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Igualada, el nuevo periodismo en “streaming”

Vista de la entrada principal del Hospital de Igualada (Barcelona).

EFE

Barcelona —

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Parafraseando a Albert Camus en “La peste”, a primera vista Igualada es una ciudad como cualquier otra. Sin embargo, junto con su conurbación urbana, unas 70.000 personas, es desde el día 12 una zona cerrada por la virulencia de la pandemia de coronavirus, donde sus periodistas tienen más trabajo que nunca.

En declaraciones a Efe, varios de ellos coinciden en que se han tenido que adaptar a la nueva situación sin pensarlo y de forma muy rápida, en unos municipios “fantasma”, porque no hay gente en sus calles, pero en los que se genera mucha información, que recaban, principalmente, vía telefónica o con conexiones por internet.

El director del digital AnoiaDiari, Toni Cortés, señala que desde el primer minuto han procurado contar “in situ” lo que está ocurriendo, tomando “todas las precauciones”, aunque no esconde que en los últimos días están pisando menos las aceras.

Con sensación de estar como “detrás del muro de Berlín”, Cortés remarca que está conectado prácticamente las 24 horas del día con sus diversas fuentes, en un medio, el más visitado de la comarca, con contenidos dedicados exclusivamente al COVID-19.

Una de las secciones que está teniendo más lecturas en estos días es la que protagoniza una enfermera igualadina, que ha dado positivo, y que, aislada en su casa, cuenta, por ejemplo, cómo se siente, cómo se han organizado los profesionales de los centros sanitarios o que le han propuesto participar en un ensayo clínico de los investigadores Oriol Mitjà y Bonaventura Clotet.

Toni Cortés, que no esconde que han incrementado las llamadas “testimoniales” de familiares de enfermos que cuentan sus experiencias, subraya que otra de las reflexiones surgidas entre la redacción es que hay que explicar “todo lo que ocurre, pero queremos ser tranquilizadores, sin olvidar noticias como que la Cruz Roja el jueves entregó más de 8.500 kilos de alimentos para personas con riesgo de exclusión social”.

El periodista y guionista televisivo Xavier Ribera, autónomo, que en los últimos días escribe para La Vanguardia, remarca que “al estar en zona de exclusión y con sensibilidad hacia el territorio, todos los que informamos desde aquí lo hacemos de forma muy escrupulosa”.

Los primeros días desvela que se “movía más, pero ahora estoy mucho en casa, conectado siempre y hablando mucho por teléfono para preparar temas que van desde cómo están los sanitarios del hospital a cómo va el tema empresarial”.

“Estamos haciendo lo que yo siempre he criticado, que es pisar poco la calle, pero la situación es excepcional, y de hecho, si ahora miro por la ventana, lo que veo es un desierto”, apostilla este profesional “con sensación de ermitaño”.

Para el redactor jefe de La Veu de l'Anoia, Jordi Puiggròs, un medio que, por primera vez en sus casi cuarenta años de historia no publicará edición en papel y todo lo vierte en el digital, indica que él se encuentra fuera de la zona de exclusión, porque vive en la cercana La Pobla de Claramunt, conectado con sus compañeros del periódico mediante skype.

Las llamadas para conseguir informaciones son continuadas a lo largo del día con fuentes en diferentes puntos de interés, porque “aunque Igualada tenga 40.000 habitantes, nos conocemos todos y todos tenemos un amigo médico o sabemos de una enfermera que está en primera línea”.

A su juicio, “este nuevo modelo de periodismo por 'streaming' ha llegado para quedarse” y agrega que “en este momento tan duro, porque todos conocemos a algún afectado, a nivel de nuestra redacción también es duro no poder estar físicamente junto con los compañero y vivir en ciudades y pueblos vacíos”.

La directora de la emisora municipal, Ràdio Igualada, Montse Sanou, asevera que “todo lo hemos ido adaptando sobre la marcha, pero la programación que ofrecemos ahora está centrada en el coronavirus, tanto en la ciudad como en las otras poblaciones de la Conca d'Òdena”.

A las ocho de la mañana ofrecen el primer boletín sobre la situación, a las doce conectan en directo con el Ayuntamiento de Igualada, donde el alcalde Marc Castells ofrece a diario una rueda de prensa, a la una ofrecen el informativo, y a las ocho de la tarde vuelven a hacer un programa especial.

Los fines de semana, en los que antes no había informativos, ahora tienen sus boletines sobre el coronavirus y no dejan de pasar bloques en los que ofrecen consejos, recomendaciones o contestan preguntas relacionadas con la enfermedad.

Además, han creado unos blogs con personas conocidas de la comarca que envían mensajes de aliento a todo el personal que trabaja en el hospital de Igualada.

Sanou tampoco obvia que se están turnando con los compañeros de la emisora, para no coincidir más de dos en los estudios, y que todos ellos están haciendo mucho teletrabajo.

Irene Dalmases

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