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Las ITV, Brezhnev y el Gobierno valenciano

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Es conocida la anécdota, posiblemente falsa, atribuida a Kruschev cuando en 1964 fue relevado de su liderazgo en la URSS cediendo el puesto a Brezhnev. Según esta anécdota, Kruschev habría dejado dos cartas cerradas a su sucesor con las siguientes instrucciones:

“Cuando tenga un problema serio que amenace su integridad política y no encuentre ninguna salida, abra la primera carta. Si pasa el tiempo y vuelve a encontrarse en la misma situación, entonces abra la segunda carta”.

Pasado el tiempo los problemas acecharon a Brezhnev y abrió la primera carta encontrándose con el siguiente texto:

“Écheme a mí la culpa de todo”.

Como es sabido, durante el anterior gobierno del Botànic las estaciones de ITV pasaron al sector público, constituyéndose la entidad pública SITVAL para gestionarlas. Los problemas empezaron a arreciar: acuerdos incumplidos suscritos durante su gestión privada, diferencias salariales por el mismo trabajo, paralización de la negociación de convenio, falta de personal en las estaciones...

El Botànic se fue y desconocemos si le dejó dos cartas al actual gobierno, pero ya con el gobierno PP-VOX, se firmó por la consellera Nuria Montes, el nueve de noviembre de 2023, un acuerdo de equiparación salarial que ha sido incumplido por el actual gobierno, siendo su contenido prácticamente idéntico al firmado con el anterior gobierno, algo que no entendemos. De existir estas cartas a lo Breznhev, sin duda la consellera se sintió muy tentada de abrir la primera y puede que así lo hiciera, porque todos los problemas de gestión actual pasaron a ser culpa del Botànic. Pero los problemas siguieron arreciando, y la consellera posible émula de Breznhev, buscó otras justificaciones: Hacienda no nos lo permite, hace falta una relación de puestos de trabajo para hacer efectiva la equiparación salarial. Sin embargo, en alguna reunión se le dijo a los componentes de la mesa negociadora que no era necesaria esta relación de puestos. Ahora, sin dicha relación de puestos de trabajo, nos dicen que no puede haber equiparación salarial.

La pescadilla se muerde la cola en una espiral imposible de solucionar.

Pero como no parece que la consellera Brezhnev tenga, de momento, intención alguna de abrir la segunda carta, que aún no sabemos lo que decía, pasaremos a otra interpretación actual, la de la idea que dice que cuando quieras privatizar un servicio público, haz que éste no funcione.

Huelgas, concentraciones, malestar generalizado entre los trabajadores, merma inevitable del servicio con el consiguiente malestar de la ciudadanía, inseguridad jurídica, la falta de personal mencionada anteriormente que agrava la situación, son el resultado de esta situación a la que no se ve fin ni negociación que atisbe soluciones.

Si queremos que funcione la empresa pública, no vemos voluntad política. Los únicos que están “tirando del carro” desde el inicio de la reversión para que Sitval funcione son los propios trabajadores, a los cuales se les agradece su esfuerzo con promesas incumplidas. ¿Por qué no íbamos a sospechar como sindicato que se está entorpeciendo el servicio para trasladar la idea de que lo privado funciona mejor? ¿Cui bono? Quien se pueda ver beneficiado por esta situación es el autor. Y quien puede verse beneficiado por esta situación son empresarios privados, quizá amigos de alguien, sobre los que recaerían, de nuevo, los nada desdeñables beneficios que generan las ITV. Beneficios que dejarían de engrosar las exhaustas arcas públicas para volver a beneficiar a los de siempre.

No obstante, desde Intersindical valenciana, aún creemos en la solución dialogada y en la idoneidad de los servicios públicos. Es por ello que instamos al Gobierno Valenciano a negociar de buena fe, sin excusas ni justificaciones, y solucionar este problema que afecta a la ciudadanía y a trabajadores con larga experiencia en su labor.

Señora consellera: siéntese y arreglemos este asunto, tiene nuestra mano tendida.

Al cabo, lo que le ocurrió a Brezhnev fue que no tardó en abrir la segunda carta al no cesar los problemas. En ella encontró la siguiente recomendación:

“Siéntese y escriba dos cartas”.

Pero esta anécdota es apócrifa.

*Luis Royo Conesa, secretario de Organización de SPI, STAS-IV 

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