El Liceu recuperará a Bieito y Padrissa, y ofrecerá la Flauta Mágica con Dudamel

El Gran Teatro del Liceu recuperará a figuras locales universales como Calixto Bieito, Carlus Padrissa o Àlex Ollé, que será artista residente durante cuatro temporadas, a la vez que ha cerrado una “Flauta Mágica” con Gustavo Dudamel, según ha revelado su nuevo director artístico, Víctor García de Gomar.

En una entrevista concedida a EFE, García de Gomar ha dicho este martes que “para que el Liceu atraiga a nuevos públicos hacen falta directores de escena que subrayen los temas que preocupan a la gente, que conviertan la ópera en una especie de manual de vida”, que podría equipararse a una suerte de “ópera de autoayuda” o de “academia de las emociones”.

Según considera el nuevo director artístico, el Liceu debe mostrar en el escenario “temas como la violencia de género, las crisis medioambientales, las diferentes maneras de amar, en toda su pluralidad, la esclavitud contemporánea, la exclusión, la soledad o la depresión”.

Asimismo, entiende que el coliseo barcelonés debe “atraer a un público joven”, pero sin renunciar a “abrazar a los mejores intérpretes del firmamento”.

En este punto, ha concretado que pasarán por el Liceu “artistas de primer nivel, como Ana Netrebko o Jonas Kaufmann, que serán nuestros mejores embajadores y los que defenderán el producto”, y en este sentido ha mencionado al venezolano Gustavo Dudamel, que dirigirá una “Flauta mágica” de Mozart con el tenor mexicano Javier Camarena de Tamino y la catalana Núria Rial en su debut liceísta en el rol de Pamina.

“Es un proyecto que combinará a artistas internacionales, un debut importante y contará durante un mes con Dudamel, uno de los directores más carismáticos del mundo”.

El acuerdo como artista residente de Àlex Ollé, fundador de La Fura dels Baus, se extenderá durante las próximas cuatro temporadas y se responsabilizará en cada una de ellas de la escenografía de una ópera.

Ollé ocupará una de las cuatro sillas de la “nueva mesa de cocreación” del Liceu -junto al director general, Valentí Oviedo, el director musical, Josep Pons, y el propio García de Gomar-, un hecho diferencial, que el director artístico cree que “imitarán otros teatros”.

De las cuatro producciones que Ollé ha comprometido, dos serán reestrenos y otras dos nuevas creaciones, entre las que García de Gomar ha mencionado “la 'Norma' que hizo para el Covent Garden con la letona Marina Rebeka y Sonia Yoncheva; y una nueva producción de 'Lady Macbeth de Mtesenk', de Shostakovich con Josep Pons dirigiendo, que inaugurará una de las próximas temporadas”.

El modelo de García de Gomar es “la Florencia de 1600, en la que confluían las artes, la poesía, la arquitectura, la palabra, la música” para superar “la decadencia” en la que se encuentra en cierto modo la ópera en las últimas décadas y como factor para “ampliar el público de la ópera”.

El Liceu, añade, tiene múltiples públicos, que deben encontrar una referencia en la programación: “Es complejo, porque hay un público que reconoce el mismo repertorio de siempre, y se debe recuperar la capacidad de mostrarnos reactivos estrenando nuevos títulos que circulan por el mundo”.

A su juicio, “sin renunciar a los 25 mejores títulos de la historia universal, como los Verdi o Puccini, hay que atraer a un público joven” y para ello propone recuperar a “esos catalanes universales, o universales locales” como Àlex Ollé, Calixto Bieito o Carlus Padrissa, que debemos reconectar a la realidad del Liceu, porque son los que están prescribiendo cómo se presenta la ópera en el resto del mundo“.

Uno de los proyectos que pasarán por el teatro de la Rambla, ha anunciado, será la ópera “Carlos V”, de Krenek, con escena de Padrissa y la artista plástica Lita Cabellut, que se representó en la ópera de Múnich y con el barítono Mathias Goerne como protagonista, para dentro de algunas temporadas“; y otra sería el ”Wozzeck“ de Alban Berg con producción del sudafricano William Kentridge, que se vio en Salzburgo.

García de Gomar piensa que “cada temporada debería tener al menos un título de estas características”.

Junto a los grandes cantantes, el Liceu, que seguirá siendo “un teatro de voces”, aspira a atraer a “las nuevas voces locales ejerciendo los roles principales, un tema pendiente”.

Considera el director artístico que 2022, cuando el Liceu celebrará su 175 aniversario, sería un buen año para desplegar el proyecto de Opera Studio, que dé oportunidad a los cantantes que salen del conservatorio o a los premiados del Concurso de Canto Tenor Viñas.

García de Gomar, que elogia el trabajo musical de Josep Pons, reconocido a nivel internacional, estima que los cuerpos permanentes del Liceu, Orquesta y Coro, deben estabilizarse en unos 80 y 60 miembros, respectivamente, aunque en algunas óperas se necesiten incorporaciones puntuales.

Víctor García de Gomar asegura que el horizonte óptimo presupuestario para el Liceu debería situarse en la cifra previa a la crisis, en torno a los 50 millones de euros -actualmente es de 48,3-, que “no supondría aumentar el número de óperas, pero sí ofrecer una propuesta artística más ambiciosa”.

Por Irene Dalmases/Jose Oliva