El Puerto de Valencia no instala las barreras para evitar la turbidez en las playas: “No se superan los umbrales”

“Tanto en el Puerto de Valencia como en el de Sagunto, para evitar el aumento de la turbidez durante las operaciones que pudiesen derivar en impactos ambientales, se dispondrán barreras anti-turbidez durante la ejecución de las operaciones de dragado, de construcción y de relleno”.

El informe de compatibilidad con la estrategia marina elaborado por la Dirección General de Costas de Valencia sobre el proyecto de ampliación del Puerto de Valencia imponía esta condición, entre la veintena de exigencias que trasladó a la Autoridad Portuaria (APV) para dar el visto bueno a las obras a ejecutar.

Sin embargo, siete meses después del inicio de las obras se han detectado los primeros problemas de turbidez en las playas del Parque Natural de la Albufera, tal y como ha informado elDiario.es. A preguntas de esta redacción sobre si se habían instalado las barreras, fuentes del organismo han explicado que “la APV dispone de berreras de turbidez siempre preparadas desde antes del inicio de las obras” y que hasta el momento “no ha sido necesario utilizarlas” puesto que “los valores detectados por los medidores de turbidez siempre han estado por debajo de los umbrales que conllevarían su uso”. El mencionado informe de compatibilidad, sin embargo, no habla de umbrales y fija su instalación en el momento en el que se inicien los dragados.

Al respecto, otras fuentes consultadas por este diario han explicado que las reticencias de la APV a la instalación de los cercos para evitar que se dispersen los sedimentos al sur del Puerto responde a que entorpecería la operatividad de entrada y salida de buques.

Sobre la imagen del satélite Copernicus publicada por este diario para ilustrar el fenómeno de la turbidez en las playas del sur han puntualizado: “Las imágenes de satélite recogen información solamente de la capa superficial del agua, de unos pocos centímetros. No reciben información del resto de la columna de agua. Es en la parte superficial donde pueden permanecer en suspensión elementos removidos; y hacerlo suficiente tiempo como para poder alejarse de la zona de trabajo. Esto provoca que muy poca materia en suspensión genere una gran diferencia de aspecto respecto a otras masas con un poco menos elementos”.

En su respuesta al informe de compatibilidad de Costas, la APV aseguró que la instalación de estas barreras estaba prevista tanto en el Plan de Vigilancia Ambiental, como en el Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares del proyecto, donde las menciona como barreras anticontaminación y prescribe su utilización. Como refuerzo de la “obligación” de su instalación, afirmó que esta condición se incluiría en el Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares de la licitación.

Sin embargo, como ha informado elDiario.es, siete meses después del inicio de las obras de la ampliación norte del Puerto de Valencia se han detectado los primeros problemas de turbidez al sur del recinto, en aguas de las playas del Parque Natural de la Albufera, cuyo litoral forma parte de la Red Natura 2.000 y, por tanto, cuentan con una protección ambiental adicional. Tanto es así que desde Costas se mandaron dos requerimientos a la APV para pedirles explicaciones.

Los trabajos de draga que se están realizando en el Puerto de Sagunto para obtener el material de relleno que requerirán los nuevos muelles y que se traslada al Puerto de Valencia, así como la demolición de diversos elementos que se están acometiendo en el dique norte del Puerto de Valencia, principalmente el derribo del muelle que daba servicio a los cruceros, estarían detrás de la dispersión de sedimentos en las playas del sur.

El proyecto necesita 25,7 millones de metros cúbicos de material de relleno para las explanadas de los nuevos muelles, lo que supone 6 millones más de lo contemplado en la declaración de impacto ambiental (DIA) de 2007. De ellos, se prevé extraer 15,1 millones de dragados en el interior de la dársena del Puerto de València, otros 7,1 de dragados en el interior del Puerto de Sagunto y los mencionados 2,6 millones del banco de arena de Cullera, del que desde Costas se solicitó a la APV que no se hicieran extracciones.

El tema de los dragados es, además, uno de los temas que apunta el informe pericial encargado por el juzgado por el que la DIA del año 2007 no sería válido para el nuevo proyecto. Según el perito que ha evaluado la actuación por orden del juez, las razones serían las siguientes: “Incremento de los volúmenes y áreas de actuación de los dragados necesarios; demoliciones de los actuales contradiques norte y muelles de cruceros; cambio de ubicación de las explanadas y muelle de atraque y es muy probable que se hayan conformado comunidades marinas en el nuevo hábitat de escolleras debido al tiempo transcurrido entre la primera fase del proyecto y la segunda”.