El Puerto de Valencia rectifica e instala las barreras para frenar la turbidez de las playas del Saler por la ampliación norte

Ocho meses después del inicio de las obras de la ampliación norte del Puerto de Valencia, la Autoridad Portuaria (APV) ha iniciado la instalación de barreras antiturbidez ante la exigencia de la Demarcación de Costas, tras haberse detectado problemas al sur del recinto, en aguas de las playas del Parque Natural de la Albufera, cuyo litoral forma parte de la Red Natura 2.000 y, por tanto, cuentan con una protección ambiental adicional.

Esta fue una de las 20 exigencias que el organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica impuso a la APV para dar el visto bueno al proyecto, las cuales vienen recogidas en el Informe de Compatibilidad con la Estrategia Marina. Según este documento, “tanto en el Puerto de Valencia como en el de Sagunto, para evitar el aumento de la turbidez durante las operaciones que pudiesen derivar en impactos ambientales, se dispondrán barreras anti-turbidez durante la ejecución de las operaciones de dragado, de construcción y de relleno”.

Sin embargo, tras las quejas de diversas entidades vecinales y ecologistas, Costas realizó diversas visitas a los trabajos y tras comprobar que no se había cumplido con su colocación, instó a la APV a que las instalara. Inicialmente, el Puerto alegó que no era necesario, puesto que “los valores detectados por los medidores de turbidez siempre han estado por debajo de los umbrales que conllevarían su uso”. El mencionado informe de compatibilidad, sin embargo, no habla de umbrales y fija su instalación en el momento en el que se inicien los dragados.

Con todo, Costas insistió en que la instalación de estas barreras era preceptiva a fin de que la dispersión de elementos pudiera afectar a las zonas de las playas protegidas. Ante esta situación, tal y como han informado fuentes de la APV a este diario, en un primer momento se colocaron barreras en las zonas de obra terrestres desde el inicio de los trabajos.

Respecto a la instalación de las barreras en las zonas de dragado de los puertos de Sagunt y de València, “se están colocando y reforzando en nuevas zonas adicionales a las inicialmente previstas”. Para su instalación, “se han recabado todas las autorizaciones pertinentes de las diferentes administraciones competentes desde el punto de vista de la señalización marítima con el fin de cumplir los requerimientos exigidos y garantizar la seguridad en la navegación”. Asimismo, insistieron en que “no se ha detectado el incumplimiento de los niveles de turbidez exigidos en ningún momento”.

Los trabajos de draga que se están realizando en el Puerto de Sagunto y de València para obtener el material de relleno que requerirán los nuevos muelles, así como la demolición de diversos elementos que se están acometiendo en el dique norte del Puerto de Valencia, principalmente el derribo del muelle que daba servicio a los cruceros, estarían detrás de la dispersión de sedimentos en las playas del sur.

El proyecto necesita 25,7 millones de metros cúbicos de material de relleno para las explanadas de los nuevos muelles, lo que supone 6 millones más de lo contemplado en la declaración de impacto ambiental (DIA) de 2007. De ellos, se prevé extraer 15,1 millones de dragados en el interior de la dársena del Puerto de València, otros 7,1 de dragados en el interior del Puerto de Sagunto y los mencionados 2,6 millones del banco de arena de Cullera, del que desde Costas se solicitó a la APV que no se hicieran extracciones.

El tema de los dragados es, además, uno de los temas que apunta el informe pericial encargado por el juzgado por el que la DIA del año 2007 no sería válido para el nuevo proyecto. Según el perito que ha evaluado la actuación por orden del juez, las razones serían las siguientes: “Incremento de los volúmenes y áreas de actuación de los dragados necesarios; demoliciones de los actuales contradiques norte y muelles de cruceros; cambio de ubicación de las explanadas y muelle de atraque y es muy probable que se hayan conformado comunidades marinas en el nuevo hábitat de escolleras debido al tiempo transcurrido entre la primera fase del proyecto y la segunda”.