Arrugas y manchas en el cuello, ¿se pueden prevenir?

Arrugas

Cristian Vázquez

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La piel del cuello está, en general, en una situación delicada. Por un lado, porque se trata de una de las partes del cuerpo que quedan más expuestas a los rayos del sol, sobre todo en épocas como las actuales, de altas temperaturas.

Por otro lado, porque es una piel más fina que la de la cara y otras partes del cuerpo. Cuenta con una menor cantidad de glándulas sebáceas, lo que hace que la grasa subcutánea (la que está justo por debajo de la epidermis) sea mínima. Y también es escasa la musculatura de sujeción en ese sector del organismo.

Como consecuencia, es una zona muy sensible que, además, resulta perjudicada por dos motivos. El primero, la tendencia a centrar los cuidados en la piel del rostro y “olvidar” la del cuello y la parte superior del pecho, es decir, la piel del escote.

Los especialistas destacan que, en general, el cuidado es una zona a la que no se suele prestar demasiada atención hasta que los signos del envejecimiento comienzan a hacerse presentes. 

El segundo motivo es el movimiento constante al que está sometida esta parte del cuerpo. De hecho, un estudio realizado por científicos de Corea del Sur comprobó que la piel del cuello resultaba más afectada por el paso del tiempo que la de otras partes, y que esto se debía a la mayor exposición al sol y al movimiento casi permanente.

El resultado de todo esto es, con mucha frecuencia, la aparición temprana de señales de envejecimiento como arrugas y manchas en el cuello y el escote. Además, la exposición excesiva a los rayos del sol sin la protección apropiada puede derivar en problemas mayores, como la aparición de carcinomas y otros tumores cutáneos.

Algunas medidas sencillas ayudan a mantener la piel del cuello más saludable y, aunque el envejecimiento es un proceso natural e inevitable, también se pueden retrasar los signos del paso tiempo, o al menos prevenir que aparezcan de forma prematura.

Hidratar para cuidar la piel del cuello

Una de las principales maneras de proteger la piel y retrasar la aparición de arrugas y manchas consiste en hidratar de forma correcta la piel. Esto es clave para que mantenga su brillo, elasticidad y buena salud. Una piel deshidratada, en cambio, se vuelve tirante y rugosa, con tendencia a la descamación.

¿Cómo mantener la piel hidratada? Pues con la utilización de cremas. Sobre todo -como explica la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV)- en épocas de temperaturas extremas, tanto durante el frío del invierno como el actual calor del verano.

Lo bueno es que para la piel del cuello no hay que comprar ningún producto específico: las cremas hidratantes recomendadas son las mismas que para el resto del cuerpo o el rostro. Es recomendable, eso sí, que incluyan un factor de protección solar, imprescindible en esta época del año pero necesario también en invierno.

Por lo demás, es importante tener en cuenta que la capacidad de absorción de la piel tiene un límite. Debido a eso, la hidratación es necesaria pero si se efectúa en exceso -es decir, si se aplica demasiada crema- también puede generar efectos negativos.

Algunos de esos efectos son el surgimiento de acné, piel escamosa, obstrucción de los poros e incluso, aunque suene paradójico, mayor sequedad, tal como demostró una investigación realizada por científicos del Reino Unido.

Otro de los consejos es exfoliar la piel con frecuencia: alrededor de una vez a la semana. El objetivo de la exfoliación es retirar de la piel las células muertas que se acumulan con el paso de los días. De esa manera, la piel quedará más “limpia” y saludable, y la hidratación tendrá un efecto aún más positivo.

Alimentación, postura corporal y otros hábitos

Por su parte, también la alimentación resulta clave. De acuerdo con la AEDV, la vitamina E “contrarresta con eficacia el envejecimiento”, además de ayudar a mejorar el tejido celular y la circulación sanguínea, factores determinantes para la salud de la piel.

La vitamina E (“la vitamina antioxidante por excelencia”, como la califica el documento de la AEDV) se halla sobre todo en aceites vegetales, en el germen de los cereales integrales, en las semillas de girasol y en frutos secos como almendras y nueces.

Los alimentos ricos en ácidos grasos esenciales como los omega 3 (presentes en distintos tipos de pescado) y vitaminas como la B9 (en vegetales de hoja verde y legumbres) y la C (en los cítricos) también contribuyen con la renovación celular y la síntesis del colágeno. Esta proteína favorece la elasticidad y tonicidad de los tejidos.

Beber suficiente agua también es clave en este sentido. Y también evitar en lo posible el consumo de tabaco. Según la AEDV, fumar aumenta los signos del envejecimiento en la piel en un 25%. Esto quiere decir que, de media, tras una década, lo que parece haber envejecido una persona son 12,5 años.

Además, en los últimos años parece haberse añadido un nuevo elemento que podría causar la aparición prematura de arrugas en el cuello: una postura corporal incorrecta, con la cabeza inclinada hacia delante durante buena parte del día, debido al uso del teléfono móvil, la tableta u otro dispositivo electrónico.

Las consecuencias más graves de este fenómeno (conocido por las expresiones en inglés “tech neck” o “text neck”) no serían las posibles arrugas, desde luego, sino el dolor en el cuello, la espalda o la cabeza, que es mayor cuantas más horas se utilicen esos aparatos. Pero la piel del cuello también resultaría afectada por tal situación.

Tratamientos antiarrugas

Además de la prevención, también existen tratamientos estéticos para las arrugas y las manchas en la piel del cuello y zonas aledañas. Una de las más extendidas es la llamada mesoterapia con ácido hialurónico, que consiste básicamente en potenciar la hidratación de la piel.

Otro método efectivo, según apunta un documento de la AEDV, es la microinyección de plasma rico en plaquetas, un producto que se obtiene a través de la sangre de la propia persona y permite inducir la producción de colágeno de forma natural.

Para las manchas, por su parte, hay distintos tratamientos con tecnología láser. No obstante, si se tienen en cuenta las mencionadas medidas de cuidado y prevención, tanto las arrugas como las manchas serán más improbables o al menos llegarán más tarde, y -lo que es más importante- la salud de la piel tenderá a ser mayor a lo largo de la vida.

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