Radiadores y animales, ¿qué debo tener en cuenta?
A la bajada de las temperaturas le suele seguir el encendido de radiadores y calefactores en nuestros hogares y, como consecuencia, la consideración de un nuevo mueble en la vivienda. Nuestras mascotas, que durante los meses de calor se han mantenido activas, suelen pasar muchas horas pegadas a estos dispositivos en cuanto empieza el frío.
A primera vista radiadores y animales pueden ser la pareja perfecta, pero debes tener cuidado. No es de extrañar que nuestros compañeros peludos busquen cobijo ante las inclemencias del tiempo, pero debes tener en cuenta que un apego excesivo al radiador puede tener consecuencias para tus mascotas.
Conocer los riesgos y precauciones a la hora de encender el radiador en una casa con animales es fundamental para evitar problemas de conducta y de convivencia y, en el peor de los casos, un disgusto.
Radiadores y gatos, la peor y mejor combinación
Los gatos son animales con una especial afición por las fuentes de calor, en especial en épocas de frío. Y, a sus ojos, no hay nada mejor que el radiador, un dispositivo que emite calor de forma regular y constante. El problema es que el radiador es peligroso para la mayoría de animales de compañía, pero en especial para los felinos. La gran capacidad de movimiento de este tipo de mascota tiene sus propios riesgos, en especial cuando deben interactuar con este tipo de dispositivos, que por lo general no se han diseñado con su seguridad en mente:
- Los radiadores, por su estructura interna tubular y su sinfín de recovecos, pueden provocar que una uña quede atrapada. Se trata de un proceso doloroso, que puede generar un estado de pánico en el animal, por lo que si esto ocurre debes mantener la calma. Extrae la extremidad con cuidado, para evitar transmitir tu estado de nerviosismo en tu mascota.
- Los gatos presentan una avaricia inusual frente al calor. Esto les pone en riesgo de quemarse ante la exposición prolongada del calor y muy probablemente sin que se den cuenta. Es por ello que te aconsejamos que supervises a tu gato mientras permanece sobre el radiador y compruebes que no esté excesivamente caliente.
Si tu gato quiere tumbarse sobre el radiador, es posible que no puedas hacer nada por evitarlo. Te recomendamos que te ahorres el dolor de cabeza de intentar disciplinarlo rascándote un poco el bolsillo y comprando un cubreradiador. Este proporcionará a tu gato una superficie lisa, que debería estar a menor temperatura que el calor directo del radiador.
Cómo evitar los cambios bruscos de temperatura
En primer lugar, debes prestar especial atención a tus perros o a aquellos animales de compañía que saques a la calle. Aunque por lo general un paseo suele ser bastante inconsecuente, debes tener en cuenta que el contraste entre el frío del exterior y el calor del hogar puede afectar a la salud de los más peludos de la casa. Si convives con peludos de cuatro patas, debes tener en cuenta sus necesidades y adaptarte a ellas para que no sufran por los cambios de temperatura y caigan enfermos.
Para evitar que tus animales de compañía acaben resfriados tras un paseo, te recomendamos que bajes la intensidad del radiador antes de sacarles a la calle. Recuerda que, por lo general, perros y gatos tienen unas excelentes habilidades termorreguladoras, pero que pueden verse alteradas si se introducen de forma súbita en un ambiente demasiado cálido. Por ejemplo, quizás sea un cambio demasiado agresivo que tu animal de compañía pase de unos cálidos 25 grados en el interior de tu casa a unos 10 en el exterior. Disminuir un poco la temperatura de nuestro hogar antes del paseo facilitará una transición suave entre ambos ambientes. Esta práctica no solo será beneficiosa para tu mascota, también lo será para ti.
No solo puedes aplicar medidas de prevención en casa, también fuera de ella, especialmente si tu mascota es de pelo corto, como los galgos. Un jersey puede ayudarles a soportar mejor las inclemencias del tiempo, pero esta es una decisión que debes tomar solo con el beneplácito de su veterinario. Como hemos comentado con anterioridad, los perros tienen una buena capacidad de regular su temperatura corporal. Es por ello que solo debes abrigar a tu mascota si te lo aconseja un profesional. Tampoco vale cualquier tipo de prenda, ya que deberás decantarte por aquella que facilite la movilidad. También deberás ser cuidadoso a la hora de ponérsela, con el fin de evitar que se estresen.
Un cambio brusco de temperatura puede afectar a tu perro o gato, con independencia de su raza y tamaño, aunque los braquicéfalos suelen resentirse más frente a las inclemencias del tiempo. Se trata de aquellos animales con el cráneo redondo y corto, como los pugs, los gatos persas o los bulldog franceses. La cría selectiva ha provocado que la mayoría tengan un globo ocular excesivamente grande, un hocico acortado y unas vías respiratorias estrechas. Esto les puede provocar un sinfín de problemas, entre ellos una dificultad para controlar su temperatura corporal.
Los perros dependen del jadeo para regular el calor, un proceso que se complica en el caso de los braquicéfalos. Por su parte, la dificultad para respirar que presentan algunos gatos también puede darles problemas a la hora de resistir cambios de temperatura. Es por ello que, aunque debes tener cuidado con cualquier tipo de mascota, deberás tener especial precaución si tu animal de compañía tiene estas características.
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