Valencia retumba y se colorea de morado con la mascletà del Día de la Mujer

La octava mascletà de la Fallas de Valencia, tradicionalmente disparada por una mujer pirotécnica, ha desplegado fases atronadoras y un potente terremoto final con mucho ritmo desde el inicio, que ha hecho retumbar la plaza y ha coloreado el cielo de morado en homenaje al Día Internacional de la Mujer.

Dirigida por María José Lora Zamorano, quinta generación de pirotécnicos, la empresa Caballer FX, ubicada en Vilamarxant (Valencia), se ha estrenado en el disparo de hoy tomando el relevo de la pirotécnica Reyes Martí, que se encargaba de esta mascletá desde 2004.

Para Lora Zamorano, con una década de disparos en la plaza del Ayuntamiento, hacerlo el Día de la Mujer “ha sido diferente” y ha mostrado su agradecimiento por el aplauso con que le han recibido cuando subía las escaleras consistoriales de camino al balcón, para el tradicional baño de multitudes.

“No me lo esperaba”, ha asegurado una emocionada Lora, quien ha recibido el calor y el reconocimiento del gentío que hoy se concentraba en la plaza del Ayuntamiento bajo un clima soleado y primaveral.

Ha asegurado que ha “disfrutado mucho” y que creía que “a la gente le había gustado”, y ha desvelado que, aunque el sol ha impedido verlo bien, ha llenado el cielo “de candelas moradas” con motivo del Día de la Mujer.

En total, ha disparado 145 kilos de material pirotécnico reglamentado, “sin pasarse mucho”, como ha apuntado Lora, quien ha asegurado que sobre todo le ha gustado “mucho el principio y cómo ha enlazado la mascletà”.

En el balcón, como es tradicional también estaban la fallera mayor, Raquel Alario, y la infantil, Clara Parejo, encargadas de dar el tradicional pistoletazo de salida al disparo con la ya conocida frase de “señor pirotécnico, ya puede comenzar la mascletà”.

Antes de la mascletà se han repartido grandes manoplas con el símbolo creado este año para reivindicar la igualdad bajo la etiqueta #IgualtatREAL.

Según Cruz Roja, durante el disparo han sido atendidas diecinueve personas, de las que diecisiete han sufrido lipotimias y otras dos diferentes heridas, aunque ninguna ha tenido que ser trasladada.