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El presidente asturiano recrimina la “profunda deslealtad” de algunos socialistas hacia Rubalcaba
Javier Fernández, presidente del Principado y líder de los socialistas asturianos, ha recriminado a algunos dirigentes del PSOE “la profunda deslealtad” que demostraron hacia Alfredo Pérez Rubalcaba desde que fue elegido secretario general del PSOE en febrero de 2012.
La decisión del máximo dirigente del PSOE de abandonar su escaño en el Congreso de los Diputados y regresar a su plaza de profesor en la Universidad es “un ejemplo para todos” y “desmiente todos los infundios de que estaba agarrado, no ya al escaño, sino al poder en el seno del partido”, que soltaron “tanto sus adversarios de fuera como algunos que, desde dentro del partido, demostraron una profunda deslealtad”, ha asegurado Fernández.
Unas breves palabras, sin dar nombres, pero con la suficiente carga de profundidad para que algunos, con peso en el PSOE, se den por aludidos. Esos mismos a los que pide que “reconsideren su posición”, aunque segundos después asevera que “no lo harán”. Fernández es de los pocos líderes socialistas que nunca cedió en su respaldo a Rubalcaba. Muy unido a él, fue uno de los que impulsó su candidatura a la dirección del partido.
La línea del secretario general con el líder de los socialistas asturianos siempre ha estado abierta. Fue de los primeros a los que comentó que no se presentaría a las primarias y al que trasladó su decisión de cesar y convocar el congreso extraordinario de julio. La propuesta de abrir la elección del secretario general a la militancia parte del PSOE asturiano, que se ha impuesto a la mayoría que hasta hace unos meses mantenían una postura contraria.
Ante la nueva etapa que se abre en el PSOE, Javier Fernández no ha practicado muchos gestos hacia los futuros candidatos a la secretaria general. En Asturias, acudió a un acto de Eduardo Madina con militantes de las Cuencas Mineras, y con Pedro Sánchez se disculpó personalmente por no verlo, alegando motivos de agenda.
Entre sus escasos comentarios sobre este proceso están el pedir a Ferraz que “no marque pauta alguna”, sino que sean los militantes “los que tomen las decisiones que consideren oportunas”, y que del congreso extraordinario salga una dirección fuerte, “que garantice el proceso de primarias abiertas y transparentes en noviembre”, antes de las elecciones autonómicas y municipales de 2015.