Las instituciones valencianas rechazan el mayor archivo de los papas Borja
El más extenso archivo de los dos únicos papas valencianos, Calixto III y Alejandro VI, ha sido rechazado por las instituciones valencianas. Desde la Generalitat a los ayuntamientos de Xàtiva y Gandia, pasando por las diputaciones provinciales y el ayuntamiento de Valencia, nadie ha querido invertir los 20.000 euros necesarios para investigar los 2,5 millones documentos copiados y digitalizados procedentes del Archivo Secreto Vaticano.
De este modo ninguna de todas estas instituciones, todas dirigidas por el PP, ha querido quedarse con el mayor archivo de los papas pese a autodefinirse como los únicos defensores de las señas de identidad valencianas y de impulsar en primaria una asignatura sobre “valencianía”. En cambio los archivos sí han sido valorados por los vecinos del norte, así un equipo formado por expertos del Arxiu Nacional de Catalunya comenzarán a estudiar a partir del 1 julio que el Instituto Internacional de Estudios Borgianos tenía en depósito desde 2007 y que todavía no han sido investigados.
Según ha informado este lunes el secretario del Instituto Internacional de Estudios Borgianos, Eliseu Climent, estos fondos vaticanos, que reúnen los registros del Vaticano correspondientes a la época del pontificado de los papas valencianos Calixto III y Alejandro VI, están desde hace “7 u 8 días” en el archivo catalán tras “abandonar Valencia por el desinterés de las instituciones” en su estudio.
La “triste” decisión de trasladar estos documentos, digitalizados y la mayoría inéditos, tiene lugar después de que el Instituto se haya dirigido “de forma insistente e ininterrumpida” a las instituciones valencianas para que colaboren en su estudio “sin haber obtenido respuesta positiva”, ha afirmado Climent.
Según ha manifestado, se desconoce el alcance histórico de la documentación, que llegó en 2007 a Valencia, procedente del Vaticano, en 600 discos compactos cuya custodia y acceso están regulados por un estricto acuerdo con el Vaticano de 30 páginas de extensión, un contrato que prohíbe, por ejemplo, su reproducción.
“Se trataba de la primera vez que el Vaticano cedía esta información, que ha estado siete años clausurada y que, por fin, ahora podrá estudiarse”, ha dicho, y ha apuntado que “nadie” ha tenido acceso a ella porque se decidió que no se expusiera “hasta tener un plan global” para estudiarla.
“No se trataba de que un científico se mostrara interesado en esta documentación y accediera a ella sino de que se abordara con una política científica global, que finalmente no se ha dado”, ha añadido, y ha concretado que se decidió que fuera a parar al archivo catalán porque “era el más adecuado” y “allí tienen más sensibilidad”.
No obstante, ha concretado que el traslado de estos fondos a Cataluña se ha hecho “a modo de depósito”, por lo que “se pueden recuperar en un momento dado”, aunque “ahora no se contempla esa posibilidad” aunque el Gobierno valenciano reaccionara y manifestara su interés en ellos, dado que “no sería serio”.
Eliseu Climent ha avanzado que dos personas serán las encargadas de la investigación, aunque cree que “en un futuro” se ampliará el equipo de expertos que escrutará la documentación, y ha cuantificado en “unos 20.000 euros anuales” la financiación necesaria para este trabajo.
Del mismo modo, ha explicado que la sede del Instituto de Estudios Borgianos se mantendrá en Valencia “aunque los estudios se den en Catalunya”.
Para Climent, “no se entiende la época moderna sin los Borja”, por lo que no se explica la “desidia y desinterés” de las instituciones valencianas en este fondo documental, una “falta de ayuda y política antivalencianista” que le recuerda a la “historia negra de la persecución cultural de oscuras épocas pasadas”.