Juan Roig) toman posiciones apoyados en medios de comunicación afines e instituciones adyacentes (IVIE, Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, CEV, Cámaras de Comercio y Premis Jaume I). Por primera vez, los que mandan sobre los empresarios valencianos toman parte en la contienda electoral con nitidez y sin intermediarios. Se han cansado de esperar. Desde el puesto de mando de los dirigentes empresariales se considera deseable el cambio que persiguen en el signo y en la composición del próximo gobierno de la Comunidad Valenciana. La Presidencia del Consell se ha quedado descolocada en un marco de colaboración – entre empresarios y Generalitat–, que por caducado carece de razón de ser. Como toda alianza impropia amenaza la independencia empresarial y compromete la acción de gobierno.

Catalunya al fondo

Por detrás de la confluencia de apariencias y concertaciones el fantasma catalán ha señalado las arrancadas y parones en el diario de abordo de la Generalitat. La puesta en marcha de la operación “Commonwealth Mediterránea” inspirada por Enric Juliana y Josep Vicent Boira, el culebrón del llamado Corredor Mediterráneo para unir por tren moderno Andalucía y Murcia con la frontera francesa, la desmadrada competencia entre los puertos de Barcelona y València cuya confrontación se acabaría con un pacto de complementariedad entre ambos recintos, la decisión de Seat-Wolksvagen de instalar en Sagunt la mega factoría de baterías para automoción y la candidatura triunfante para celebrar la próxima Copa del América de Vela en Barcelona, cuando València, la Generalitat Valenciana y el poder empresarial autóctono declinaron optar a este evento, son tres hitos que demuestran el empeño por enfrentar al País Valenciano con Catalunya a cualquier precio.

Entendimiento conveniente

¿Quién persigue el distanciamiento y la confrontación?: La administración central del Estado y ese conglomerado de cubículos de poder que se conoce como “Madrid”. Catalunya para las empresas valencianas sigue siendo el principal cliente y el mejor proveedor. El balance comercial es positivo a pesar de las insidias y traiciones que han tenido que soportar las empresas valencianas por parte de la amalgama de poderes políticos y económicos empeñados en enturbiar la relación que fluye de forma espontánea. Catalunya atraviesa por una situación delicada de la que está cada día más mayoritariamente comprometida a salir. Catalunya y Barcelona, están en horas bajas. Saldrán ambas del pozo. Cuando resurjan de la desorientación y del lodazal de contradicciones, lo harán con mayor potencia, al haber superado graves amenazas y dificultades. Barcelona cuenta hoy con más de cien entidades e instituciones que trabajan para reconducir su misión y su papel futuro. En los momentos difíciles se demuestra la calidad de la amistad y las complicidades. Los problemas de fondo de Catalunya y de la Comunidad Valenciana son similares: financiación, inversión, infraestructuras, Arco Mediterráneo. Las economías y las relaciones comerciales son complementarias.

Brecha histórica

El conflicto catalán que conmina a España no es reciente. Viene de muy atrás y tiene sus orígenes a finales del siglo XIX, en la crisis del 98, cuando las empresas en Catalunya plantearon un pacto fiscal que se les denegó y que dio lugar al “tancament de caixes” en Barcelona que provocó la insumisión fiscal en 1899 ante la política tributaria del gobierno de Fernández Villaverde que se consideró abusiva. Esta resistencia a pagar impuestos dio lugar al nacimiento de un liderazgo, el del legendario alcalde barcelonés–dimitido y subido a los altares– doctor Robert que se unió a los comerciantes y dio el paso a la acción política tras superar el renacimiento económico y cultural de la sociedad catalana. Desde entonces la historia de España está en tensión por la cuestión catalana en distintas fases de activismo – Solidaritat Catalana– y de replegamiento a los cuarteles de invierno. Quien llegue a una solución de consenso habrá solventado el gran problema de la España plural, que no se ha de resolver agraviando y humillando, sino dialogando y acordando. Sin sacrificar, victimizar ni ofender, hasta el punto de no retorno. 

Etiquetas
stats